martes, 18 de diciembre de 2012

¡Siga festejando!


por Salvador Baratta *

El día domingo los vecinos de Lanús debimos nuevamente ver como otra persona moría bajo las balas de los delincuentes, y aquí me debo detener para hacer reflexionar a las autoridades políticas que no nos damos cuenta de lo real de la circunstancia, el oficial inspector Diego Romero se encontraba disfrutando un rato de su familia con la que fue a hacer las compras, habituales de cualquier vecino, pues eso era Romero, un vecino, un padre, un hijo, un esposo, como cualquier mortal que trabaja para sostener a su familia.
Es decir, Diego como otros tantos policías que honran su uniforme hasta perder la vida por mas que algunos lo quieran disfrazar y presentarlo como un “marciano” para justificar de esta manera su asesinato, no era ni mas ni menos que un gran trabajador.
Podría haberse hecho el distraído, no darse a conocer y seguramente hoy seguiría disfrutando de su hijo, pero con la dignidad que los caracteriza a estos héroes, no dudó un instante. Claro, como iba a mirar a su hijo a la cara si escondía su condición, para el era un orgullo el lucir el uniforme y enfrentó a estas ratas que no dudan un instante en asesinar para darle la impunidad al hecho que cometen.
Hoy con el diario del lunes, es fácil como he escuchado a algunos, salir a criticar y decir: 
¡Que locura! ¡Cómo arriesgó la vida de la gente que estaba en el lugar! Pues señores sepan que los que tuvimos el orgullo de vestir el uniforme o de seguir vistiéndolo como el de algunos camaradas, juramos defender nuestra bandera entregando nuestra propia vida y día a día, nuestros héroes demuestran que el juramento no es en vano.
 Señor intendente: A 48 horas de este hecho, me doy  cuenta nuevamente que su gente de prensa que de usted depende, no hizo ni siquiera una mención de pesar y acompañamiento público a la familia de Romero quien entregó su vida defendiendo a los vecinos de Lanús.
Claro, la prensa hay que utilizarla para otras cosas como desprestigiar a los que no pensamos
como usted, o para justificar sus acciones de gobierno, o explicar lo inexplicable, tratando de decirle a la gente que la inseguridad en Lanús es producto de internas de la misma policía que día a día sigue entregando mártires y huérfanos a esta sociedad, o escuchar a los integrantes de su equipo hablar de complot. Ahora en algo estoy de acuerdo con usted: Esto no es un problema de Lanús, es un problema nacional, lo que no es un problema nacional es la dignidad de cada persona.
Mientras señor intendente, siga tirando fuegos artificiales y haciendo brindis de fin de año. ¡Siga festejando!
Querido Diego Romero, descansa en paz.

       (*) Concejal, ex subjefe de la Bonaerense