viernes, 7 de diciembre de 2012

Una ciudad colapsada


  Que el calentamiento global, que llueve más que antes, etcétera. Son todas las excusas que encuentran los políticos para tapar la verdad: no arreglan los problemas por los que los contribuyentes les pagan fortunas de sueldos para que resuelvan desde sus funciones.
  Los comerciantes de la avenida de Julio -por poner un ejemplo- pagan fortunas de impuestos y de alquileres, nada más que para tener el derecho a trabajar. Y reciben a cambio cortes de luz permanentes, inundaciones en cada lluvia, roña, veredas deshechas desde hace años y encima soportan la competencia de vendedores callejeros a la puerta de sus negocios, como subproducto de la politiquería y de la coima.
 Ayer diluvió, y los vecinos de todo el distrito vivieron la realidad de una ciudad colapsada. Pero claro: ¿Cuántos de los que cobran para mejorar la vida de Lanús, viven en Lanús?
Un día vamos a pasar lista.