martes, 1 de enero de 2013

Lo de Morelo fue la frutilla del postre


por Victor Moltedo *

 En el último día del 2012, hago propias las palabras con las que Jorge Coassini describe el lamentable estado político-social de nuestra querida Lanús, en especial, en lo que hace a las reuniones carroñeras en los bares-oficinas del centro de Lanús, peleando por el hilo del chorizo, que es lo único que va a quedar despues de 30 años de democracia.
 Hoy la frutilla del postre fue el maltrato que sufrió Marcela Morelo, quién tuvo la osadía de pedir seguridad en público. “Traidora, vendepatria, oligarca, basura inmunda”, le enrostraron y no se me ocurre nada más, pero seguro que los cortesanos del intendente tendrán otros adjetivos.   
  Con respecto a la policía que es algo que conozco, por favor en lugar de mirar lo que quedó de la institución, vuelvan la mirada hacia atrás. El Jefe de “la Mejor Policía del Mundo”, Eduardo Duhalde, vecino de Lomas de Zamora que llenó la provincia de vehículos traídos de Chile como Chevrolet y TATE -que los importaba dicen las malas lenguas una agencia de autos de Lomas de Zamora- con equipos de comunicaciones de Francia y con supuestas coimas de por medio, inició la destrucción llegando a lograr la Maldita Policía. Primero derogó el Código de Procedimiento Penal de Jofré, por este engendro actla en que el fiscal investiga, pero delega en los pocos policías mal preparados que tenemos, y el juez de Garantía libera y vivimos en un mundo de puertas giratorias en que nadie se hace responsable de la inseguridad.
  El intendente patea la pelota al gobernador, pero a su vez se llena la boca con las patrullas municipales, un helicóptero inservible y demás seudo políticas de seguridad. Mientras que a los vecinos los roban y matan como moscas. Eso sí la Tasa de Seguridad es insalvable en la
boleta de ABL, más una contribución para los Bomberos. Sería más coherente aumentar el ABL, con un ítem: “Dádivas para los que no trabajan pero aplauden al matrimonio local”. Todo ayudado por funcionarios que toman la política como un negocio, no como una vocación de servicio. Digo ésto por conocer a muchos en 30 años de carrera policial. Por suerte falta poco aunque muchas esperanzas no tengo tanto por los futuros candidatos como por los electores.
 Desde que nací en 1946 en Lanús. Se vota mal, se vive peor y la sociedad está enyesada como si fuera su pobre destino fruto de una fuerza superior que no nos deja ver la realidad. 
Volviendo al tema de la inseguridad también hay que tener memoria sobre los políticos tanto de Lanús, como del resto de la provincia, que supieron dar forma a la Ley de prescindibilidad, por la cual desguazaron la policía, separando sin ninguna responsabilidad a malos como buenos policías. Ahora caminan entre nosotros clamando seguridad. A joderse. Las instituciones que se destruyen cuestan años repararlas. Por último apuesto doble contra sencillo que lo que reclama el concejal Baratta, en lo que hace a las declaraciones juradas de los funcionarios políticos de Lanús, no pasará de un simple deseo del mismo. No tienen vergüenza por ocultar sus patrimonios, pero sí se fijan en la pizza que pide el vigilante de la esquina. 
No deseo un feliz 2013, ya que con ésta clase dirigente estamos frente al precipicio, falta que alguno grite: “Adelante”.
 (*) Comisario Inspector (RA)