jueves, 7 de febrero de 2013

Desde la cárcel, Beto Cozzani da su versión sobre los años de plomo

Escribe en exclusiva para La Defensa desde Ezeiza donde purga cadena perpetua

   El 19 de diciembre pasado, Norberto «Beto» Cozzani (foto) fue condenado en primera instancia a prisión perpetua, al hallarselo culpable de integrar el denominado Circuito Camps.
   La Defensa se ha ocupado en varias oportunidades de los lanusenses sospechados, acusados o sentenciados por formar parte de la represión ilegal en los años de plomo, y Cozzani, uno de ellos, pide en esta oportunidad, desde la cárcel de Ezeiza, el derecho a que se escuche su relato de los he-chos, y que este medio le otorgó sin dudar.
  La gestión se hizo por terceras personas, y La Defensa le dio a Cozzani la posibilidad de que se explaye en una nota que oportunamente hizo llegar a esta redacción, en forma de carta (foto) manuscrita 
-con la firma del interno certificada por el Servicio Penitenciario- que se edita en su totalidad excepto las fórmulas de cortesía del final.
  En su extenso relato, Cozzani brinda algunas perlitas, como la que alude a un jefe del entonces ministro José Lopez Rega, tío del actual intendente de Lanús, entre tantas personas y lugares lanusenses que menciona.
  Tambien confirma una primicia que hace años adelantara La Defensa: la de un dirigente radical que hoy las va de «antiprocesista acérrimo», ex 
concejal de la UCR, con el que Cozzani (foto) trabajó durante los años de plomo.
  El artículo de Cozzani es un relato año por año, y sin adjetivaciones de los tramos más resaltantes de su vida.   
 Sólo la última parte de la nota, contiene sus opiniones, en las que fustiga los deseos de venganza de «El y Ella y sus sabandijas seguidoras, entre ellas el intendente de Lanús», dice. 
  El lector siempre hallará a Lanús y su gente en el escrito de Cozzani, que concluye con una exhortación: «Dentro de la poca información que un preso, antiguo y cansado como es mi caso, puede manejar, en Lanús, nuestra querida patria chica, necesitamos ciudadanos salvadores de la creciente inmoralidad, corrupción e inseguridad que nos aqueja».
  Además como agregado, La Defensa publica parte del alegato de Cozzani, antes de ser condenado a perpetua, donde expone su teoría que los montoneros no fueron perseguidos políticos, sino combatientes que durante muchos tramos de la «guerra» tuvieron la iniciativa en el accionar.
  Este es el relato completo: 
  «Al señor director de La Defensa, don Gerardo Masiello. Estimado vecino: Mucho le agradezco vuestra pronta respuesta al mensaje que le hice llegar. Me trasmitieron que de
forma instantánea, usted manifestó que el derecho a réplica en su medio era común y natural a todos.
  «Sepa que para quien se encuentra en mi delicada y cuestionada situación, su respuesta encierra dos cuestiones fundamentales. La primera el poder trasmitir de forma directa, vivencias, dolores y pensamientos actuales. La segunda el corroborar que pese a todo, siguen existiendo comunicadores sociales libres.
  «Con total tranquilidad de conciencia y para su manejo periodístico libre, le trasmito una breve secuencia de mi vida:
  «Año 1951. El 26 de octubre nací en Lanús. Viví siempre en General Guido 1242. Hice mis estudios primarios en la Escuela Nº10 de Anatole France entre Tucumán y Emilio Mitre. Me crié en el Club Gimnasia y Esgrima, hoy Social Lanús. Comencé el secundario en el Nacional Nº2, Luis Piedrabuena, y continué en el Mariano Moreno de Once.
 «Años 1968-1972. Fui uno de los dueños de dos locales bailables. Primero Bárbaro, en el salón de la Confitería Gran Sud en la avenida H. Yrigoyen, a metros de la actual La Diva. Y posteriormente con mi amigo Hugo Grupalli en Boliche’s, en el primer piso de la esquina de A. France y 9 de Julio.
  «Año 1973. Por gestiones del señor Gutierrez, vecino y tío de Hugo Grupalli, ingresé a trabajar en el Ministerio de Bienestar Social de la Nación, donde al poco tiempo me desempeñé en la Secretaría Privada del ministro -José López Rega- al lado de su jefe, el señor Armando Rellán, y de su hijo, Norberto Rellán, ambos vecinos de Lanús y a la vez tío y primo-hermano respectivamente, del actual intendente Darío Diaz Perez. 
  «Año 1974. Desde el espacio de trabajo señalado, produje un informe administrativo y luego la correspondiente denuncia en la División Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal, contra la Empresa Rojas de Transporte SA. El juez instructor probó las maniobras que hacía con los institutos de menores, de ancianos y de los talleres protegidos, y mandó a la cárcel a Pedro Eladio Vazquez, a la sazón secretario de estado de Deportes y Turismo; a su hermano Demetrio Horacio Vazquez, presidente de la Caja de Trabajadores Autónomos; a Oscar Salvador Ranieri, ex coordinador de Movilidad y Tansporte del aludido ministerio y primo de José Lopez Rega; tambien a Eduardo Pazket, jefe de Compras del ministerio. Pedro Eladio Vazquez se fugó a Suiza y el resto cumplió prisión en el penal de Devoto.
  «Como consecuencia de lo narrado, a los pocos días colocaron un artefacto explosivo en mi domicilio. Yo me encontraba descansando, fue de madrugada y me salvé de casualidad de la explosión que produjo serios daños en la casa de la familia Mayo, frente a mi casa y en la sifonería El Esquimal, de la familia García, en Anatole France y Guido. Fue muy llamativo que junto con personal de la comisaría 2ª, ubicada a cinco cuadras de mi casa, llegaran dos móviles de la custodia de Lopez Rega, a cargo de Miguel Rovira, para ver qué había pasado. Yo atribuí este hecho a la Triple A.
  «Lo hasta aquí expresado figura con todos lo detalles en mi libro Yo asumo-conciliemos, escrito desde el penal de Marcos Paz en el año 2005, como también en la causa 1075/2006 del Juzgado Federal Nº5, Secretaría Nº10 del doctor Norberto Oyarbide. 
En lo personal fui trasladado a una colonia de Luján y debí renunciar a mi trabajo.
    «Año 1976. En mayo ingresé en la Policía de la provincia de Buenos Aires, por ley 97.124. Desde el primer día y porque ocasionalmente nos conocíamos desde antes, presté funciones en la Dirección General de Investigaciones, junto al comisario general Miguel Angel Echecolatz.. En los primeros meses de 1977, tuve una activa participación desde su ocasional inicio en el denominado «Caso Graiver». En agosto de 1978 pedí la baja y me trasladé a España, donde me dediqué a la comercialización de lenguas y mondongos para varios frigoríficos argentinos. Paralelamente estudié con un amigo de Bruselas, Bélgica, todo lo relativo a reciclado y puesta en marcha con sus correspondientes habilitaciones de plantas faenadoras de ganado bovino y su exportación a la Unión Europea, Estados Unidos, Israel y Chile.
  «Año 1981. De regreso a nuestro país, armé una pequeña agencia de viajes, Cozavia SRL, ubicada en Ministro Brin, casi esquina Piñeiro.
  «Año 1982. Tal cual se hizo referencia en su periódico, trabajé, menos de un año, en el Laboratorio Rodenthia. Es de destacar que pese a las diferencias de pensamiento, ellos radicales y yo peronista, siempre agradeceré en aquel momento difícil para mí, en lo laboral, la mano que me tendieron José Bechara Arcuri y Nardo Lorizzo, cuando muchos otros amigos se hicieron los distraídos.
   «Año 1986. Concretamente el 18 de abril, me presenté espontáneamente detenido en la seccional 2ª de Lanús, a disposición del pleno de la Cámara Federal de capital. Fui procesado, juzgado y condenado por los doctores Ledesma, Arslanian, Gil Lavedra, Torlasco, D’Allesio y Valerga Aráoz. Actuaron como fiscales los doctores Strassera y Moreno Ocampo. Luego de escuchar a 374 testigos, fui condenado a cuatro años de prisión, por mi participación en privación de libertad y tormentos, de los cuatro miembros principales de la familia Graiver. La sentencia quedó firme al verificarla de inmediato la Corte Suprema, y fui a cumplirla al Instituto Penal de las FFAA en Magdalena, junto con los comandantes del Proceso. Videla era el número uno y yo el nueve, y el resto del penal estaba vacío.
  «Año 1987. Desde mi prisión rechacé los principios de la filosofía que se pretendía aplicar bajo la pluma del Procurador general de la Nación, doctor José Octavio Gauna. En un escrito de cuatro carillas,, comencé diciendole a la Corte Suprema: «No me permito la libertad, al precio de una claudicación moral». Los doctores Caballero, Belluscio, Fayt, Baqué y Petracchi, en 72 horas votaron a favor del reo, y yo era el reo. Ver La Nación, página 20, 16/5/87; Clarín página 7 de la misma fecha. Esto motivó que se promulgase la Ley de Obediencia Debida y que el 24 de junio de 1987, recuperase la libertad. Ver La Nación, tapa y página 16 del 24/6/87.
  «Año 1988. En virtud de lo narrado precedentemente, fui gerente general del Frigorífico Farina SA con mucho éxito.
  «Año 1990. Fui contratado por el Grupo Constantini y designado vicepresidente del Frigorífico Penta SA.
  «Año 1991. Fundé en La Plata Meat Center SA y me equivoqué. Técnicamente no tenía problemas, pero en lo económico, competir con la Cabaña Las Lilas, en carne termo-envasada fue un error.
  «Año 1994. Fue nombrado director ejecutivo de la Cámara Internacional de Comercio del Mercosur, con sede en Higienópolis, San Pablo, Brasil. Venía a Lanús una vez por mes.
   «Año 1997. Retorné definitivamente y al poco tiempo comenzó la prosecución de una batalla que yo creía terminada en 1978. Entonces se comenzaron a cerrar muchas puertas, más de las esperadas. Subsistí como pude y sin que no se me cayera nada, trabajé en Lanús de remisero en la agencia de Oncativo entre Ituzaingó y 9 de Julio.
   «Año 2003. Al leer en los diarios que debía cumplir mi condena de 1986 en su totalidad, me presenté espontáneamente ante el juez Corazza, Juzgado Federal Nº3 de La Plata. Luego de algunas dilaciones en setiembre de 2004 ingresé en el Penal de Marcos Paz. 
   «Año 2005. En octubre comenzaba mi libertad condicional respecto de la condena de 1986.  48 horas antes, el Juzgado Federal Nº3 de La Plata, me incluyó en el denominado Circuito Camps, lo que motivó que continuara alojado en Marcos Paz.
  «Año 2008. La Cámara Nacional de Casación me otorgaba la libertad por agotamiento de prisión preventiva, entonces en La Plata me agregaron cuatro nuevos casos de privación de la libertad y dictaron una nueva prisión preventiva y como resultado seguí alojado en Marcos Paz.
   «Año 2009. Dada la multiplicidad de dolencias que padecía y la medicación suministrada, sufrí un ACV, por suerte transitorio, y luego de 30 días de internación en el porteño Hospital Alvarez, el 24 de febrero me traslado al Juzgado Nº3, al CPF Nº1, de Ezeiza en el Hospital Central.
  «Año 2011. A fines de enero el juez Corazza ordenó mi libertad por agotamiento de prisión preventiva, luego de que la Cámara dictaminó que lo agregado en el año 2008 correspondía a la prisión preventiva del año 2005, y no correspondía una nueva prisión preventiva. Pese a ello el doctor Rozansky, presidente del TDF Nº1 de La Plata, en base a una nueva denuncia de un señor Mario Medina, que hasta ese momento nunca se había presentado, avalado por un libro de Hernán Brienza sobre halcones y palomas, me dicta una nueva prisión preventiva y retorno al penal de Ezeiza, por la causa Nº79, del Juzgado Federal Nº3 del doctor Arnaldo Corazza, en trámite.
   Año 2011. El 14 de setiembre comenzó el juicio oral denominado Circuito Camps, con los jueces Rozansky, Falcone y Portela, que luego de 97 audiencias culminó el 19/12/2012, y resulté condenado en primera instancia a prisión perpetua.
  Año 2012. Dos meses antes de que concluyera el citado juicio oral y público, fui una vez más procesado y se me dictó prisión preventiva en la causa conocida como de la Triple A, con el expediente 47.289, causa 1075/06, Juzgado FederalNº5 del doctor Oyarbide.
  Año 2013. Estoy a la espera de una nueva indagatoria del Juzgado Federal Nº10, de la capital, por la causa de Papel Prensa.
Conclusiones
  «Creo que mi caso dejará cubiertas las insatisfacciones juveniles de quienes se creen refundadores de la Nación Argentina desde al año 2003 al presente. «Él y Ella» quedarán conformes. Sus sabandijas de apoyo entre las que incluyo a nuestro intendente, pequeño pero atrevido, también.
  «Ojalá nuestra sociedad, al menos la lanusense, despierte en este año tan especial. Si así no fuera entre otras cosas, mañana podríamos encontrar una torre Le Parc y desaparecido nuestro querido Hospital Vecinal Narciso Lopez.
  «Dentro de la poca información que un preso, antiguo y cansado como es mi caso, puede manejar, en Lanús, nuestra querida patria chica, necesitamos ciudadanos salvadores de la creciente inmoralidad, corrupción e inseguridad que nos aqueja.
  «Que Dios nos proteja, para el bien de nuestros descendientes. Que nuestro obispo monseñor Frassia nos bendiga»
«Combatientes, no perseguidos»
  En su alegato final, el 4 de diciembre último, Norberto Cozanni expone nuevamente su teoría que niega que los guerrilleros de los ‘70 hayan sido perseguidos políticos. «No entiendo que se considere a miembros de grupos subversivos como perseguidos políticos sean del origen ideológico que fueran», declaró. Y recordó en esa línea que el 6/ 9/1974, Mario Firmenich en una conferencia de prensa «declaró la guerra revolucionaria interna al gobierno constitucional». Y que eso provocó la reacción del gobierno de Isabel Perón que llevó a una espiral de violencia con su punto más alto, según Cozanni, en los momentos en que se produjo el golpe militar del 24 de marzo de 1976.   Sostiene que el país estaba tan polarizado en aquel entonces, como teme que lo vaya a estar en un futuro cercano.