lunes, 11 de febrero de 2013

No confundamos lechones ni tetas


por Emiliano Bursese*

Mayor sorpresa me encuentro cuando hoy un amigo me comenta que un dirigente peronista comenta una nota que el semanario La Defensa publicó -de opinión y de mi autoría- que fue circulada a amigos, dirigentes y profesores vía mail sobre el tema de Malvinas, sin pretender hacerlas públicas en medios periodísticos, porque precisamente su único objeto fue contribuir (académicamente) a un tema que requiere un fuerte debate de la sociedad argentina en su conjunto. Ni reaparezco ni escribí notas para La Defensa ni para cualquier otro medio.  Siempre estuve aquí y ahora le contesto brevemente.
En primer lugar, tendría que aclararle al benemérito escribano Segura, al cual conocí cuando se acerco al HCD de Lanús a traer un proyecto de su autoría sobre seguridad y (creo) recibimos con la mayor cordialidad, que dicha nota obedece a cuestiones académicas que evidentemente no ha entendido. Aclararle que además de ser presidente de la Comisión de Seguridad del HCD y concejal hace un año, soy profesor de derecho internacional en la UBA, UAI y UADE desde hace años, y que me considero igualmente vecino de Gerli, de Lanús, de la provincia de Buenos Aires y argentino, y con el mismo derecho que él a opinar sobre un tema – que coincido seguramente no le interese a nadie – pero al cual me especialicé durante mucho tiempo. De lo contrario, si sigo su propio argumento, no tendría que contestarle a este humilde concejal públicamente, sino sólo hablarnos sólo de escrituras, donaciones, cesiones de derechos, cuestiones ellas que seguramente interesan en las charlas domésticas y de café
que él sostiene.
Señor Segura, siguiendo sus palabras, creo que se equivocó de lechones y de tetas. Usted no puede hacerme responsable a mí de cuestiones que nada tengo que ver. Lo invito, para su tranquilidad y para la eficacia que dice sostener, a observar mi actividad legislativa en este año. A observar la correlación de fuerzas en el HCD Lanús. A observar que ha hecho el Ejecutivo Municipal al respeto. Y a observar también a quien corresponde la potestad de seguridad pública de sus familiares, amigos, de la de todos: si al presidente de la Comisión de Seguridad del HCD o al señor gobernador de la provincia, quien (creo) lo debe representar mejor en eso de la eficacia contra el delito jugando partiditos de futbol en la playa o haciendo recitales de Pimpinela. 
Pensamientos como estos nos llevan a la situación en la que estamos. Pretender soluciones fáciles y mágicas a problemas complejos y que merecen un análisis serio, debatido, de todos. La inseguridad encuentra su principal causa, precisamente, en profundas desigualdades sociales. No entender que este problema que nos aqueja a los vecinos no se arregla (sólo) con más policías y represión sino con desarrollo social y oportunidades a los vecinos (sobre todo los más jóvenes) es simplificar la cuestión. La misma simplificación que usted hace de mi persona y (por añadidura) de todos los concejales se podría hacer de los 30 años de gobierno peronista en Lanús. Y eso sería injusto. Nada es por generación espontanea. Preguntarnos qué hacemos por el mañana es también preguntarnos qué hemos hecho por este tema en él pasado, y le aseguro que se ha hecho muy poco, más allá de sostener una pobreza con contención pero sin futuro de ascenso social e igualdad. Eso es ser chanta. Eso no ser efectivos. Eso es lo que tendría (también) que ocuparse. Esta no debe ser una carrera entre quienes más insultan o descalifican a los otros, sino entre quienes más construyen con los otros.
Este año la democracia recuperada cumple 30 años. Esa misma democracia que costó el sacrificio de muchos de nuestros hijos (incluidos en ellos – como especifique en mi nota – los chicos que cayeron en Malvinas) merece que quienes ejerzan mínimas influencias y accedan a medios de comunicación sean serios con lo que expresan.  Y sobre todo desde la oposición (que creo expresa el escribiente) al actual gobierno. Requerimos para “escuchar y ver” en este año electoral una alternativa responsable, constructiva, que no sea retorica, que amplié derechos y concepciones democráticas (como el escribir lo que a uno le parece sin por eso tener que dar explicaciones como estas). Por el contrario, su discurso esconde en realidad una clara posición antipolítica. De esos que en nombre de la efectividad y la mercantilización de todo (incluso de la seguridad) dejan a la política en manos de empresarios, tecnócratas, especialistas y de la ley del más fuerte. Yo no quiero esta política (la mala política) y trabajo todos los días para mejorarla, pero sabiendo también que esa antipolítica que sus palabras dicen defender es mucho peor, porque clausura el debate (la opinión de todos), lo mercantiliza y lo deja en manos de quienes pueden pagarse seguridad privada y en quienes no. En similitud como viene pasando hace tiempo con la salud y la educación, temas de gran importancia para una sociedad (que hacen claramente a la seguridad) y que el (su) Partido que gobierna la Provincia de Buenos Aires desde 1987 ha sabido tratar con desastrosa eficacia, paupérrima calidad y discurso claramente separado de la realidad. En fin, la temática es más larga para tratarla aquí, pero ello no nos exime que debamos ser serios con nuestras afirmaciones.
Cuando quiera y donde quiera debatimos el tema de la seguridad y en cómo mejorarla desde el lugar que ocupamos. Sin verso. Sin simplificaciones. Y sin bajezas. Separando lo que debe separarse. La cátedra de la política. El pensamiento de la acción. Dado que las primeras y las segundas tienen más códigos que usted.
  (*) Concejal UCR.