por Lisandro Martinez*
lisandromartinez47@yahoo.com.arEstados Unidos tiene más de 308 millones de habitantes, el 70% son clase media y tiene la economía nacional más grande del mundo con un PBI estimado en u$s 14.3 billones.
EEUU es el mayor deudor del mundo con una economía que genera la cuarta parte del PBI global porque tiene la fábrica de dólares funcionando 24 horas; eso produce un déficit descomunal y una parte de la fiesta la pagamos los países dependientes.
Ante el fracaso de acuerdo político en el parlamento que les permitiera seguir tirando, el Presidente Obama impostando la voz le echó la culpa a los Republicanos: “En lugar de suprimir una exoneración fiscal que beneficiaba a los más ricos, eligieron emprenderla contra los servicios decisivos destinados a los niños, a las personas de más edad, a los militares y a sus familias”.
El 1º de marzo de 2013 Obama tuvo que anunciar que la crisis capitalista llegó a EEUU para quedarse y señaló que deberán recortar gastos por u$s 85.000 millones, lo que supone un recorte presupuestario del 2,42% ó del 0,5% del PBI. Los recortes serán de u$s 1,2 billones durante la próxima década, provocando la reducción del presupuesto de las agencias federales, excepto (se promete) para algunos programas obligatorios como el Medicare (de salud) y cupones alimentarios.
La novedad de Perogrullo es que el déficit fiscal abrumador que provoca este recorte no será ni el primero ni el último. Ya no será noticia que la crisis capitalista se está llevando puesta a la Unión Europea y a la zona del euro, sino que también comienza a hacer tambalear a la primera potencia mundial.
La idea del Partido Demócrata de EEUU era mantener los intereses bancarios lo más bajo posible y expandir el gasto para dar margen de acción al recién reelecto presidente Obama,
quien lleva dentro de las mangas una larga lista de cuestiones pendientes desde su primera campaña para la presidencia pero que, producto de la crisis, seguirán guardadas.
Mientras los Republicanos quieren tocar todos los rubros presupuestarios incluido Medicare y recortar todo menos los de defensa y seguridad nacional.
Se calcula como de costumbre en el capitalismo que quienes pagarán los platos rotos son los sectores de menores recursos. Están en la mira más de un millón de puestos de trabajo, disminuirán los gastos destinados al Programa de Seguro Médico Infantil, los cupones de alimentos y las ayudas de viviendas para los más pobres y discapacitados. Según publicó el diario estadounidense The New York Times con estos recortes se ponen en riesgo las viviendas de 125 mil personas. En tanto que el Secretario de Educación, Arne Duncan, remarcó que 10 mil profesores podrían perder sus empleos y que también serán perjudicados los programas de atención a niños pobres y con necesidades especiales. En el Pentágono se anuncia que desde abril los funcionarios civiles pierdan un día de empleo y sueldo a la semana. En el Departamento de Estado, sin embargo, solo verán su jornada laboral reducida un día cada dos semanas. Ese impacto se notará sobre todo en Washington.
El Departamento de Defensa será precisamente uno de los más afectados si se aplican los recortes y en el Estado de Virginia, muy dependiente de la industria militar, se pueden perder “cientos de miles de empleos” dijo el Presidente Obama. Solo en Virginia unos 90.000 trabajadores civiles del Departamento de Defensa tendrán que acogerse a bajas forzosas y a reducciones salariales si estas medidas presupuestarias entran en vigor, se tendrá que cancelar el mantenimiento de 11 buques en la base naval de Norfolk, también ubicada en Virginia y una de las más grandes del mundo, y habrá retrasos en varios proyectos, de acuerdo con la Casa Blanca.
Sin embargo, el equipo de Obama va a tratar que el impacto de los recortes se note en todo el país para presionar a los republicanos.
Como casi la mitad de los recortes, unos u$s 43 mil millones, afectará al sector militar de Estados Unidos, el Pentágono ya se ha visto obligado incluso a reducir su presencia en el Golfo. ‘The Telegraph’ ha informado que se preveía enviar dos de los diez portaviones al Golfo Pérsico, pero debido a los recortes presupuestarios sólo uno zarpará con dirección a esta zona. Miles de miembros del Comité de Asuntos Públicos entre Estados Unidos e Israel (AIPAC, por sus siglas en inglés) celebrarán una reunión con las autoridades estadounidenses para garantizar que el régimen de Tel Aviv no sufra el efecto de los recortes.
El AIPAC es uno de los grupos políticos más poderosos de Estados Unidos pues financia con cuantiosas sumas de dinero a varios legisladores norteamericanos y así garantiza su apoyo incondicional al régimen de Tel Aviv.
El embajador del régimen israelí en Washington, Michael Oren, señaló que “Tel Aviv está trabajando para salvar la ayuda anual estadounidense al desarrollo de los sistemas de misiles israelíes y queremos mantener los proyectos más importantes para la seguridad de Israel: la Cúpula de Hierro, Flecha y Varita Mágica”.
El recorte de Estados Unidos tendrá efectos en países vecinos y grandes aliados económicos, como México, y generará incertidumbre en los mercados, a la que se añade la situación política de Italia y la posible realidad de que Grecia abandone el euro.
Ante tantas pálidas el oro, un valor de refugio para quienes tienen grandes fortunas acumuladas, también empezó a descender en su valor. Los próximos días los mercados bursátiles dibujarán el famoso serrucho en las casas de cambio.
El Fondo Monetario Internacional aseguró que los recortes previstos contagiarán al resto de la economía mundial. Según un vocero del FMI, William Murray, “habrá un impacto en el crecimiento mundial” y advirtió que “los países más afectados serán aquellos que tienen lazos comerciales más profundos con Estados Unidos”.
La “abogada exitosa” debería acercar sus recetas anti crisis a los popes del capitalismo para comprobar su inutilidad. Los países dependientes y sus burguesías deberían comenzar a poner las barbas en remojo ya que estará a la orden del día determinar quien rescata a la UE y quien a Estados Unidos; esto en relación de que varias de las economías clave del mundo sufren una crisis económica que raja las paredes y llevan más de una década sin ver la luz al fondo del túnel.
Que la crisis la paguen los capitalistas
(*) Integrante del Partido Obrero
