martes, 28 de mayo de 2013

La estrella esquiva

por Marcelo Calvente

marcelocalvente@gmail.com

“Vamos a seguir luchando hasta el final, en la Argentina el último le suele ganar al primero, nosotros vamos a seguir dando pelea en estas cuatro fechas que tenemos por delante. Este partido lo perdimos por dos errores defensivos que cometimos y nos costaron los dos primeros goles, el tercero llegó cuando estábamos jugados por el empate” dijo Guillermo Barros Schelloto al final el encuentro en el que Lanús cayó en San Juan ante San Martín por 3 a 1, su primera derrota en lo que va del campeonato, llevando a la máxima expresión esa actitud autista un tanto exasperante, falto de autocrítica y hasta de seriedad, que el técnico viene teniendo desde que el equipo, allá por la 7º fecha dejó de jugar bien, empezó a empatar más de lo aconsejable y terminó por fin cayendo en San Juan, dejando algo más que el invicto, dejando una muy pobre impresión y la casi totalidad de la chances de campeón que hasta ayer tenía.
Al finalizar la 16º fecha, después de ser puntero primero y alternar en las posiciones de privilegio después, con los aplastantes triunfos de Newell’s -4 a 0 a Boca- puntero absoluto con 32 unidades, y River -3 a 0 a Rafaela- nuevo escolta con 29, dos equipos en alza, Lanús quedó tercero con 28 puntos, y una rápida mirada al fixture que le falta afrontar a los tres de arriba indica que las probabilidades de Lanús de ser campeón son casi nulas. No respecto de River, a quien recibirá por la anteúltima jornada tal vez con la posibilidad de volver a superarlo, sino respecto de Newell’s, que tiene por delante un panorama más que accesible. La Lepra, una vez disputada la actual instancia por la Copa Libertadores el próximo miércoles 29 del corriente ante Boca en Rosario, en caso de pasar a semifinales, no volverá a jugar por la Copa hasta una vez culminado el actual Torneo Final. Sus compromisos serán visitar al difícil escenario donde All Boys juega de local, luego recibirá a Unión de Santa Fe, por entonces seguramente ya descendido; por la 18ª jornada -mientras Lanús y River se eliminen entre sí- en su compromiso más complicado visitará a Atlético Rafaela, y cerrará su campaña en Rosario recibiendo a un Argentinos hoy con pronóstico reservado, entonces posiblemente crítico e
incluso tal vez ya descendido. Señores, no vamos a mentirnos entre nosotros: Si Lanús sale campeón estaremos ante algo más que un milagro. 
Desde este espacio venimos señalando la caída desde la misma fecha 7º, la fatídica del empate ante Quilmes. Aquella noche en La Fortaleza, en el tramo en el que hizo los dos goles, Lanús fue aquel buen Lanús por última vez. Lo que demoramos un poco más en determinar es el motivo de semejante transformación, de ser el mejor de todos a ser uno del montón, de ganar cinco de seis partidos a ganar dos de nueve, y entregar el campeonato en San Juan siendo derrotado cuando estaba mejor, luego de la levantada que experimentó tras lograr el hasta ahí inmerecido empate parcial, logrado por un zapatazo de Barrientos desde afuera del área cuando todo era del local. Desde allí en adelante, Lanús volvió a mostrar en San Juan destellos de aquel que supo ser. Tratando bien el balón, ejerciendo el dominio del juego y buscando entregar la pelota al compañero mejor ubicado y con un buen aporte de Chávez llegado desde el banco en lugar de Pereyra Díaz, sin llegar con mucho peligro que digamos, promediando la etapa Lanús merecía pasar a ganar, hasta que en el fatídico minuto 28 del complemento Agustín Marchesín cometió uno de los pocos errores que se le pueden contabilizar en los últimos tiempos, un error tonto que terminó con las aspiraciones de Lanús, seguramente encandilado por el sol no pudo dominar una pelota aérea sencilla que intento bajar con una mano y que cayó en los pies de Ledesma para señalar el segundo gol local. Lanús siguió intentando pero ya con desesperación: A quince del final, el técnico granate quemó las naves incluyendo a Leandro Díaz por un defensor. El problema es que la quema de naves fue sin el capitán, pero no el del brazalete, sino el del esfuerzo, la entrega y la valentía ¿No nota el técnico que el único jugador de Lanús que reúne todas esas virtudes es el comodín Carlos Izquierdoz? La crítica, el espectador neutral, y todos los hinchas de Lanús con los que charlamos de esto sí lo notan, Guillermo Barros Schelloto no pudo revertir el destino de su equipo, que estaba para campeón y posiblemente termine recibiendo alguna silbatina, y tampoco pudo identificar a quien de sus dirigidos no debía sacar. Pero eso no es lo más grave…
Lo más grave es que por sus declaraciones, pareciera que el entrenador desconoce los motivos que significaron tal desmadre futbolístico. Nosotros suponemos que el plantel está mal físicamente, desde afuera esa es la sensación que nos da, lo que significaría que se trabajó mal en ese aspecto. Entonces la casi segura pérdida del título que parecía destinado a engrosar las vitrinas del club es su responsabilidad, ya que al preparador físico, el profesor Javier Valdecantos, lo trajo y lo respalda él. Pero, por favor, Guillermo: No importa cual, pero los hinchas granates se merecen una explicación más sólida y creíble de tu parte, porque está frustración va a ser un trago muy difícil de tragar para todos los simpatizantes que confiaron en que este sí iba a ser el semestre de la tercer estrella. Una estrella que Lanús viene mereciendo desde 2008, increíblemente pasaron ya más de cinco años de aquella inolvidable conquista, una estrella que se hace negar más de lo debido y no todo es por culpas ajenas.