domingo, 27 de octubre de 2013

La semana en pocas palabras

Informe Económico Semanal del Banco Ciudad

En la recta final de la carrera electoral, el dólar “blue” volvió a ser noticia, al tocar un nuevo pico histórico, reflejo de una economía que muestra cada vez más dificultades para generar divisas y detener la sangría de reservas, las cuales acumulan una baja de más de USD 10.000 millones en el último año. Por el contrario, la bolsa y los títulos públicos se mantuvieron relativamente firmes, tras el fuerte incremento acumulado en 2013. Este divorcio entre el mercado cambiario y el de activos pone de manifiesto que el mayor apetito por riesgo argentino, anticipando el fin de un ciclo político, responde más a una apuesta de los inversores que a una solución de los problemas económicos subyacentes.
En línea con lo anterior, esta semana el INDEC divulgó los datos de la balanza comercial de septiembre, que registró su séptima caída interanual en 2013. El mes pasado, si bien las importaciones moderaron su ritmo de crecimiento (4%), volvieron a aumentar más que las exportaciones (3%). Así, el saldo comercial continuó con su tendencia declinante, acumulando una baja de 30% en el año, a partir de una serie de distorsiones y errores de política económica que vienen afectando tanto a las ventas como a las compras externas.
En lo que respecta a las exportaciones, se observó una caída en todos los grandes rubros, con excepción de las manufacturas agropecuarias, cuyas ventas al exterior crecieron un 22%, a partir de una parcial recomposición de los despachos de derivados de la soja, en un año en el que los productores vienen reteniendo su producción, afectando la normal actividad de las
aceiteras. La aceleración de la pauta devaluatoria, sin saltos discretos, a una velocidad crucero del 30% anualizado, derivó en que los productores decidan retener parte de la producción de la oleaginosa, en busca de un mayor precio (en pesos) en el futuro. Según nuestras estimaciones, a esta altura del año podrían haberse comercializado alrededor de 7,5 millones de toneladas adicionales de soja, las cuales habrían representado un ingreso de divisas extra por USD 2.500 millones, que hubiese ayudado a compensar cerca del 80% del acelerado deterioro de la balanza energética.
Por el contrario, las exportaciones de productos primarios experimentaron una nueva baja (-5%), arrastradas por las menores ventas de trigo, de las cuales prácticamente no se registraron despachos en los últimos meses, acumulando una caída de 67% en 2013. Es decir, la escasez del cereal, al que en la última campaña se destinó la menor área sembrada en más de 100 años, no sólo presiona sobre sus precios internos y los de la harina y sus derivados, sino que también está afectando el ingreso de dólares comerciales.
En el mismo sentido, las ventas externas industriales disminuyeron un 3% anual, afectadas por la desaceleración de la demanda automotriz de Brasil (destino del 80% de las exportaciones de vehículos), combinado con una nueva baja de las ventas externas de biodiesel, que en el año se derrumbaron un 49% (todo esto en un contexto en el que 10 de los 14 sub-rubros que conforman las MOI acumulan caídas en lo que va del 2013).
En lo que respecta a las importaciones, la demanda de autos importados continuó creciendo aceleradamente y explicó el 80% del incremento de las compras externas. La brecha existente entre el tipo de cambio oficial y paralelo, que esta semana rompió la barrera de los $/USD10, incentiva la demanda de vehículos importados de lujo, a lo que se agrega un adelantamiento de consumos de autos de gama media y baja, derivado tanto de la aceleración de la pauta devaluatoria, como de la búsqueda de un refugio frente a la inflación, aprovechando las facilidades crediticias que ofrecen los bancos y las propias terminales.
Por último, el déficit energético se incrementó un 125% en septiembre, pese a que las compras externas de combustibles cayeron por primera vez en el año (-9%), siendo más que compensadas por las menores exportaciones de energía (-30%). A un año y medio de la expropiación de YPF, las importaciones de combustibles sumaron casi USD 10.000 millones entre enero y septiembre (+25% anual), acumulando la balanza energética un rojo de USD 5.600 millones, el cual más que duplica el del mismo período de 2012 y explica la totalidad de la contracción del superávit comercial agregado.