martes, 4 de marzo de 2014

Los carbohidratos dañan el cerebro

por Alejandro Chitrangulo

Un experto, el doctor David Perlmutter, médico neurólogo, director del Centro de Salud Perlmutter, en Florida, Estados Unidos, y profesor asociado en la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami, sugiere que modificar la dieta podría reducir el riesgo de enfermedades neurológicas tales como el deterioro cognitivo o el Alzheimer.
Según este experto Incluso pequeños aumentos del azúcar en sangre causados por una dieta rica en carbohidratos puede ser perjudicial para la salud del cerebro. Los estudios más recientes que se pueden encontrar entre la literatura médica establecen un vínculo entre las dietas a base de carbohidratos, altas en calorías, y un mayor riesgo de encogimiento del cerebro, demencia y enfermedad de Alzheimer, deterioro cognitivo, y otros trastornos.  
En la entrevista titulada: Repensando los abordajes dietarios para la salud cerebral, publicada en la revista Alternative and Complementary Therapies, Perlmutter que además es miembro del Colegio Americano de Nutrición, asegura: ”Vivimos con la idea de que una caloría es una caloría, pero por lo menos en términos de salud cerebral -y creo yo que para el resto del cuerpo también- hay muy grandes diferencias entre las distintas fuentes de calorías en cuanto a cómo impactan en nuestra salud. Las calorías provenientes de los carbohidratos, que elevan la glucosa en sangre, son enormemente más perjudiciales para la fisiología humana, y específicamente para la salud humana, que las calorías derivadas de fuentes saludables de grasa.”
En concreto, el investigador apunta que los niveles elevados de glucosa en sangre resultan dañinos para el cerebro en general, pero más específicamente, para el hipocampo, el área del cerebro involucrada en la función de la memoria.

Otros estudios

  Un artículo reciente publicado en la revista Neurology indicó que los aumentos de glucosa en sangre y hemoglobina glicosilada se traducen en dos cosas: el compromiso de la memoria y el encogimiento del hipocampo. Otro artículo publicado en The New England Journal of Medicine demostró que incluso pequeños aumentos del azúcar en sangre implican un riesgo elevado de manera dramática de desarrollar demencia. Hay una correlación muy marcada al
reconocer que hasta los aumentos leves de glucosa en sangre –incluso aquellos por debajo del nivel para ser considerado diabético- ya podrían estar dañando el cerebro.

Dieta ideal

Al hablar del tipo de dieta que él recomienda, el experto afirma: ”La dieta que yo aconsejo -alta en grasas y baja en carbohidratos- es simplemente lo que hemos comido por millones de años, así que cuenta ya con bastantes antecedentes. En realidad la dieta que la gente consume en la actualidad, terriblemente alta en carbohidratos y baja en grasas, es uno de los mayores desafíos para la fisiología humana y esto es muy preocupante”.
Perlmutter también se refiere al consumo de gluten como un probable factor dañino para el cerebro. En ese sentido, asegura que además de la enfermedad celíaca, caracterizada por la intolerancia al gluten, se ha descubierto que existe la “sensibilidad al gluten” en personas que no son celíacas y que podría afectar al 30% de la humanidad.
Asimismo, el catedrático cita el trabajo del doctor Mario Hadjivassiliou, del Royal Hallamshire Hospital, en Reino Unido, en el que se indica que la sensibilidad al gluten puede en ocasiones ser una enfermedad puramente neurológica, extraintestinal. ”De hecho estamos viendo cada vez más literatura que apunta a la sensibilidad al gluten como la culpable de diversos problemas neurológicos, que incluyen la depresión, la disfunción cognitiva, los desmayos e incluso los dolores de cabeza”, remarca.
   “En el campo clínico, cuando vemos niños con trastorno por déficit de atención o adultos mayores con depresión o demencia, podemos lograr mejorías en estas presentaciones clínicas simplemente al sacar el gluten, reducir los carbohidratos, y agregando grasas saludables a la dieta. Entendemos los beneficios de hacer esto tanto a través de la literatura médica como mediante la observación clínica”, subraya.
Con el objeto de preservar la salud cerebral, Perlmutter insiste en que los alimentos que contienen gluten tienden a ser altos en carbohidratos y que los panes, pastas, galletitas, crackers y otros alimentos comunes que contienen gluten son extremadamente altos en índices glucémicos por lo que deben ser evitados.
La elección de productos “libres de gluten” no sería una solución según este profesional. ”Las personas que escogen esta clase de alimentos no se estarían haciendo un favor porque de todas formas seguirían llenando sus cuerpos de altos niveles de carbohidratos”, concluye.