martes, 8 de abril de 2014

El tabaco y la impotencia

por Alejandro Chitrángulo

Guiados por la ignorancia de sentirse casi inmortales, muchas personas jóvenes deciden jugarse las cartas y tirar su vida a la suerte, sin importarles por cuánto tiempo podría acompañarlos la buena fortuna. Aún así, aferrados a la idea de vivir a plenitud y sin restricciones, abandonan su corta pero, según ellos, fructífera estancia en la tierra, con el regocijo de llevarse consigo el aroma de un cigarrillo. Molesto para algunos, pero indispensable en la vida de otros, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el tabaco causa una muerte cada 10 segundos. Sin embargo, y pese a que la producción mundial de tabaco disminuyó un 11% en los últimos diez años, su consumo aumenta, sobre todo entre la población más joven.
Las estadísticas del horror:                                                                                                      
Se calcula que el tabaco causa unas 3 millones 500 mil muertes anuales en todo el mundo. Se estima que estas cifras podrían duplicarse en los próximos treinta años, con una mayor incidencia en los países subdesarrollados. De los 1.100 millones de fumadores que hay en el mundo, al menos 800 millones se concentran en países en desarrollo, mientras en los próximos diez años se prevé que sólo el 15% de los fumadores vivirán en los países mas ricos.                                                                
  Se estima asimismo que en la actualidad se producen 150 mil muertes anuales en América Latina y el Caribe por causa del tabaco. Los expertos calculan estadísticas que nos trasmiten terribles predicciones. A tal punto que si la tendencia no varia las muertes por culpa de este vicio podrían ascender a 400 mil personas por año en estas regiones.                                            Eso significa, según se prevé, que en un futuro no muy lejano causará más víctimas que el
HIV, la tuberculosis, la mortalidad infantil y los accidentes de tránsito, juntos. 
El destino de quienes cambian salud por cigarrillos pudiera ser muy diferente si su vida no se circunscribiera a ese mortal producto.                                                                       El tabaco puede producir cáncer de labio, faringe, esófago, páncreas, pulmón, riñón, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, reumatismo, hipertensión arterial e infarto, ateroesclerosis, tuberculosis, neumonía e influenza, enfisema y asma. Los niños de madres fumadoras nacen con  una salud endeble. Bajo peso, dificultad respiratoria y altas probabilidades de padecer cáncer de pulmón y otras enfermedades. 
En las personas que fuman desde la adolescencia la amenaza de morir es tres veces mayor que la de los no fumadores. Estudios recientes revelan que quienes consumen mas de un paquete diario tienen un 50% de riesgo de morir a causa del tabaco y disminuyen en unos veintidós años la esperanza de vida. Sin embargo, como rectificar también es de sabios, quienes deciden abandonar el hábito reducen en un 50% el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria, solamente un año después. Lo mas grabe de todo esto es que estudios realizados para comprobar el efecto del tabaco en los fumadores pasivos muestran daños a la salud, que no escapan a la posibilidad de un cáncer o una enfermedad cardiaca. Otras investigaciones comprueban, asimismo, que contrario a lo que estamos acostumbrados a oír, los fumadores tienen más posibilidades de estar pasados de peso. Alertados están, pero aún así, en el debate entre la vida y la muerte algunos prefieren dormir atrapados por la ignorancia, envueltos en una cortina de humo que a la larga los invita a morir. 
A todos los males ahora se le suma la impotencia                           
Según un estudio llevado a cabo en China y tras estudiar los datos recolectados de más de 4.700 hombres que participaban en el estudio InterAsia, una amplia investigación de salud llevada a cabo por un equipo de investigadores dirigido por Jiang He, de la Universidad Tulane, en Nueva Orleans (Estados Unidos)  durante los años 2010 y 2011, , ha confirmado los efectos negativos del tabaco sobre la salud sexual del varón. Los resultados muestran que entre los varones que fuman sólo unos pocos cigarrillos al día se aumenta hasta en un 60 por ciento el riesgo de sufrir impotencia.                                                                               
 Aunque no se trata del primer estudio que encuentra una relación entre el tabaquismo y la disfunción eréctil, esta investigación es única ya que consigue demostrar que el tabaco deteriora la salud sexual masculina independientemente de otros factores de riesgo como la edad, la hipertensión arterial, el colesterol o la diabetes. Los participantes en el estudio respondieron a preguntas acerca de su vida sexual y de su historial de tabaquismo. Tras ajustar estadísticamente los datos recogidos, los investigadores determinaron que fumar menos de 10 cigarrillos al día aumenta el riego de impotencia en un 16 por ciento respecto a los no fumadores. Esta probabilidad aumentaba hasta el 36 por ciento en los hombres que fumaban entre 11 y 20 cigarrillos y se disparaba hasta el 60 por ciento en fumadores de más de un paquete diario. Los hombres pueden asumir razonablemente que el tabaco empeorará un problema que la edad o la enfermedad crónica traerán algún día a su puerta. 
Un tema importante a la hora de aconsejar a los jóvenes respecto al hábito tabáquico consiste en que les estamos recomendando que no fumen ahora para evitar problemas de salud que pueden sufrir décadas más tarde. Quizás un aviso más directo en los paquetes sería muy útil y aparte de colocar “el tabaco mata”, podríamos agregar “el tabaco te vuelve impotente”.