domingo, 13 de abril de 2014

Un paro demoledor para derrotar el ajuste KK

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

La huelga docente por tiempo indeterminado que quebró a Cristina y a Scioli obligó a la burocracia sindical “opositora” a lanzar “un parito” para descomprimir por todo el tiempo necesario la crisis instalada en fábricas y lugares de trabajo frente al violento ataque a las condiciones de vida. La patronal, en este caso representada por Massa, necesitaba el “parito” para bajar la temperatura de la caldera obrera y por eso Massa se diferenció: “La huelga fue claramente importante y los piquetes fueron una mancha feroz” (La Nación12/4/2014).
  El 9 y el 10 de abril los medios audiovisuales de comunicación mostraron un mapa de cientos de lugares en el país donde se producirían cortes. Esa modalidad fue debatida y organizada el 5/4/2014 por la Coordinadora Sindical Clasista/PO-FIT que agrupó en el Sindicato del Sutna a 400 representantes sindicales que discutieron el formato y lo dieron a conocer por conferencia de prensa.
  “En oposición al paro aislado, desmovilizador, al servicio de la oposición de los Massa y cía. y sin programa, convocado por las burocracias de Moyano-Barrionuevo, llevaremos adelante un paro activo, con asambleas que voten la huelga en los lugares de trabajo y con un programa definido: por $ 3.000 de aumento de emergencia y $9.000 de inicial, eliminación del impuesto al salario, libertad y desprocesamiento de los petroleros de Las Heras, 35% de piso en paritarias, defensa del 82% móvil. Impulsamos que este paro sea parte de un plan de 36, 48 y 72 horas hasta la huelga general para quebrar el ajuste que se agrava día a día” (Comunicado CSC 7/4/2014).
  En el marco de esta lucha, diversas agrupaciones sindicales de la CSC recorrieron el microcentro porteño los días anteriores al paro y realizaron actos en las puertas de empresas
telefónicas (Personal, Telefónica, Movistar y Claro) e importantes bancos (Provincia y Galicia), denunciando la precarización laboral, la entrega de las paritarias por la burocracia y las presiones patronales para que los trabajadores concurran sí o sí a sus lugares de trabajo. Las recorridas de la CSC se hicieron en diversas ciudades y provincias del país.
  El paro respondió a la miseria salarial, al saqueo del Anses para pagar la deuda, al ascenso del genocida Milani, a las paritarias con techo, a un salario mínimo que significa el 30% de la canasta familiar, a una asignación por hijo que consagra la miseria social. A la entrega de YPF, al desfinanciamiento de las escuelas públicas, a la apropiación por parte de intendentes y consejos escolares del presupuesto de los comedores, en fin al ajustazo KK (Kirchner/ Kicillof). 
   El paro desbordó a los aliados de Massa que deliraban como Micheli con “una jornada silenciosa” e ilustró que el movimiento obrero giró a la izquierda de los convocantes que pretendían 24 horas de manos libres para maniobrar políticamente y anudar lazos espurios con sectores patronales (Massa, Macri, Binner, Sociedad Rural, etcétera), con un programa compartido con los K. Junto al oficialismo todos apuntaron a no hacer olas intentando que pasen los acuerdos más ruines: con el FMI, el Club de París, Chevron, Repsol, a lo que se sumará otra vuelta de tarifazos e impuestazos. Es decir el Rodrigazo KK que sólo ha sido aplicado en un 10%. 
  El FMI, que tiene de visita a Kicillof en EEUU, señaló que “son necesarios cambios de política más significativos para evitar un ajuste desordenado” (Ámbito Financiero 12/4/2014). El  “relato” entró en agonía ya que en la búsqueda del crédito “salvador” las instrucciones de CFK a Kicillof incluyen habilitar la auditoria colonial del FMI en el país.  
  Facundo Moyano, el modosito representante de Massa, dictaminó: “El piquete no tiene nada que ver con la huelga, no es un derecho”. Pero sí lo fue para la historia de los trabajadores quienes 200 años atrás apelaron a los bloqueos para detener la masacre de niños obreros exterminados por el trabajo infantil en fábricas inglesas y para que se bajara a 10 horas la jornada a los adultos. Las patronales gringas exigían como Massa, se detuviera “esa mancha feroz” por medio del “derecho” de las bayonetas. ¡Que tal con la dirigencia obrera, educada y elegante del siglo XXI!
  Mientras la burocracia no hizo una sola asamblea, en los talleres del diario Clarín (AGR) por primera vez en su historia se votó en los tres turnos a mano alzada ir al paro por todas las reivindicaciones, haciendo polvo la historieta que Magneto fogoneaba la medida. En el subte, la CTA hizo fraude en las asambleas pero al otro día no fue nadie a trabajar y Segovia dibujaba que una docena de matones impidieron que 2.000 obreros entraran.
  En las automotrices, los micros de las empresas que buscan a los laburantes diariamente para llevarlos a fábrica fueron y vinieron vacios. En las escuelas de todo el país el paro fue masivo a pesar de Yasqui y cía. Baradel viajó especialmente como rompehuelgas a Salta y provocó que 6.000 docentes se movilizaran el mismo 10 de abril reafirmando el paro por tiempo indeterminado. El paro en docentes no fue por falta de transporte o por los cortes, un porcentaje alto tiene auto y en el interior que no hay líneas de colectivos el que no tiene auto va en bicicleta o moto.   
  En el Ministerio de Economía los delegados combativos hicieron asambleas por sector y se votó mayoritariamente parar. El 10/4 militantes de La Cámpora (cuya consigna cuando la ve a “Ella” es cantarle: “Aquí están los chicos para la liberación”, se organizaron miserablemente para carnerear el paro buscando al personal en autos, taxis y remises y llevarlos a trabajar. El resultado fue un rotundo fracaso.
   La idea de tirar la piedra y esconder la mano lanzando un paro por arriba y sin debates con las bases no fue tolerada en muchos lugares de trabajo, tampoco por varias seccionales de camioneros (Pergamino, Junín, La Pampa, Santa Cruz, Corrientes, San Juan, Tierra del Fuego, Mendoza, Rosario) que cortaron rutas contrariando las órdenes de Hugo Moyano y mostrando mediante la “mancha feroz” que el “extraordinario” salario camionero está compuesto por sumas por trabajo a destajo.
  El paro abrió una crisis soberana en el gobierno, la oposición y en la burocracia sindical opositora y oficial. 
  Un sector todavía minoritario pero en aumento de la clase obrera intervino en forma independiente de las patronales y ¡eso sí tiene futuro!

(*) Miembro del PO