miércoles, 9 de julio de 2014

Dientes cultivados

por Alejandro Chitrángulo

Una de las cosas buenas del envejecer en el siglo 21 es que hay más probabilidades de que conservemos nuestros dientes naturales. Veinte años atrás la mayoría de las personas de 65 años o mas, habían perdido casi todos sus dientes naturales. Pero, en la actualidad, gracias a la mejor atención dental, un mayor número de personas conserva los dientes en la vejez, y los expertos predicen que para el año 2019 sólo el 20 por ciento de la gente anciana habrá perdido todos sus dientes.
Al igual que el resto del cuerpo, la boca cambia con la edad, entender estos cambios hace más fácil mantener la boca y los dientes sanos. Y esto en la tercera edad es una ventaja porque facilita el comer fruta fresca y verduras, alimentos que contienen importantes nutrientes y fibra que ayudan a prevenir muchas enfermedades.  De hecho la salud de las personas mayores sufre a consecuencia de la dificultad para masticar, que los lleva a comen sólo alimentos blandos y procesados.
Hasta ahora este problema tiene una solución a medias, la odontología a avanzado muchísimo en los últimos años y continuamente se fabrican mejores implantes y se inventan nuevas técnicas. Pero las dentaduras postizas y los implantes artificiales podrían pasar a la historia en un plazo de cinco a diez años. 
Un gran descubrimiento                                                                                                
 Un grupo de investigadores británicos y estadounidenses, de la Universidad King´s Collegue de Londres, y del Instituto Forsyth de EE.UU. ha probado en ratones una nueva técnica que ha demostrado que se pueden crear dientes naturales a partir de células madres. La investigación, financiada con casi un millón de dólares por la compañía multinacional Odontis, espera que los alentadores resultados observados en ratones puedan llevarse a cabo en humanos en un plazo no superior a dos años. De esta manera, y según el equipo de científicos, la tecnología podría estar disponible para el público en general en cinco años.

Una técnica revolucionaria                                                                                                    
 La nueva técnica, que fue desarrollada sobre la base de ingeniería de tejidos, consiste en reprogramar las células madre en laboratorio para que puedan crecer hasta convertirse en dientes. O sea producir  piezas dentarias biológicas, capaces de sustituir a las humanas. Los científicos hicieron que una suspensión de células individuales provenientes de un diente joven se reorganizaran dentro de una corona dental que contenía esmalte y dentina.   Este proceso tardaría en torno a los dos meses y, una vez obtenida la pieza, se trasplantaría al maxilar correspondiente.                           
La nueva técnica, aún se encuentra en su fase experimental. En un artículo publicado en el Journal of Dental Research, correspondiente a octubre de 2002, los investigadores describen cómo usaron enzimas para aislar células inmaduras de dientes de cerdos de seis meses de edad. Las células obtenidas fueron colocadas en moldes hechos de polímeros biodegradables, que luego se implantaron en ratas. En 30 semanas se registró la formación de pequeñas coronas dentales que tenían todos los elementos de un diente normal. Se logró desarrollar en laboratorio piezas dentales con un importante nivel de maduración, es decir, con dentina, odontoblastos (células que secretan la dentina), pulpa, cementoblastos (células que cubren las raíces) y esmalte.  La meta siguiente es el cultivo de raíces de los dientes, afirmó la doctora Pamela C. Yelick, quien dirigió el proyecto.                                                             Por su parte el profesor Paúl Sharpe, investigador genetista responsable de la técnica y director de la división de Biología Craneofacial y Biomateriales del Instituto Dental King’s College londinense. Explico en una nota para la BBC, que una de las principales ventajas de esta tecnología es que un diente vivo puede conservar la salud de los tejidos aledaños mucho mejor que una prótesis artificial. Si compensa o no cambiar la dentadura postiza por una natural tendrá mucho que ver con el costo de la operación. Aunque la técnica aún no está en el mercado, los expertos calculan que el implante de las piezas oscilará entre los 2.000 y los 3000  dólares, un poco más que una prótesis sintética, con la ventaja de que el diente natural mejoraría la salubridad bucal del paciente que recibe el trasplante. Permitiendo la reparación biológica de enfermedades dentales.