lunes, 7 de julio de 2014

El kirchnerismo saldrá airoso y con mayor fortaleza

por Omar Dalponte

Del peloteo con los fondos buitres y los cascotazos que se han lanzado contra Boudou el kirchnerismo saldrá airoso. Las clases dominantes lo saben. También se percibe en las carpas opositoras habitadas por los políticos de segunda categoría que los sectores de poder real manejan a su antojo. Evidentemente la fortaleza kirchnerista ante la adversidad pone histéricos a nuestros políticos de cabotaje que triscan en los medios de comunicación haciendo gala de una mediocridad espantosa. En general, los discursos opositores no son otra cosa que hemorragias verbales sin vinculación con los hechos reales que, en definitiva, tienen muy poca influencia en la opinión de las mayorías. Ha quedado demostrado en muchísimas oportunidades que después de cada aparente derrota el kirchnerismo emerge con mayor fuerza y coraje para tomar decisiones que en todos los casos han sido de trascendencia mayúscula.
Probablemente en un par de meses, estas piedras en los zapatos que se le han puesto al oficialismo aquí y en el exterior para perturbar su accionar, ya habrán pasado al olvido. Si esto así ocurre será necesario prepararse para sortear otros obstáculos porque todo el mundo sabe que el modelo en favor de los más humildes es inaceptable para quienes pretenden un país con muchos pobres y pocos ricos. A nadie escapa que los métodos que emplean para pulverizar la experiencia kirchnerista no tienen la suavidad del terciopelo y por lo tanto es menester fortalecer los mecanismos de resistencia popular.
Tampoco hay que descuidar el frente electoral pues para la continuidad del proyecto que encabeza Cristina Fernández es imprescindible un triunfo contundente en las próximas elecciones. Por lo tanto no es menor el tema de las candidaturas que habrán de resolverse a mediados del año próximo. Ya son conocidas las aspiraciones de no menos de media docena de dirigentes dispuestos a tomar la posta y no sería extraño que nuevas figuras salgan a escena. Sin ánimo de hacer futurología pensamos que si se supera favorablemente el tema
del vicepresidente, y la puja con los fondos buitres se resuelve exitosamente tal vez haya nuevos anotados en la carrera hacia la presidencia de la Nación. Pensar en candidaturas exige reflexionar en torno a nombres propios e impone alguna pregunta: ¿Si pone en caja a los usureros que nos jaquean no podría ser Axel Kiccilof una nueva figura con posibilidades de integrar la lista actual o futura de los presidenciables?. A veces, en política, suelen suceder hechos inesperados. Se sabe de las simpatías políticas de la señora presidenta con el joven economista y del interés que éste ha despertado en sectores ciertamente importantes del kirchnerismo. El ministro tiene garantizada las primeras páginas de los diarios durante un tiempo considerable y no todas serán desfavorables. Además cuenta con el almanaque a favor. Muchos de nosotros en 2023 estaremos muy viejos o felizmente muertos. Kiccilof será entonces apenas un cincuentón que si no dejó sus ideales a las puertas del ministerio de Economía puede ser protagonista principal en la Argentina de ese tiempo por venir.
Por otra parte convengamos que en los procesos históricos las penas y las alegrías van de un lado para otro. No ha resultado grato para nosotros el procesamiento del vicepresidente de la Nación ni el fallo de un juez estadounidense a quien su extrema vejez no le impide hacer daño sirviendo a la usura internacional. Pero también no perdamos de vista que el Partido Justicialista con todo su potencial ha cerrado filas en torno a Amado Boudou y que en nuestra lucha con los fondos buitres nos han brindado su solidaridad infinidad de países amigos. Un par de buenas noticias. Estas tomas de posiciones tanto en el ámbito del PJ como en la Organización de Estados Americanos no son motivos de felicidad para la oposición que pretende ver herido de muerte y en soledad al gobierno nacional.
Se supone que los dirigentes que integran la conducción del PJ no son improvisados y que su decisión de respaldar a Boudou no la hubiesen tomado de no tener la certeza de la inocencia del funcionario. Por otra parte, el apoyo recibido por nuestra República en el plano internacional coloca a los llamados fondos buitres y a sus socios del imperio en una situación nada sencilla. Ahora enfrentan no sólo a un estado dispuesto a defender su soberanía. También reciben las críticas de un conjunto de países que observando la pelea de la Argentina como una causa justa pueden llevar su actitud más allá del territorio de las declaraciones.
Los que desean el naufragio kirchnerista no tendrán suerte. La fuerza de la realidad se encarga de poner las cosas en su lugar y seguiremos bien a pesar de las dificultades