por Lisandro Martínez*
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EEUU y el Vaticano celebran en 2014 haber decidido reanudar las relaciones entre Cuba y EEUU. Todas las informaciones acuerdan que es un triunfo de la pequeña nación caribeña sobre el gigante expoliador de los recursos naturales de todo el planeta.
En 54 años EEUU (el sumun de “la democracia”) desató sobre el gobierno revolucionario la furia de los 7 jinetes del apocalipsis sin poder derrotar al pueblo, intentó corromper a sus dirigentes y atentó una y otra vez contra la vida de sus líderes. En 1961 invadió Cuba con mercenarios armados que fueron derrotados por el pueblo en armas y finalmente los representantes excelsos de la democracia propiciaron con todos los países subordinados un bloqueo que se extendió más de medio siglo. En 1962 mediante una extorsión nuclear -crisis de los misiles- volvieron a reclamar rendición incondicional pero los jóvenes revolucionarios no dieron un solo paso atrás en defensa de la independencia política ganada y mostraron a quien lo quisiera ver que sólo la acción malévola del estalinismo soviético –cuya política era de convivencia pacífica con el imperialismo- mitigó lo que debiera haber sido una derrota política histórica de EEUU que abriera una ventana a la humanidad. La historia registra que las batallas ganadas heroicamente sólo aparecen en el celuloide de Hollywood y mientras más se las revisa sólo muestran horrores y desatinos producidos para explotar nuevos mercados en beneficio de un puñado de empresas y que “Apocalipsis Now” es un pálido reflejo del demencial derrotero capitalista.
A 70 años lastiman profundamente las retinas de quienes se atreven a mirar las fotografías donde sacerdotes católicos bendicen los bombarderos yanquis que luego arrojaron bombas
atómicas en Hiroshima y Nagasaki que significaron la muerte de 220.000 personas. El 20% murió por lesiones o enfermedades por contaminación radiactiva. Otros fallecieron por leucemia y distintos cánceres atribuidos a la exposición a la radiación. Uno de los responsables civiles de aquella atrocidad fue un joven ejecutivo de la FORD, llamado Mac Namara, quien en sus memorias destaca que al planificar las operaciones aéreas –antes de “la Atómica”- los aviones iban a 10.000 mts y arrojaban bombas comunes. Revisando encontró que las viviendas en Japón eran de madera, entonces decidió que volaran a 5.000 mts y arrojaran bombas incendiarias. La confesión del genocida “civil” pinta los intereses comerciales siempre presentes detrás de cada acción “humanitaria”.
Que dos Estados (EEUU y el Vaticano) vinculados históricamente a perseguir a los herejes, a los no creyentes y a las minorías étnicas, que defienden la inquisición y la pedofilia uno y la tortura y el afán de lucro el otro, acuerden, no presagia ningún cambio positivo para Cuba quebrada económicamente, lo que intentan los “salvadores” es que la oveja descarriada vuelva al corral para ser esquilada brutalmente por teólogos y saqueadores.
“El analista Tinker Salas, entrevistado por RT, aseguró que Washington decidió la normalización con Cuba por su aislamiento en la zona”. (19/12/2014). Pero otros señalan se trata de acabar con las resistencias del gobierno de Venezuela.
“Entre aquellos ansiosos por el acceso a un mercado cubano vedado por el embargo están los agricultores, las agencias de viajes, los productores de energía y los importadores de ron y habanos en EEUU. “Nos hemos estado preparando para este día por muchos años”, dijo Erik Herzfeld, cogerente del fondo Herzfeld Caribbean Basin, que ha estado invirtiendo en “líneas de cruceros, compañías de infraestructura y cualquier compañía que creamos que tendrá un papel en Cuba”. El fondo aumentó en la Bolsa de u$s1,98 a u$s8,78".(AP 17/12/2014). También están Walmart, Mac Donald, los especuladores inmobiliarios, en síntesis la pandemia que padecemos los países dependientes a quienes los dueños del planeta nos reservan el papel de entregadores de reservas naturales para estar “felizmente” integrados al mercado mundial.
¿Qué era Cuba en la década del 50?
El 10/3/1952 Fulgencio Batista con el OK de EEUU organizó un golpe de Estado echando a Carlos Prío Socarrás, elegido en las urnas. Batista suspendió el Congreso, suprimió el derecho de huelga, impuso la pena de muerte y suspendió las garantías constitucionales.
El 27/3/1952 EEUU reconoció al régimen de Batista. Dijo el embajador de EEUU en La Habana: “las declaraciones de Batista respecto al capital privado fueron excelentes, yo sabía sin duda que el mundo de los negocios formaba parte de los partidarios del nuevo régimen”.
El gobierno estaba íntimamente vinculado a gánsteres como Meyer Lansky o Luigi Trafficante Jr. En 1933 cuando Batista se autoproclamó coronel conoció a “Lucky” Luciano y Santo Trafficante. El juego estaba controlado por Lansky, número dos de la mafia estadounidense, quien “había creado para Batista la organización de juegos de La Habana” (Le Monde).
En ese escenario de entrega, miseria y represión, se produce el intento de copamiento al cuartel Moncada por parte del movimiento 26 de julio.
Fidel Castro el 16/10/1953 durante el juicio a los asaltantes del Moncada pronunció su alegato (“La historia me absolverá”), analizando la situación política y económica, las circunstancias desesperantes de las masas laboriosas y pobres cubanas durante el gobierno de Batista y propuso una salida.
(…) “Dije que las segundas razones en que se basaba nuestra posibilidad de éxito eran de orden social. ¿Por qué teníamos seguridad de contar con el pueblo? (…) “El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el de la vivienda, el del desempleo, de la educación y de la salud. (…). no estaban resueltos.
