martes, 10 de marzo de 2015

Aportes para el debate entre compañeros

por Omar Dalponte

omardalponte@gmail.com

(Segunda y última nota)
      Néstor Kirchner dio vuelta la tortilla. El año 2003 fue el inicio de una época inesperada para quienes veníamos de una larga lucha. Hasta entonces parecía imposible emerger de la pobreza, el hambre, la desocupación y la dependencia. Muchos creyeron que nuestro país jamás podría liberarse del yugo impuesto por los poderes financieros y económicos internacionales. Los usureros de potencias extranjeras hacían su agosto a costa de la miseria de los argentinos con la complicidad de los vendepatria locales que entregaron nuestras riquezas y lesionaron seriamente nuestra dignidad. Fue Néstor Kirchner quien, como un gigante de los nuevos tiempos, se plantó en la escena nacional y en los foros internacionales para restablecer la dignidad perdida y recuperar a la Argentina como un país soberano y respetado en el mundo. Ni que decir de Cristina Fernández que, no solamente continuó la obra del presidente Kirchner sino que además profundizó el proyecto nacional, sostuvo y elevó el modelo político, social y económico que hoy podemos presentar ante el mundo como un ejemplo de progreso.
La muerte de Néstor Kirchner le dio más vida a la militancia. El día de su fallecimiento fue para el kirchnerismo -salvando las diferencias- lo que el 17 de octubre significó para el peronismo. Los veteranos, con nuestra carga de pocos éxitos y muchas frustraciones, apretamos los
dientes y sacamos fuerzas de donde pensábamos que ya se habían agotado. La presencia y respuesta de miles y miles de jóvenes frente a la adversidad animaron nuestros espíritus y pudimos comprobar que el llanto se transformaba en fuerza militante, en disposición para la lucha, en garantía para profundizar el proyecto del kirchnerismo. En medio del drama renacíó la esperanza. El año siguiente, en las elecciones de 2011, Cristina ganó con el 54 % de los votos a favor. A partir de allí las realizaciones de avanzada llevadas a cabo por el gobierno nacional dejaron casi sin aliento a la oposición de los partidos políticos y enardecieron a los poderes reales que procuraron y procuran el retorno al peor pasado valiéndose de cualquier medio. Hasta de los más feroces.
Ahora, a principios de 2015, en un año de disputas electorales es difícil controlar las pasiones. Pero si bien es cierto que las elecciones primarias y las generales que habrán de efectuarse en octubre son sumamente importantes, es absolutamente necesario pensar y trabajar por la organización del Movimiento para más allá de diciembre.
En cualquier escenario, y con quien finalmente sea nuestro candidato, el Frente para la Victoria realizará una excelente elección en el mes de octubre. Apostamos al triunfo, y si ello ocurre habrá que afrontar los nuevos desafíos. Como punto de partida será necesario proponer una inmediata reforma constitucional como tema principal de un programa que interprete las necesidades de la Argentina dentro de la realidad nacional e internacional a quince años de iniciado el siglo XXI. Obteniendo por cuarta vez el apoyo de las mayoría de los argentinos, mayores serán nuestras responsabilidades. Pero si así no ocurriera, aún sin lograr la presidencia de la Nación, el kirchnerismo seguirá siendo una fuerza muy grande a nivel parlamentario, de gobernaciones provinciales y concejos deliberantes. En cualquier caso, para la nueva etapa que se inicia a partir de fin de año, será necesario construir más unidad y organizar las diferentes ramas del Movimiento kirchnerista que, tal como lo hemos dicho en varias opórtunidades, es la versión actual del Peronismo acompañada por distintas expresiones del campo popular. La realidad del año 2015 nos exige una gran imaginación para concretar la organización del Movimiento, asentarlo a nivel nacional en cada barrio, en cada pueblo, en cada provincia y hacerlo funcionar respondiendo a la jefatura de Cristina Fernández. Algunas cosas de suma importancia ya están en nuestro haber. Contamos con: el liderazgo concreto de Cristina, un poder de movilización que supera en mucho a las demás organizaciones políticas, presencia en todo el territorio nacional, un caudal juvenil que garantiza entusiasmo y militancia activa hacia adelante y valiosos encuadramientos como "La Cámpora", el "Movimiento Evita", el "Frente Transversal Nacional y Popular", "Unidos y Organizados" , el Partido Justicialista, una de las fracciones de la CGT , una de las fracciones de la CTA y organizaciones como el Espacio Carta Abierta que, como otras agrupaciones políticas, sociales y culturales hacen un aporte no menor al kirchnerismo.
Nos falta un Comando Superior que acompañe el liderazgo de Cristina, la reorganización de un dispositivo político sindical como fue en sus mejores tiempos las "62 0rganizaciones Peronistas" y convocar a un congreso nacional del Kirchnerismo, sin exclusiones, para que elabore un programa integral y resuelva la organización del Frente para la Victoria a fin de que su funcionamiento esté garantizado en forma permanente a través de conducciones distritales, provinciales y nacional con representación de todos los sectores. También será necesario proponer un plan quinquenal de grandes obras que abarque el período 2016-2021.
Estas propuestas son sólo parte de lo que el kirchnerismo debería realizar para consolidar y aumentar su presencia en la escena nacional. Pero somos conscientes que los enunciados, las formulaciones teóricas, siempre son más fáciles de producir que su aplicación práctica, que su concreción. De todas maneras nuestra intención es aportar elementos que promuevan el debate entre compañeros a fin de que, desde abajo hacia arriba, se vaya dando forma a un conjunto de ideas para que nuestra fuerza política sea verdaderamente una organización con capacidad para transformar las viejas estructuras impuestas por el capitalismo.
En el plano electoral hemos recibido con satisfacción la decisión tomada por valiosos compañeros de competir en las eleccioners primarias para definir las candidaturas en la Ciudad de Buenos Aires. Realmente los precandidatos Recalde, Heller, Cerruti y López son dirigentes altamente capacitados para desempeñar la jefatura de gobierno en ese territorio que, hasta ahora, es un feudo del macrismo. Veremos quien asumirá, finalmente, tan alta responsabilidad.
Murió Gerardo Sofovich, maltratador de mujeres y algo más:
  En el Día Internacional de la Mujer se fue un maltratador de mujeres, alcahuete de las dictaduras militares y cómplice del menemato en la épocas de la pizza, el champan y las festicholas en la quinta de Olivos. Dios sabe lo que hace.
Durante la gestión de Carlos Menem, Sofovich fue interventor de ATC y sumó más de 11 procesamientos por desmanejos financieros y fue acusado de vaciar el canal y dejar un déficit superior a los 50 millones de dólares, recordó la agencia Telam. Salute.
   (*) De Iniciativa Socialista