Gustavo Alvarez salió a denunciar “la actitud patoteril” de un militante de Julian Alvarez, que se encontraba el sábado por la mañana en la esquina de San Martin y Marco Avellaneda, y les “prohibió” a dos militantes de la juventud Pro que siguieran con su tarea que consisitía en entregarle una rosa a cada mujer en su día.
El energúmeno les dijo que la esquina era de ellos -de los julianistas- y los amenazó con que mejor que se vayan si no lo iban “a conocer”.