domingo, 26 de abril de 2015

La semana en pocas palabras

Informe Económico Semanal del Banco Ciudad

En medio de una acuciante escasez de divisas y persistente deterioro de las finanzas públicas, las colocaciones de deuda en dólares de esta semana, tanto del gobierno nacional como de la petrolera con control estatal YPF, trajeron algo de aire fresco en los frentes externo y fiscal.
Aprovechando un contexto externo favorable para las inversiones de riesgo, en una semana en la que el dólar detuvo su tendencia a la apreciación a nivel global y reimpulsó los flujos de capitales hacia los mercados emergentes, revalorizando sus monedas y sosteniendo los
precios de las materias primas, el gobierno obtuvo USD 1.415 millones en una nueva emisión de Bonar 2024, con una tasa de corte de 8,96%. Adicionalmente, la petrolera YPF salió a colocar deuda en dólares en los mercados internacionales, obteniendo USD 1.500 millones a 10 años de plazo y una tasa algo menor, de 8,75% anual.
Si bien las tasas pagadas resultan mucho más altas que las conseguidas por otros países de la región para plazos y condiciones similares de mercado, tanto la colocación de Bonar 2024 como la de YPF, contribuyeron a reforzar las menguadas reservas internacionales del Banco Central, las cuales treparon a USD 32.675 millones, su mayor nivel en 17 meses, sólo por la emisión del gobierno nacional, previéndose que se vean incrementadas en USD 1.500 millones adicionales la semana próxima, cuando se integren localmente los fondos conseguidos por YPF en el exterior.
Este refuerzo de casi USD 3.000 millones de las reservas internacionales resulta crucial para poder sostener la actual estrategia de retraso cambiario, que apunta a moderar la inflación y atenuar el proceso recesivo, a través de una recomposición de los salarios reales y en dólares. Asimismo, las mayores reservas internacionales ayudarían a consolidar la idea de que no sólo se podría llegar a las elecciones con la economía gozando de un “veranito” de consumo, sino también con cierta tranquilidad cambiaria, contando con mayores recursos para hacer frente al pago del Boden 2015, con vencimiento en octubre por USD 5.900 millones, junto con USD 1.050 millones de la Provincia de Buenos Aires.
Si bien los problemas de fondo siguen siendo los mismos y los desequilibrios crecientes, el oficialismo es consciente que en un año electoral la coyuntura manda, más allá que los problemas estructurales conlleven, seguramente después de diciembre, a encarar correcciones, ya sea de manera ordenada o desordenada.
En lo que respecta a las cuentas públicas, el déficit fiscal registró un fuerte aumento en febrero, fruto de una importante aceleración del gasto público, que creció un 39% interanual, casi 10 puntos porcentuales por encima del aumento de los ingresos genuinos, que se incrementaron en un 30%. El resultado primario fue deficitario en $13.548 millones, cerca de $8.000 millones más que en igual mes de 2014, lo que equivale a un incremento del 140%. En tanto, el déficit financiero (descontado el pago de intereses de la deuda) se ubicó en $16.393 millones, presentando un incremento interanual de unos $8.600 millones (110%). Este resultado hubiera resultado incluso peor de no haberse contado con los recursos extraordinarios aportados principalmente por el FGS de la ANSES, sin los cuales el déficit primario hubiera trepado a $15.786 millones y el rojo financiero a $18.631 millones, pese a ser febrero un mes habitualmente tranquilo para las finanzas públicas nacionales.
En relación al frente externo, el saldo comercial fue virtualmente neutro en marzo (USD 43 millones), en la medida que la moderación en el ritmo de caída de las exportaciones (-4% interanual), fue compensando también por una menor contracción de las importaciones (-4%), tras el derrumbe vislumbrado en el primer bimestre (-22%). Ello da un primer indicio de que el gobierno podría estar pensando en comenzar a liberar las compras externas, al menos marginalmente, de manera que el “push” de demanda previsto para los próximos meses se traduzca en mayores ventas y no sólo en renovadas presiones sobre el nivel general de precios.