Con un argumento desopilante
“Si no defiende al Concejo Deliberante como institución, que deje la presidencia”. Con este fundamento más o menos así expresado, los concejales de la oposición se juntaron ayer para tratar la destitución de Hector Bonfiglio como presidente del deliberativo, ya que se niega a presentar una denuncia penal por el copamiento que sufrió ese cuerpo el 12 de marzo pasado.Y cuando en los papeles los números ya estaban para darle el pase a Bonfiglio, insólitamente, y con un argumento insostenible, salió a bancarlo Nicolás Russo: Adriana Storni, actuando como su vocera -ya que Russo no puso la cara en la reunión- dijo que no iban a sumarse a esa postura, “porque no nos vamos a meter en la interna del oficialismo”. Le relata a La Defensa un macrista, que fue tan descabellado el fundamento, que Salvador Baratta, edil del bloque russista de cuatro miembros, saltó como leche hervida.
Hay que recordar que Bonfiglio es julianista, pero que no ha dejado de cumplir nunca pero nunca, como edil,con los mandamientos del intendente.
¿Entonces era el mismo Russo, el que el día anterior había declarado por Inforregión que Julián Alvarez le iba a ganar en las PASO a Darío Diaz Perez el que ahora no quería inmiscuirse en la interna kirchnerista? Porque en los papeles ayer jugó -y fuerte- en la interna K a favor de Alvarez, a quien hasta hace poco culpaba de quererlo meter preso por la causa
del asesinato de un barrabrava granate.
“A Russo, Julián lo tiene apretado con la causa, y por eso nunca va a poder desarrollar sus propias decisiones”, explicaba un massista no russista.
Lo concreto es que si la oposición hubiese votado como lo viene haciendo, las manos para echar al presidente del HCD hubieran estado doce a doce, descontando que los seudo no oficialistas Heriberto Deibe, Gabriel Dimasi y Cristian Bosio no se habrían de sumar a esa movida. Y de ser así las cosas y en este caso particular, Bonfiglio debería haber abandonado la presidencia, porque cuando se trata de la permanencia o no en ese cargo, en caso de empate, el voto del titular del cuerpo por razones obvias no vale doble. Y en caso de empate, define el bloque que ganó en las últimas elecciones, que es el de Russo, precisamente quien ayer cerró filas con los K, con un argumento desopilante.
