lunes, 22 de junio de 2015

El mejor día del padre para Lanús

por Julián Segura*

Ayer, al despertarnos, los padres que vivimos en Lanús tuvimos el mejor regalo de nuestras vidas. Primero, creíamos que aún seguíamos dormidos y soñando, pero no, comprendimos que era realidad, que por fin se cumplieron nuestros deseos. Sí, nuestro próximo intendente será quien deba ser, pero no Darío Díaz Pérez. En diciembre Lanús concluye con la que es, sin lugar a dudas, la peor gestión política de toda su historia. Sea quien fuere el próximo intendente (aunque tengo mi corazoncito en un candidato), seguro que con esfuerzo logrará ubicar a esta ciudad, en el lugar que le corresponde estar, por lo potencial de sus comercios, sus industrias y sobre todo, su gente, sus vecinos. Dejaremos de
vivir en la mugre, como se nos tiene acostumbrados. Seguramente dejaremos de ser el patio trasero de Avellaneda o Lomas de Zamora, como somos hoy. Calles limpias, iluminadas, con un tránsito ordenado, con empleados municipales que concurran a trabajar y trabajen, sin ñoquis, con soluciones reales para la inseguridad, con radicación de nuevas industrias, con un palacio municipal digno, no solo para los vecinos que concurren, sino, para los empleados que deben desarrollar tareas en él.
  Sueño con que el próximo intendente efectúe una auditoría contable para comprobar fehacientemente donde fue gastado o invertido el dinero de todos y, además, otra auditoría de la planta de empleados municipales para saber, a ciencia cierta, quienes son los que no trabajan y no cumplen con sus obligaciones para sanear y ordenar definitivamente el plantel. Sueño con la puesta en marcha de la carrera del empleado municipal. Que todos sepan y sientan que con esfuerzo llegarán a ascender en el escalafón y a ocuparán cargos superiores, con sus responsabilidades y beneficios. Sueño con que nos volvamos a sentir orgullosos de ser vecinos de Lanús y de ser parte de esta hermosa ciudad que vio nacer a nuestros mayores y a nuestros hijos y nietos. Hoy tengo nuevamente una esperanza. Basta de inútiles. Basta de mentirosos. Basta de farsantes. Basta de inoperantes. Basta de ladrones. Basta de corruptos, en fin: ¡Basta de Darío Díaz Perez!
  Para finalizar, solo me resta soñar con que el nuevo intendente denuncie civil y penalmente por todas y cada una de las irregularidades que ha cometido este verdadero representante de la hijaputez humana, como es nuestro actual intendente y que no se ampare en los fueros que pronto tendrá como senador de la provincia, cargo que por cierto, será un regalo inmerecido y una beca impropia para una de las personas más nefastas que ha pisado nuestro territorio.  Lo único que me consuela es que ya no podrá caminar nunca más por nuestras calles y, seguramente, no podrá almorzar o cenar en ningún restaurante ni de Lanús ni fuera de la ciudad pues siempre habrá un lanusense que le recordará su pasado por la política local.
(*) Escribano, ex director de Gobierno