por Marcelo Calvente
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Los que lo intentamos bien sabemos lo mucho que hay que luchar y, sobre todo, lo que hay que resignar para llegar a ser futbolista profesional. Y los que lo logran y están alejados de sus afectos, como Diego Barisone, que estaba viviendo sólo en Buenos Aires, a veces lo sufren demasiado. La mayoría de los futbolistas viven en tensión permanentemente, peleando la titularidad en cada partido, temiendo la reprobación de la tribuna, sólo los ídolos disfrutan del marco y de la fama.
Entre lo que se resigna para llegar está gran parte de la adolescencia. Y de pronto, a los escasos que llegan, la vida les pone todo junto lo que no pudieron conocer de a poco. Como entrenan pocas horas por día, ya que lo verdaderamente importante por lo general pasa el fin de semana, tienen guita, fama, tiempo libre. A algunos consiguen formar una familia, a muy pocos les gusta la joda, y son menos aún aquellos a los que se de les da por el estudio. Sin embrago, a la mayoría le atraen los autos poderosos. Y la nostalgia por ver a los suyos aunque sea un día, y un auto poderoso -junto a lo imponderable- fue una combinación fatal para el muchacho.
Lo cierto es que la muerte de Barisone fue un golpe muy duro para todos los granates, incluyendo el plantel, el cuerpo técnico y la conducción del club. Estamos todos de velorio y es lógico, no es algo que pase a menudo. El tema es que no podemos seguir así, el próximo partido de local debe ser una cita de honor. Tenemos que llenar la cancha en serio, hacerle el mejor y más respetuoso homenaje que podamos al pibe, y dar vuelta la página definitivamente.
Este año todo salió mal. Ya veremos en que se falló, pero ahora, todos juntos, como en los peores tiempos, a redoblar el aliento para sobreponernos con firmeza como lo hacen los grandes de verdad. El fútbol se juega por TV y los ojos de muchos van a apuntar a La Fortaleza el día que el equipo se reencuentre con su gente. Ya sabemos de esto, que todos vean como Lanús sale adelante como lo ha hecho siempre, con el acompañamiento masivo de su gente.
