lunes, 30 de noviembre de 2015

Cómo reducir el efecto cancerígeno de los celulares

por Alejandro Chitrángulo

Desde que la Organización Mundial de la Salud admitió en 2011 que la radiación del teléfono celular tiene un “posible efecto cancerígeno”, y puede estar contribuyendo al alza global en los casos de cáncer del cerebro, es mucho más difícil etiquetar a alguien de “hipocondríaco” al estar preocupado por las consecuencias para la salud debido a la exposición directa de la radiación de los celulares.
De hecho, un estudio citado en el informe de la OMS mostró un incremento de riesgo de más de un 40% de la posible ocurrencia de gliomas para la máxima categoría de consumidores/usuarios (promedio reportado: 30 minutos por día durante un período de 10 años). Este no es exactamente un pequeño efecto.
Un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista científica Neurobiología Molecular y Celular (Cellular and Molecular
Neurobiology) confirma que la radiación de microondas emitida por los teléfonos móviles es capaz de transformar células normales en cancerosas.
Bajo el título: “Transformación Celular Neoplásica inducida por la Radiación de Microondas de 916 MHz”, los investigadores expusieron las células fibroblásticas del tejido conectivo, a ondas electromagnéticas de 916 MHz, que ya anteriormente habían mostrado alteraciones en las biomoléculas del cerebro, y encontraron que después de sólo 5 a 8 semanas de exposición, estas células habían cambiado su morfología y su tasa de proliferación a un fenotipo canceroso.
Los investigadores también encontraron que estas células formaron tumores cuando fueron trasplantadas a ratones en el laboratorio.

Para protegerse
Siendo realistas, la mayoría de la gente que lea este artículo no se desprenderá de sus iPhones o androides en el corto plazo. Estos dispositivos nos permiten estar estrechamente conectados con nuestros seres queridos, y nos permiten conectar con el “cerebro global” que es el Internet. Pero lo que esta investigación nos implora hacer es actuar con cautela. Aquí hay algunos pasos a tomar para reducir la exposición:
-Use auriculares o audífonos para mantener el dispositivo tan lejos de la cabeza y / o de otros órganos vitales como sea posible.
-Apague el dispositivo cuando no lo esté utilizando.
-Si usted es un usuario intensivo, considere la incorporación en su dieta de una o más de las siguientes sustancias, que pueden mitigar los efectos de la radiación de teléfonos celulares:
-Jalea Real, que es un compuesto que se encuentra dentro de propóleos, similar al mortero que las abejas utilizan para reparar y mantener la integridad estructural de sus colmenas, conocida como ácido cafeico fenetil éster (CAPE). Se ha comprobado experimentalmente que la jalea real protege los riñones, el corazón y retinas de los ratones expuestos a la radiación del teléfono celular. La página GreenMedInfo incluye 12 estudios sobre las propiedades radioprotectoras de la jalea real, incluyendo protección contra los efectos de la radioterapia y la radiación gamma.
-La melatonina que se libera durante el sueño profundo y reparador es siempre la mejor manera de obtener esta secreción protectora natural. La melatonina ha sido estudiada por su capacidad de proteger contra los daños a la retina y los riñones producidos por la radiación de los teléfonos celulares. Como sucede con los propóleos, un estudio demostró que la melatonina también tiene potentes propiedades radioprotectoras contra la radiación gamma inducida, el estrés oxidativo y el daño tisular.
-El té verde contiene un potente antioxidante conocido como EGCG (galato de epigalocatequina) el cual demostró en un reciente estudio, propiedades que protegen el hígado contra el daño producido por la radiación inducida por los teléfonos celulares.
-Ginkgo Biloba, una planta nunca deja de sorprender. No sólo es la planta viviente más antigua conocida por el hombre, sino que parece proporcionar una amplia gama de beneficios para la salud cerebral y cognitiva. Se ha confirmado experimentalmente que previene el estrés oxidativo -en el cerebro de ratas- procedente del daño de la radiación de los teléfonos móviles.
-NAC o N-acetil-cisteína (NAC) es el precursor del glutatión, un potente antioxidante protector celular que su cuerpo produce, dado que tiene cofactores adecuados disponibles. Se ha demostrado que protege el hígado contra el daño inducido por la radiación del teléfono móvil.
                                                                                                        Fuente: US National Library of Medicine