jueves, 14 de enero de 2016

¿Coimero o militante perseguido?

  La vacunadora municipal Gladys Negrete, le dice a quien la quiera escuchar que el desplazamiento de su marido, Juan Carlos Berrueco, de Inspección a Podas, es “una persecusión política porque todo el mundo sabe que Juan Carlos fue apoderado del Frente para la Victoria en las elecciones pasadas”.
  Pero en la municipalidad se dice otra cosa: Que Berruecos fue sorprendido cuando coimeaba a una fiambrería de la calle Centenario Uruguayo, en los alrededores de Alfonsín, que le tendieron una celada con billetes marcados y que por eso lo desplazaron.
  Ahora bien: ¿En este último caso, no se estaría -desde la Dirección de Inspección- encubriendo un delito de cohecho o como se llame?