miércoles, 17 de febrero de 2016

El duro camino del retorno

por Marcelo Calvente 

marcelocalvente@gmail.com



Lecturas de verano- Capítulo 14 – 

En 1974 hubo una insólita remodelación del campeonato, en el que los participantes se dividieron en dos zonas, Norte y Sur, disputándose dos torneos y tres cuadrangulares para determinar dos ascensos. Lanús inició la competencia con Antonio D’accorso como entrenador, pero como se estaba haciendo habitual en esos tiempos, durante el año trabajarían tres entrenadores más. El plantel se modificó bastante; hubo muchos alejamientos, y las llegadas de valores de experiencia como Oscar Calics, Víctor Rímolo, Ángel Ferreyra, José Luis Vico y Osvaldo Clausi, la consolidación de Osvaldo Santos, Lorenzo Ojeda, Juan Dos Santos, Alfredo Veira, con la manija del volante central José Luis Lodico y un delantero
nacido a pocas cuadras del estadio granate, un formidable cabeceador que se convertirá en el goleador del equipo con 15 tantos, Rubén Alejandro Rojas, sobrino del famoso Tanque de los Globetrotters, Celta de Vigo, Atlético de Madrid, Betis, River, Gimnasia y Boca Juniors, Alfredo Hugo Rojas. 
Cuesta explicar por escrito la diagramación del torneo de ascenso de 1974. Como señalamos más arriba, se disputaron dos campeonatos; durante el primer semestre el Torneo Preparación, y en el segundo semestre otro llamado simpáticamente Copa Campeonato, ambos divididos en dos zonas. En la Norte estaban Almagro, Comunicaciones, Defensores de Belgrano, Nueva Chicago, Platense, Estudiantes de Caseros, Morón, Tigre, Flandria y Central Córdoba de Rosario. En la Sur, San Telmo, Dock Sud, Arsenal, Quilmes, Lanús, Talleres de Escalada, Los Andes, Temperley y los lejanos Almirante Brown de Isidro Casanova y Unión de Santa Fe. Una duda: ¿No hubiese sido más razonable que ambos hubieran permanecido en la zona Norte, ocupando su lugar Comunicaciones y Nueva Chicago, los dos más cercanos a los equipos de la Zona Sur?
Sigamos, estamos en el primer semestre, en el Torneo Preparación. La Zona Sur, en la que se encontraban los equipos más fuertes, fue ganada por Temperley con 26 puntos, seguido por Unión de Santa Fe con dos unidades menos. Lo de Lanús fue más que aceptable pero no clasificó; compartió el tercer lugar con San Telmo, ambos con 20 puntos. La Zona Norte del Torneo Preparación fue ganada por un buen equipo de Central Córdoba de Rosario, que contaba con su mítica figura, Tomás “Trinche” Carlovich. El “Charrúa” sumó 24 unidades. Segundo con un punto menos fue Nueva Chicago. Ambos, junto a Temperley y Unión se verían las caras en el primer cuadrangular, que se disputaría entre el 26 de octubre y el 9 de noviembre, en simultáneo con el segundo cuadrangular, el correspondiente al Torneo Campeonato, similar al Preparación pero disputado en el segundo semestre, entre el 9 de junio y el 13 de octubre,  también dividido en dos zonas idénticas, Sur y Norte, con la participación de los cuatro ya clasificados al primer cuadrangular, que no jugaron por nada. Esta vez Lanús fue el ganador de la Sur con 26 puntos, seguido por Almirante Brown con 24. 
Culminada la Copa Campeonato a mediados de octubre, tenemos los dos cuadrangulares por jugar. Como señalamos, el primero fue disputado por Temperley,  Unión, Central Córdoba y Nueva Chicago, siendo los dos primeros los clasificados al Cuadrangular Final. El segundo tuvo como protagonistas a Lanús, Almirante Brown, Estudiantes de Caseros y Deportivo Morón, primero y segundo respectivamente de la Zona Norte. El Pincha de Caseros, con una victoria sobre Morón, un empate con Lanús y otro ante Brown, clasificó primero con 4 unidades, seguido por el Grana, que igualó los tres partidos, con tres puntos, y Almirante Brown, también con tres puntos producto de igual número de empates. Pero en el encuentro disputado entre el Pincha y Brown, jugadores de ambos equipos dieron positivo en el control antidoping. Fue el primer caso de doping en el fútbol de ascenso. Los sorteados fueron Jorge Trezeguet -el padre del famoso David- y Vicente Cóppola, de Estudiantes; y Roberto Escalada y Raúl Guerreño de Almirante, dando positivo el control de los tres primeros, los que fueron inmediatamente suspendidos por un año y ambos clubes sancionados con la quita del punto obtenido en dicho partido. De esa manera, Lanús esquivó la definición con Brown, que descuento mediante se quedó con dos, y clasificó para el cuadrangular final igualando en puntos a Estudiantes, el otro sancionado, que en lugar de cuatro, pasó a tener tres unidades. Así, Temperley, Unión, Estudiantes y Lanús disputaron entre el 23 de noviembre y 14 de diciembre el tan ansiado Cuadrangular Final por dos ascensos a Primera División.
En la fecha inicial, Lanús empató en cancha de Racing ante Temperley por 1 a 1, con gol de Rubén Rojas. En la segunda, enfrentó a Unión en cancha de Sarmiento de Junín, con empate en cero. En la tercera fecha, en un partido jugado el 9 de diciembre en cancha de Atlanta, Lanús tenía que ganar para ascender, y pese a que la hinchada cantaba “A la lata, al latero, al Grana no lo paran esos once faloperos”, el Grana cayó por 2 a 1 ante el equipo del Ropero Díaz y el arquero Luís Landaburu, que pronto  pasará a ser el eterno suplente de Fillol en River. De esta forma, Lanús se quedó con dos puntos y se despidió del sueño de volver a la máxima categoría. Estudiantes de Caseros, con esa victoria, sumó tres unidades. En tanto en Junín, a la misma hora, Temperley, con Alejo Escos, Patti y Mariano Biondi, y Unión, con Hilario Bravi y Leopoldo Jacinto Luque como dupla ofensiva, empataban en uno. Con ese empate, el Celeste resultó Campeón del Cuadrangular Final con cuatro puntos y obtuvo el ascenso directo a la “A”, el primero de su historia. Por su parte el Tatengue sumó 3 unidades y obtuvo el derecho a dirimir el segundo ascenso ante Estudiantes, también  con tres puntos, en un partido desempate jugado en la cancha de Villa Dálmine siete días después, el 14 de diciembre, con victoria de Unión por uno a cero con gol de Bravi. Después de tantas vueltas, Temperley y Unión jugarán en primera en 1975, mientras Lanús sufría una nueva frustración, y se queda en la “B” sin haber logrado victoria alguna en los dos cuadrangulares que disputó en el cierre del insólito campeonato de 1974, con cinco empates y una derrota en seis partidos, la de aquella tarde negra de Villa Crespo, cuando la historia, el prestigio y el aliento de su gente no le alcanzaron ante el humilde y disminuido equipo de Estudiantes de Caseros. 
No resulta sencillo imaginar cómo lo habrán explicado los periodistas de entonces. Si algún hincha lo entendió, cosa también improbable, debe haber sido el encargado de transmitirlo a sus pares, seguramente muy interesados en saber en qué tipo de campeonato estaba participando su equipo y de qué intrincada manera podía llegar a conseguir alguno de los dos ascensos. Obviamente, otro torneo igual no volvió a organizarse jamás. Es probable que desde lo deportivo no haya sido una mala idea, pero al cabo de la experiencia no quedan dudas de que para que un determinado esquema de torneo se pueda llevar a cabo, es condición primera e indispensable que sea simple de explicar y de entender.