domingo, 6 de marzo de 2016

La semana en pocas palabras

Informe Económico Semanal del Banco Ciudad

El Banco Central salió esta semana a operar activamente para detener la suba del precio del dólar, actuando simultáneamente en varios frentes: 1) ofreciendo dólares en el mercado de cambios; 2) subiendo las tasas de interés en pesos; y 3) regulando la demanda potencial de dólares de los bancos. Como resultado de este conjunto de medidas, la cotización del dólar detuvo una escalada alcista que llevaba algo más de cinco semanas y acumulaba un 18,4%, desde sus $13,45 de fines de enero a los $15,92 de inicios de esta semana. De hecho, desde el pico registrado el día martes, el valor del dólar experimentó un descenso de 4,5%, operando tres jornadas consecutivas en baja, hasta cotizar el viernes en $15,20 a nivel mayorista.
En lo que respecta a su accionar en el mercado de cambios, el BCRA adoptó una postura
más agresiva que en semanas previas, ofreciendo el día martes lotes de USD 500 millones a precios decrecientes, un monto que equivale al total transado diariamente en la plaza cambiaria local. Si bien finalmente la autoridad monetaria terminó concretando ventas por USD 232 millones ese día, la dimensión que alcanzaron las ofertas oficiales fue suficiente para imprimir una tendencia decreciente a la cotización, enviando una clara señal al mercado que la divisa había alcanzado niveles demasiado elevados para la autoridad monetaria.
En paralelo, en el mercado de pesos, el Banco Central dejó atrás los incrementos pausados que venía imprimiendo en las tasas de las Lebacs en sus anteriores licitaciones semanales e introdujo un importante salto discreto en el rendimiento de estos instrumentos, buscando con esto volver más atractivas las posiciones en pesos y desincentivar la demanda de dólares. El BCRA llevó la tasa de las Lebacs de 35 días de plazo desde un 31,15% a un 37%, dando forma así a un incremento de casi 6 puntos porcentuales. Asimismo, para reforzar el sesgo de su política monetaria, el BCRA aumentó las tasas de las denominadas operaciones de “pases”, instrumentos mediante los cuales las entidades financieras administran sus niveles de liquidez en el corto plazo, pasando del 20% al 29% (pases pasivos a 7 días). Siguiendo el incremento de ambas tasas de referencia, las tasas del sistema financiero también comenzaron a inclinarse al alza y para los préstamos de adelantos en cuenta corriente treparon de 30% a 34%, en tanto que la tasa Badlar (que promedia el rendimiento de los depósitos a plazo fijo mayoristas) pasó de 26,25% a 27,75%.
Por último, buscando también restarle impulso a la demanda de dólares, el BCRA dejó sin efecto el incremento que iba a regir a partir de marzo en el límite máximo a la posición global neta en moneda extranjera de las entidades financieras, dispuesto en diciembre con el fin de incrementar la capacidad prestable en dólares de los bancos. Con ello se está priorizando evitar que, dentro de un mercado que ya venía sobre-demandado, se materialice ahora una demanda adicional de activos dolarizados por parte de las entidades que sume presión a la cotización del dólar, al menos hasta el ingreso de la nueva cosecha.
El freno a la suba del dólar se vio reflejado en las cotizaciones de los contratos futuros, que fueron cediendo terreno, marcando un descenso de las expectativas de devaluación. Los futuros para finales de marzo, que habían tocado un pico de $16,23 a fines de febrero, se ubicaron esta semana en $15,27, haciendo que la variación esperada del tipo de cambio para marzo pasara de un incremento del 4,1% a una caída del 2,0%, es decir, previéndose que para fines de marzo la cotización del dólar se ubique por debajo del nivel alcanzado en febrero ($15,58). A partir de ese momento, y durante los siguientes tres meses, el tipo de cambio debería mostrar una evolución más pausada, siguiendo el incremento en la oferta de dólares del sector agroexportador típico de esa época del año, junto con el esperado ingreso de capitales asociado a las colocaciones de deuda en el exterior del sector público nacional, las provincias y los privados, una vez que se logre la salida definitiva del default, tras el reciente acuerdo alcanzado con los fondos litigantes en la Justicia norteamericana.
En este sentido, buscando avanzar en el reciente cierre de los acuerdos con los tenedores de deuda en default, el Gobierno Nacional presentó en el Congreso un proyecto de ley para derogar las leyes “cerrojo” y “de pago soberano”, además de autorizar la emisión de títulos públicos para financiar los pagos convenidos con los acreedores. Dicho proyecto de ley incluye también la oferta que haría el país para cerrar el litigio en la justicia de Nueva York, el cual comprende, por un lado, una oferta base que prevé la devolución del capital original más un 50% en concepto de intereses, y por otro una opción denominada oferta “pari passu”, a la que sólo pueden acceder los bonistas que fueron beneficiados por el fallo de la justicia norteamericana, el cual reconoce el valor de la sentencia obtenida en la corte neoyorkina, pero con una quita de 30%, la cual se reduce a 27,5% si la oferta fue aceptada antes del viernes 29 de febrero inclusive. Con esto, la salida del default luego de 14 años está al alcance de la mano. Ahora la pelota está del lado de los legisladores.