jueves, 7 de abril de 2016

La doble contabilidad en el capitalismo

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

“Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros” (Lilita Carrió parafraseando a Harpo Marx)

Cuando el 16/3/2016 La Defensa anunció que un tal “Silvano Lanzieri” era propietario de una offshore en Panamá, fue una primicia que aventajó en 20 días a un escándalo que involucra a todo el arco capitalista mundial y revela la mugre en la que se mueven los negocios de los prohombres del Estado, quienes para ocultar los horrorosos crímenes contra los desposeídos (salarios de $4000, jubilaciones de $4959) tienen una doble economía para ocultar sus matufias.
  El poder político de los PJ, Cambiemos, UCR, Gen, massismo, FV, está vaciado y condenado por la doble contabilidad que utilizan para defraudar al soberano mediante la corrupción, el lavado de dinero y el uso del Estado en provecho personal. “Sus empleados del mes” –los testaferros- salidos de las universidades católicas y sacristías que avalan a “los Grindetti, los Angelicci, los Lázaro Báez, los Jaime y los De Vido”, han llegado demasiado lejos, ofrendaron a los Buitres la vida de varias generaciones de trabajadores que deberán
pagar a perpetuidad el estropicio de esta lacra llamada burguesía nacional.
  Cuando el 10/12/15 desde el balcón de la Rosada Gabriela Michetti, con su lagañosa imitación de Gilda, berreaba: “No me arrepiento de este amor”, para que el “niño bobo” a los tropezones hiciera “delirar a la muchedumbre”, quedó impreso en la retina de los televidentes que ese acto era la continuidad de un proceso inaugurado por los K, con el aval de Scioli, Massa y los Macri. El objetivo que concentraba a las distintas camarillas era destripar ilusiones y la billetera del pueblo sin importar las formas. 
Este es el mismo clan, son los mismos burgueses nacionales, los contratistas, los contrabandistas de los misiles durante la guerra de Malvinas: Antonio y Franco Macri, los fachistas de la P2 y el Papa, y fue Gelly quien bautizó a este grupo de delincuentes Pro/argentina. Ellos se jugaron para que Argentina tuviera “una derrota honrosa” que permitiera continuar la ronda de negocios con los cadáveres de los soldados del Belgrano aún calientes. Los Macri trajeron misiles a cambio de que Cavallo estatizara la deuda privada en 1982 por u$s170 millones y les diera u$s 55 millones en promoción industrial.
  En 1973, el grupo contaba con siete empresas. Finalizada la dictadura militar, el holding Macri estaba compuesto por 47 empresas. 
Este régimen de la doble contabilidad es la continuidad del saqueo al pueblo y su colonización vía los buitres. 
Pero la matriz del capitalismo mundial está repodrida, no da para más. El PBI mundial (creación de productos y servicios) es igual a u$s 60 billones; la deuda de las corporaciones es de u$s 1.000 billones y la totalidad del sistema financiero debe u$s 1 trillón. Ergo están parados sobre una ciénaga.
  Macri es un mascarón despintado emergente de esta crisis sin parangón en la historia de la humanidad.
El 3/4/2016 un “topo” destapó el “Panamá Papers”; reveló miles de operaciones offshore para blanquear dinero de explotadores de todo el mundo, entre ellos Macri y Grindetti. Cientos de miles de chantas están implicados en el manejo de la doble contabilidad según la investigación internacional que contiene más de 11,5 millones de documentos y que fue divulgada en la red. Son 2,6 terabytes de información que abarcan 38 años, desde 1977 hasta 2015, de trampas y tramoyas para evadir, blanquear y enriquecer a los gusanos que gobiernan ocultando las formas de un régimen inhumano y sin salida.
        Panamá Papers es una filtración muchísimo más grande que WikiLeaks, desentraña negocios hasta ahora desconocidos entre la agencia panameña Mossack Fonseca y personalidades como Lionel Messi o el presidente Macri, quien estuvo al frente de una sociedad offshore junto a su padre Franco y su hermano Mariano desde 1998. El directorio estuvo registrado en las islas Bahamas como Fleg Trading Ltd. y funcionó hasta 2009 cuando Macri era el jefe del Gobierno porteño. 
  Las sociedades offshore se constituyen para no declarar sus operaciones al fisco. Es una planificación fiscal para defraudar al fisco del país que fuera -Argentina y/o Brasil-. En el caso de Grindetti (offshore en Panamá y cuenta bancaria en Suiza), son sociedades con acciones al portador para ocultar a los verdaderos dueños. Las acciones al portador ya eran fraudulentas en el siglo XVIII.  
  Es lógico que el pueblo comience a desandar el camino exigiendo la suspensión del secreto comercial de los capitales, que se abran los libros contables y que los tribunales en la investigación de la justicia sean dirigidos por vecinos y trabajadores en búsqueda de la verdad.
   El personal que sirve al poder es infinitamente limitado, duda entre abrir la boca o no, esto revela la tripa de los sujetos decididos a boludearnos. En general son personajes que no deberían emitir palabra para pasar desapercibidos y zafar pero la impunidad los arrastra por la lengua y producen estas declaraciones ejemplificadoras de la calcificación cerebral que los agobia: “La cuenta offshore no es nada ilegal ni antiético”, dice la elemental Gabriela Michetti. ¿Pero desde cuando la doble contabilidad es un argumento legal y ético?
  No hay ningún motivo legítimo para conformar una sociedad en Bahamas más que la evasión y el ocultamiento del origen de los fondos.
  Laura Alonso de la oficina anticorrupción afirmó que “no es delito constituir sociedades en paraísos fiscales”. Laura Alonso es una fruta podrida a la que hay combatir de aquí en más ya que es capaz de encontrar algo bello en el tráfico de cocaína si eso ayuda a Macri. El funcionariado de Cambiemos confunde las finanzas públicas con su propia billetera.  
Grindetti, quien ya actuó durante el Niembrogate donde incluso organizó a su esposa Karina Spalla, ahora vuelve a las andadas como testaferro de una offshore y una cuenta en Suiza. 
Sigmundur Gunnlaugsson el premier de Islandia aparece en la lista con empresas offshore. La oposición y el pueblo movilizado exigió y obtuvo su dimisión. En Lanús en cambio, la corporación de piratas con dobles contabilidades no se ha expedido sobre el destino del ahorcado a quien solo lo sostiene la cuerda. 
Un dato criminal que revela la catadura moral macrista es que “La Tota” Miguel Del Sel  es el embajador argentino en el reino del offshore: Panamá.
Más temprano que tarde el pueblo hará tronar el escarmiento y esta vez sin filtro. 
    (*) Del Partido Obrero