Argentino de Antropología Forense (EAAF) para la Cámara Federal de Apelaciones La Plata -Comisión Provincial por la Memoria, en el expediente 2692/SJ.
Louis Fondebrider, Presidente EAAF, señaló en su declaración al a cámara: “A la hora de aportar elementos al Tribunal para dar explicación a los hechos relatados por los testigos, resulta inevitable señalar como en varios otros terrenos baldíos del conurbano, los linderos a la fábrica CAMPOMAR han sido utilizados por las fuerzas de represión clandestina para llevar a cabo simulacros de enfrentamientos, los cuales en la mayoría de los casos estudiados no han sido sino puestas en escenas para encubrir lisos y llanos fusilamientos.”
Luego Fondebrider aporta pruebas con evidencias brindadas por los medios gráficos de la época. En las calles Lomas Valentina y Escalada -intersecciones de Campomar- el 16/9/1976 el asesinato de 4 hombres de 18 a 24 años, con actas de defunciones y entierro en el Cementerio de Lanús y el 10/11/76 en las calles Sayos y Molinedo el asesinato de tres hombres y una mujer, los cuerpos fueron remitidos al Cementerio de Lanús. En 4 de enero de 2016 la Comisión había solicitado por nota esta reunión “para saber el destino que el actual gobierno dará al predio de la ex fábrica textil Campomar, que formara parte desde 1975 a 1982 del “circuito Camps”, esquema que armonizaba lugares de secuestro, detención, fusilamiento, entierro y, de ser necesario, blanqueo a través de Comisarías ubicadas en el Este y Oeste de Lanús. Según denuncian los organismos de DDHH de Lanús hubo centros clandestinos funcionando en Fabricaciones Militares en Villa Jardín, en Campomar y en el barrio Los Ceibos, con destino final en el Cementerio de Lanús donde remitían los cadáveres como NN.
La solicitud de reunión continuaba señalando: “Los intendentes civiles y militares, que se sucedieron en el distrito no han podido responder cuarenta y un años después sobre lo que sucedió muros adentro y también en las inmediaciones de la ex fábrica. Desentrañar responsabilidades e informar a la ciudadanía sobre los actos de terrorismo y masacres gubernamentales planificadas y llevadas adelante con la anuencia de los ocupantes del Palacio Municipal de Lanús, es una asignatura pendiente que de no ser revelada y clarificada de cara a la sociedad seguirá siendo una pústula social encubierta desde el poder político como un funesto secreto de Estado que desautoriza cualquier pretensión de régimen democrático. El destino del predio en este cuadro forma parte integral de la investigación histórica”.
