jueves, 12 de mayo de 2016

Tu me escrachas yo te escracho. Si me pegas yo te pego

por Omar Dalponte*

omardalponte@gmail.com
       
La lista de unidad del Partido Justicialista es un paso importante para la acción política del peronismo. Atrás quedaron las amenazas de intervención del partido que algunos estaban esperando con la intención de dividirlo, amordazarlo y anularlo. La fragmentación de un partido que hoy, más que siempre, necesita estar fuertemente unido, hubiese sido fatal para el movimiento nacional. Una vez más queda demostrado que el peronismo, o por lo menos gran parte de él, en los momentos difíciles es capaz de hallar comunes denominadores y alcanzar acuerdos que, como en este caso, le permitirán ocupar, fortalecido, el sitio que le corresponde en el escenario político. La campaña de afiliación previa fue un ejercicio militante muy valioso y el activo que se incorporó a las filas del justicialismo en este período, seguramente jugará un rol
significativo en los nuevos desafíos políticos y cuando se realicen las elecciones internas en cada distrito.
Las nuevas autoridades partidarias, como las que aún tienen por delante un tiempo hasta finalizar sus mandatos, deben estar a la altura de la enorme responsabilidad que les impone conducir un partido  que tiene en su haber  millones de afiliados. Bueno sería, también, que las bases peronistas, como han sabido hacerlo a lo largo de la historia,  desempeñen un rol protagónico central en esta etapa en que el conservadurismo avanza en la demolición de los derechos conquistados. Se impone la necesidad de una contraofensiva democrática en defensa de la patria y de los intereses populares. Para ello es menester una organización política sólida, organizada, con un programa de avanzada, con capacidad de movilización, fuertemente preparada para los compromisos electorales futuros y en las mejores condiciones para enfrentar las exigencias de un mundo complejo, dominado por enormes poderes económicos y financieros, dentro del cual nuestro país tiene que decidir ser patria o someterse y ser colonia.
En el contexto de América Latina y el Caribe nuestra situación y la de varios países hermanos no es la misma que la existente hace apenas unos pocos de años. Las presiones del imperialismo yanqui sobre nuestras repúblicas han sido y continúan siendo de extrema ferocidad y todo hace presumir que nos esperan tiempos aún mucho más difíciles. Los permanentes ataques mediáticos, que siempre preceden a la intervención del imperio en cada una de nuestras naciones, son cada vez más brutales y ahora, cuando en la Argentina, los monopolios y sus secuaces han logrado la instalación de un gobierno de derecha, uno de sus objetivos inmediatos y principales es lograr la destrucción de lo que mejor representa los intereses nacionales: el peronismo.
El escarnio que hacen de figuras representativas los lenguaraces del periodismo cipayo, es parte de una estrategia que apunta a  desprestigiar y debilitar  a  referentes y líderes, actuales e históricos, del movimiento nacional. Quieren a Cristina Fernández presa para descabezar al kirchnerismo. Insisten en presentar a Néstor Kirchner como principal mentor de la “corrupción kirchnerista” con la intención de desmerecer a ese gran patriota que, por sus acciones en vida y por la repercusión de su muerte, insufló pasión militante a grandes sectores juveniles que hoy  reconocen en la política el vehículo adecuado para transitar los caminos hacia la liberación nacional. Así como en épocas de las peores dictaduras, y en los momentos previos a su instalación, operaron grupos parapoliciales y marginales al servicio de la violencia, hoy se practican “escraches” y se llevan a cabo  ataques contra locales partidarios, organizaciones populares y sus dirigentes. Ante estos procedimientos antidemocráticos el peronismo debe responder en todos los frentes con todas las fuerzas de sus organizaciones y de sus militantes para impedir que estas pústulas fascistas aparecidas en nuestra sociedad, continúen produciendo hechos que atentan contra la paz y la vida democrática. El peronismo nació en la calle y supo afrontar adversidades extremas. No se va a dejar manosear por cuatro idiotas que al amparo de la política sucia intentan amedrentarlo.
(*) De Iniciativa Socialista