domingo, 26 de junio de 2016

Con la fe y el orgullo de ser radicales

por Nicolas Teodosiu*

Hoy se cumplen 125 años del nacimiento de la Unión Cívica Radical, hacedor y constructor de los cimientos fundamentales para el desarrollo de un estado democrático, republicano y social.
   Somos la Unión Cívica Radical de Leandro Alem, abanderado de la causa de la desposeídos. Somos la Unión Cívica Radical que luchó contra el régimen falaz y descreído de principios del siglo XX y quien con Hipólito Yrigoyen se puso en valor la soberanía nacional, la solidaridad latinoamericana y acercó la política a los sectores populares. Somos la UCR que en la presidencia de Alvear sentó las bases del crecimiento económico. 
   Somos la UCR que impulsó la reforma universitaria de 1918. Somos el artículo 14 bis de la Constitución Nacional de 1957, consagrando derechos laborales fundamentales, y cuyo ideólogo fue Crisólogo Larralde por entonces presidente del Comité Nacional.
   Somos la UCR de Arturo Illia quien se enfrentó a intereres corporativos anti nacionales y
puso énfasis en el desarrollo educativo, sanitario y social, encabezando un gobierno con los mejores índices económicos y sociales que se recuerden. Su honestidad, dignidad e integridad expresan la forma más cabal de nuestros valores de acción política. 
   Somos la UCR de Balbín, quien a pesar de ser perseguido busco la reconciliación nacional con el histórico abrazo con Juan D. Peron.
   Somos la UCR de Raúl Alfonsín que hechó luz sobre la historia más oscura de la Argentina. Somos la Conadep y quienes nos atrevimos con coraje a juzgar a los militares cuando la democracia aún corría serios riesgos de consolidación. 
  Sus 125 años reivindican a la UCR como una causa que atraviesa tres siglos. Su vigencia se enclava en un proyecto histórico colectivo donde a cada radical le toca en su tiempo ser un mero depositario de un legado político y ético único y honrarlo con la militancia diaria es nuestra tarea.
   Hemos fundado y re fundado la democracia, atravesamos el fraude, las persecuciones en tiempos de dictadura y de confrontaciones irreductibles, hemos sido destinatarios del triunfo electoral y de la irrelevancia cuasi extintiva y sin embargo nos supimos sobreponer porque los radicales de ley entendemos que la preservación de nuestra identidad y de nuestra institucionalidad es el que único camino para que la UCR se proyecte por los tiempos. 
  Estamos de pie porque hemos conservado la fe y el orgullo de ser radicales a lo largo y ancho de la patria y ese sentir radical nunca se apagará. 
 (*) Presidente Comité de Distrito de Lanús de la UCR.