viernes, 3 de junio de 2016

El Fortín sitiado por gauchos maulas y barrabravas “municipales”

  Ante la amenaza de que el próximo fin de semana los gauchos “maulas” vayan a emboscar nuevamente a quienes concurren a realizar equinoterapia en El Fortín General Roca, La Defensa mantuvo una charla con la hija de Antonio Piacquadio (83) el tenedor legal de esos terrenos donados por el ferrocarril a esa entidad tradicionalista “sin fines de lucro”. De la entrevista con Stella Maris Piacquadio, surge una conclusión: Hay tres grupos o para mejor decir bandas municipales, que se disputan ese predio  de dos manzanas, y las tres quieren sacar de en medio a los tenedores del lugar.
   Un grupo es el que responde al secretario Emiliano Bursese quien era abogado de los gauchos- al director Pedro Calavia vecinalista y a “Los Volpe”. “Esta gente en enero pasado nos metió de nuevo en el predio a los gauchos malos, que mi papá había logrado sacar de aquí y que eran los que explotaban el lugar como guardería de camiones”, dice Stela Maris y señala que estos tradicionalistas “maulas”, están encabezados por Angel Versacci, Eduardo y
Carlos Ciumina; Nelson Romero, Ariel Guerra y Diego Dincheff. Estos al parecer ni bien reaparecieron patotearon a Piacquadio mientras el abogado Calavia pretendía la “normalización” institucional del centro.
   A los pocos días desembarca el otro grupo municipal, con Diego “Fanfi” Goncebate a la cabeza que trae una cuadrilla y la idea de hacer allí “un lugar para la familia, para hacer asados y con pileta”. A los pocos días Fanfi vuelve con el secretario Carlos Ganduglia y con un tal Miguel Salgueira al que pone como “encargado” del predio mientras él se nombra interventor y como vice interventor queda Antonio Piacquadio.
  Pero casi simultáneamente aparece en escena el tercer grupo municipal: Llega el secretario de Seguridad Diego Kravetz, con jefes de la Federal y anuncia que allí va a instalar un escuadrón de la Montada, otro de perros y el Centro de Monitoreo. “Estos sectores en riña lo quieren hacer todo de prepo, pasando por arriba de las leyes y olvidandose que aquí vive mi familia desde hace años”, dice Stella Maris.
   “Después desaparecen por un tiempo -continúa- hasta que el 30 de marzo viene Fanfi y nos aconseja que separemos nuestra casa del terreno porque Volpe, Bursese y Calavia nos iban a meter treinta familias adentro del campo. Dicho esto, Fanfi se viene al otro día con una cuadrilla de cooperativistas municipales, levantan una pared y nos dejan encerrados. Llamamos a nuestro abogado Pedro Di Costanzo y a la policía, que les exigieron a estos barras órdenes judiciales para hacer lo que hacían pero no hubo caso”.
A raíz de esto la familia Piacquadio plantó una denuncia penal en la UFI19.
  Pero Calavia vuelve con los gauchos “normalizadores”, que hacen un asado para el 25 de Mayo, y quienes como fin de fiesta, “destrozaron los vidrios de la puerta, robaron las cosas del bufetero que estaban guardadas en una habitación forzando la puerta (foto) y se llevaron todo: heladera, dos frezzers, anafe, garrafas, vajilla, en una palabra hicieron destrozos, todos borrachos”. La denuncia por robo fue radicada en la Seccional 2ª.
 Así las cosas, parece avecinarse otra trifulca para el próximo fin de semana cuando los proteccionistas les brinden equinoterapia a chicos con discapacidades. Estas prestaciones se hacen con la municipalidad desde hace ocho años, pero desde la comuna, “no fueron capaces de mandarle nunca ni una penca de pasto para Moro, el caballito de la equinoterapia”, dice Stela Maris. 
  Sí pero un director municipal no se olvidaba -durante esos ocho años- de ir a retirar “el sobre” todos los meses cuando los gauchos explotaban la guardería de camiones. Y esto lo dice un conocedor de las tradiciones criollas...