por Lisandro Martínez*
El lunes 6 de junio por la mañana dos criaturas de 7 y 4 años al ver el día con sol, luego de tanta lluvia, pidieron ir a la plaza. Les sugerimos no ir a la plaza de juegos Pepe Biondi (foto) de avenida 25 de Mayo 131 entre Del Valle Iberlucea y Arturo Melo porque esa plaza pública está bajo el arbitrio de Néstor Grindetti y sus funcionarios que la mantienen cerrada o abierta a su antojo y paladar. En verano está plaza la han cerrado a las 18:30 cuando los trabajadores recién vuelven de sus tareas y están en condiciones de llevar a esa hora a sus niños a disfrutar con sus padres o abuelos al aire libre.
El asunto es que el lunes 6 de junio pasado a las 11:00 estaba todo cerrado el vidriado que envuelve la plaza que costó muchos millones de pesos, no a los funcionarios del FV ni del Pro sino a los contribuyentes. Al acercarnos e intentar abrir una de sus puertas principales una señorita señaló que “la plaza el día de hoy iba a permanecer cerrada”. Preguntamos a que se debía y la respuesta fue: “Ördenes superiores”. De nada valió que reclamáramos la vigencia de la cosa pública y no la conculcación de los derechos por parte de una caprichosa serie de órdenes y contraórdenes y la falta de un horario de funcionamiento. Finalmente privó la dictadura de los dueños del
municipio en este período a cargo del Pro/offshore y sus idas y vueltas.
Antes el municipio de Lanús estuvo a cargo de sus primos hermanos el Frente para la Victoria cuya disposición al sobreprecio y la malversación los llevó a hacer esta esperpéntica plaza de cemento puro para verificar si los niños son de goma.
Un dato de la improvisación de los ceos es que si están incapacitados para manejar una plaza de una localidad ¿Qué podemos pedirle que hagan por toda una nación?. Esta imprevisión para dotar de horarios y de personal a una plaza es un señalamiento de los límites brutales de estos gobernantes de opereta, a los cuales las cuestiones de estado le provocan arritmia presidencial.
El budismo y los rituales de autoayuda no reemplazan la carencias humanas que el Pro intenta envaselinar con un asistencialismo probadamente falto de solidaridad y repleto de clientelismo, que ya soportáramos estoicamente con Duhalde y sus manzaneras y luego con los K.
Las enormes contradicciones entre las necesidades populares y el hacer caja para las cuentas offshore es una punta aguda que inevitablemente va a hacer estallar el globerío del Pro más temprano que tarde.
Por plazas abiertas desde las 9:00 a las 18:00 en invierno y desde las 9:00 a las 21:00 en la temporada estival.
(*) Del Partido Obrero
