Sucedió hace rato, a mediados del verano. La Defensa se enteró ahora pero vale la pena publicarlo para reflejar el clima ominoso que se vive en el gabinete de Néstor Grindetti:
Por mediación del juez de Faltas Norberto “Luccky” Luciani, visitaba al intendente en su despacho Salvador Baratta, para aportar su experiencia en una asignatura pendiente en Lanús: la inseguridad.
Cuando concluyó la visita, y luego de despedir amablemente al ex subjefe de policía, el director de Vigilancia y guardaespaldas del intendente, Carlos “Charly” Ganduglia -de guardia en la antesala- le advirtió a Mariana Rojas, esposa de Luciani y directora de Ceremonial: -Que sea la última vez que lo traes a este vigilante acá.
Que se sepa, el esposo de Rojas, Lucky Luciani -el secretario del cosigliere- no le reprochó nada a Ganduglia.
