domingo, 4 de septiembre de 2016

La semana en pocas palabras

Informe Económico Semanal del Banco Ciudad

El BCRA continuó esta semana con su reducción progresiva de las tasas de interés de referencia, acompañando la desaceleración que evidencia la inflación. La tasa de política monetaria correspondiente a las Lebacs a 35 días se redujo en medio punto porcentual, pasando al 28,25%. En su comunicado de política monetaria, el Banco Central justificó este movimiento apoyándose en fuentes estatales y privadas que sugieren que el proceso de desinflación continuó durante el mes de agosto, aún si se deja de lado el efecto de la reversión en los incrementos de precios
regulados. El BCRA volvió a hacer hincapié, sin embargo, en que continuará procediendo con cautela, con un claro sesgo antiinflacionario, buscando que el proceso de desinflación continúe hacia el objetivo para este año de una inflación mensual de 1,5% o menor en el último trimestre, sobre todo en su medición subyacente.
Por otra parte, en una señal de confianza en que el proceso de desinflación continuará su curso, el primer título a tasa fija en pesos licitado por el Tesoro alcanzó esta semana un alto grado de aceptación, obteniéndose $15.211 millones, a una tasa de 22,75%. Este instrumento a 18 meses de plazo recibió incluso ofertas por poco más de $32.000 millones (aprox. USD 2.000 millones), a una tasa promedio ponderada de 22,86%, siendo el aspecto más interesante de esta operación la tasa licitada, que refleja expectativas de inflación claramente en descenso. Los títulos que ajustan por inflación a plazos similares otorgan rendimientos que se ubican en el orden del 3%, por lo que la tasa fija de 22,75% para este nuevo título indica que las expectativas de inflación anual del mercado para los próximos 18 meses se ubicarían en torno al 19%, no muy lejos del objetivo de 17% que se plantea el gobierno para al año próximo. Lo anterior configura un escenario en el cual podría esperarse una recomposición de los salarios reales y del nivel de actividad, dejando atrás un año 2016 de transición.
En este sentido, vale la pena destacar que si bien la actividad manufacturera registró una fuerte contracción interanual durante julio, presentó una suba con relación a junio, dando los primeros indicios de recuperación. El Índice de Producción Industrial de FIEL (IPI-FIEL) arrojó una contracción de 7,4% interanual en julio y del 4,3% en los primeros 7 meses del año, mientras que el EMI del INDEC cayó 7,9% interanual en el mismo mes, con una merma acumulada de 4%. No obstante ello, las variaciones en el margen arrojan los primeros signos de mejora, capturando la estimación sin estacionalidad de FIEL una suba del 2,3% mensual, adelantando una posible alza para el tercer trimestre del año de mantenerse constante el nivel de producción durante agosto y septiembre. Esta podría ser la primera variación positiva de la industria tras 4 trimestres consecutivos en baja.
En la misma línea, según la medición del INDEC, la actividad de la construcción se retrajo un 23,1% interanual en julio, acumulando una disminución de 14,1% durante los primeros 7 meses de 2016. Ahora bien, a pesar de estos guarismos negativos, se espera una recuperación del sector durante los próximos meses, adelantando los indicadores de despachos de cemento de agosto un alza del 6,6% interanual, luego de los siete meses previos de contracción. Al tipo de cambio estable, se suma la desaceleración de la inflación y las mejoras en el acceso al crédito que se están gestando desde las políticas gubernamentales. Esto, en un contexto en el cual el mercado inmobiliario lentamente empieza a reactivarse post abandono del “cepo cambiario”, observándose un incremento de 8,3% interanual en la cantidad de actos de compra-venta en la Ciudad de Buenos Aires durante el mes de junio, con una suba acumulada del 13,8% durante el primer semestre del año.
Las primeras señales de mejora de la actividad de la construcción se vislumbran también en las perspectivas que captura la encuesta cualitativa relevada por el INDEC. Tanto en lo referido a la obra pública como privada, un mayor número de respuestas indican que la actividad aumentará antes que disminuir en los próximos tres meses, en particular en lo que hace a las obras públicas, señalándose al reinicio de proyectos en curso y a los nuevos planes oficiales como los principales factores que estimularían el crecimiento del sector, con una mayor confianza en la reactivación de obras viales y de pavimentación, como así también de viviendas y distribución de agua y cloacas. A estas expectativas se podría sumar el efecto del blanqueo de capitales en la inversión en construcción privada.
En otras palabras, tanto la producción industrial como la actividad de la construcción podrían comenzar a recuperarse acercándose el final del año. Junto con la mejora en las perspectivas de la construcción, se espera cierta recuperación en el poder de compra del salario ante una inflación en baja (algunas mediciones privadas adelantan una variación para el mes de agosto inferior al 1% mensual), que podría volcarse al consumo y, consecuentemente, a mejorar la producción local. Si bien en el corto plazo se prevé que la mayor parte de los bloques industriales continúen en terreno negativo en comparación a un año atrás, hay sectores como la producción de minerales no metálicos y el siderúrgico que podrían ver incrementada su demanda interna para atender las necesidades de la construcción y la fabricación de maquinaria agrícola. En tanto, aunque la contracción de la economía brasileña continúa empujando hacia abajo la producción de los sectores exportadores, algunos de ellos probablemente recuperen terreno a partir del último trimestre del año, ganando dinamismo de cara al 2017.