miércoles, 23 de noviembre de 2016

Caca y xenofobia en Lanús

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

En 1601 Shakespeare -un irreverente- escribe Hamlet y en una de las escenas el personaje Marcelo, frente al asesinato del rey, le señala al príncipe Hamlet: “Algo huele a podrido en Dinamarca”. La frase pasados 400 años es la que mejor pinta al régimen social en decadencia que gobierna Lanús, Argentina y el mundo. 
  No hay que andar mucho para concluir, como señala La Defensa el 21/11/16: “Si los vecinos de Lanús piensan que cambiar cheques del municipio en cuevas financieras del microcentro, tener cerca de 400 trabajadores tercerizados o negreados a través de cooperativas fraudulentas es una situación aislada, se equivocan: Es un modus operandi, se podría decir parecido al de la gestión Díaz Pérez -procesado por ese motivo- pero esta vez en versión más berreta, por su nivel de torpeza y desesperación por lo ajeno”. 
  Esta explotación inmisericorde de ocupados -el Estado Nacional es el N°1 de los negreros- y desocupados que sucede en Lanús es modelo en todas las intendencias. Los moralistas califican de inmorales a quienes someten al pueblo pero en verdad esto es el ocaso de un
régimen putrefacto al que hay que superar.
   Lo de Shakespeare era una figura literaria pero en Lanús las aguas servidas y el olor a caca emergen de una infraestructura cloacal desbordada por la fiebre de lucro y la especulación inmobiliaria de más de 40 años, capitaneada por Quindimil (PJ), Díaz Pérez (FV) y ahora Grindetti/Russo. Las aguas servidas emergen incluso en Lanús Hollywood  donde las cloacas de lujosos edificios arrojan sus porquerías como en un film catastrófico de clase B, superando la ficción y apercibiendo a la clase social que dirige nuestra aldea que el hartazgo popular culmina emitiendo telegramas de despidos para los saqueadores. 
  Este maltrato laboral a los nativos preanunció desde hace rato la llegada de la xenofobia para los inmigrantes en todo el país de la mano del nacionalismo burgués, cuya última versión -el FpV- ha señalado por boca de Cristina en la Universidad de Florencio Varela que el programa de Trump, un enemigo declarado del pueblo mexicano, se emparenta con el que ella aplicó en su gobierno. “Se nos acusaba de proteccionistas y en la economía más importante del mundo, acaba de ganar alguien que hizo del proteccionismo bandera” (10/11/16). 
  Pero cuando las fuerzas productivas y el comercio han adquirido una dimensión internacional, la defensa del “capitalismo en un solo país” es una ilusión reaccionaria. CFK engalana el planteo de Trump, presentándolo como una defensa de las fronteras nacionales. Pero el “proteccionismo” imperialista esconde estos planteos: 1) guerra comercial, financiera y monetaria y 2) guerra armada. El elogio de CFK a Trump expresa la faceta abiertamente reaccionaria que siempre tiene el nacionalismo burgués (estatización de los sindicatos, Triple A, prohibición de huelgas, etc.)
   El senador Miguel Angel Pichetto durante 8 años fue la voz de Cristina. En 2013, en la sesión que debatió el memorándum de acuerdo con Irán por la causa Amia, lanzó su misil antisemita: “Un atentado muy grave... que le costó la vida a argentinos. Argentinos de religión judía y ‘argentinos argentinos’ que estaban allí”. En mayo de 2014, durante una entrevista con Reinaldo Sietecase y Romina Manguel cargó contra los africanos: “Yo no quiero estigmatizar, pero... usted ve en todo Buenos Aires la actividad ilegal de manteros senegaleses que entran como refugiados y forman parte de una organización semidelictiva...”  Y días atrás por Canal 26 llamó “resaca” a bolivianos y peruanos.
   El macrismo en CABA desde hace años tiene una política de guerra civil y saqueo contra los refugiados senegaleses que trabajan de vendedores ambulantes. En enero de 2014 esos vendedores denunciaron que efectivos de la policía Metropolitana de CABA a punta de pistola irrumpieron en sus viviendas, en Once, donde les afanaron la mercadería, teléfonos y objetos de valor. A la mañana siguiente la poli fue a la avenida Corrientes y levantó a todos los manteros, algunos de quienes algunos “perdieron” entre $15.000 y $20.000 en mercadería que desapareció. “El Estado argentino ya nos reconoció, tenemos todos nuestros papeles de residencia y además somos monotributistas y pagamos impuestos por nuestra actividad, no hacemos cosas ilegales”, señaló la mantera Bernardette. El delegado de los manteros Omar Guaraz denunció que “los empresarios de las cámaras comerciales de CABA son los que a diario vuelcan en las veredas millones de pesos en mercaderías a través de manteros propios y a ellos el gobierno porteño no los toca”. (Télam 29/1/14)
  Los vendedores en abril fueron reprimidos y expulsados de la calle Avellaneda en Flores donde hay venta mayorista de ropa, zapatos y bijouterie. A 25 senegaleses los reubicaron en Lanús, donde los intimaron a cumplir con exigencias que ya cubrían: pagar monotributo, tener al día la documentación, contar con facturas que indiquen la procedencia de la mercadería y no tener antecedentes delictivos. 
  Pero en Lanús los refugiados de guerra, a pesar de cumplir todos los requisitos, volvieron a conocer la política de guerra civil que aplica el macrismo, esta vez bajo las directivas de Grindetti con inspectores y patoteros. 
  Los vendedores senegaleses de Lanús denunciaron (La Defensa 10/11/16) que los inspectores municipales del distrito les roban su mercadería de las mantas en las veredas y de los garajes y locales donde les permiten guardarla, a los que irrumpen sin orden judicial.  Asimismo los roban en plena calle cuando los vendedores transitan con sus valijas o carritos. También son hostigados por los mismos inspectores con frases racistas, xenófobas, amenazas y son coaccionados de diversas formas.
   Queda claro que la modalidad mafiosa del apriete, la patoteada y el robo es una forma de disciplinar “a los negros”.  Esta política represiva necesariamente cuenta con la cobertura del municipio que brinda impunidad a los delitos que padecen los manteros senegaleses. 
  Desde Malcorra y su vista gorda con los violadores de niños de las colonias que ocupa la ONU, pasando por la mirada cínica y el paraguas de impunidad del gobierno y la oposición, el régimen político capitalista argentino se entrena violentando todas las normas de asilo y protección a las víctimas de las guerras coloniales porque participa en ellas jugando el papel rastrero de alcahuete del imperialismo. 
  Por la vigencia de todos los derechos laborales y ciudadanos para los vendedores ambulantes senegaleses.
       (*) Del Partido Obrero