viernes, 18 de noviembre de 2016

El triunfo de Trump profundiza la crisis política mundial

por Lisandro Martinez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar
     El triunfo electoral de un magnate y evasor impositivo serial como Donald Trump indica  que el resultado fue dictado por la bancarrota del capitalismo, cuyo epicentro es EEUU desde 2007 con la crisis de las hipotecas y de la cual no ha salido. El estado federal tiene una deuda externa de u$s125 billones y el 50% la tienen Rusia, Arabia Saudita, China y Japón. Esto ha clausurado para siempre la emisión de dólares como salida, lo que va a llevar a EEUU a defoltear su deuda, con las repercusiones que tendrá sobre el mundo.
   Pero lo que imprime más dramatismo al cuadro político mundial es que el país líder se ponga en manos de un fascista como Donald Trump. Esto destaca el fracaso de la “democracia” de EEUU que no puede avanzar ni retroceder en las 8 guerras en que interviene. El pantano vuelve a proclamar para todo el mundo capitalista los dichos de Hemingway en la post derrota republicana en España: “Ahora las campanas doblan por ti”.
   Trump hace más de 20 años que no paga impuestos acogiéndose a reglas que benefician
en EEUU a los ricos. En 1995 declaró pérdidas por u$s 916 millones, por eso  no paga impuestos sobre la renta hace más de dos décadas (The New York Times 1/10/16). Esos beneficios fiscales se derivan, según el NYT, de las pérdidas financieras de 1990 por mala gestión en 3 casinos de Atlantic City (Trump Castle, Taj Mahal y otro), su quiebra en aerolíneas Trump Shuttle y la bancarrota en el Hotel Plaza de NY.
   Trump y Macri son emergentes del submundo de la política, ambos hicieron su fortuna como contratistas chupándole la teta al Estado y no ganan elecciones por sus atributos políticos sino por el horroroso gobierno de Obama/Guantánamo y por la década “ganada” K.
   En EEUU desde el 2007 con la burbuja expropiaron miles de viviendas a las clases populares y hay 5 millones de pobres, la clase media se ha venido abajo, han destruido ciudades enteras como Detroit y Obama en lugar de a la gente ha socorrido a los bancos.
   La candidata Hillary Clinton defendió la guerra de Medio Oriente, votó a pedido de Bush la guerra contra Irak y como secretaria de defensa tramó el golpe a Honduras, forreó y asesinó a Gadafi, hundió a Libia en el caos que aún se extiende al resto de África e incluso a Europa. Clinton prometió apoyar más a Israel contra los palestinos. Estaba comprometida con Arabia Saudí e Israel cuyo objetivo es derrocar a Assad, fragmentar Siria y destruir la alianza chií entre Irán, Assad y Hezbola.  (https://www.youtube.com/watch?v=4Z6PDAlOhJs.)
   Según los voceros progresistas, Hillary -gestora de guerras y caos en el mundo- era la candidata que había que votar.
  Los medios de comunicación europeos, EEUU, etc. presentaban a la Clinton como si fuera “Heidi”, una alternativa sensata y moderada mientras la totalidad del periodismo argentino comprometido por la pauta lloriqueaba en favor de la asesina de guerra frente al picapiedras Trump. Recomendaban beber cicuta y no arsénico como lo hicieron con Scioli y Macri. Los cagatintas vernáculos están corrompidos hasta los tuétanos.
   La década ganada en Argentina dejó al desnudo que durante el gobierno K el salario mínimo no pasó nunca el umbral de pobreza y el 35% de los trabajadores estaba en negro. Ahora CFK desde la Universidad de Varela ha dado fe de “trumponista” de primera hora, en su gobierno amenazó a trabajadores y sindicatos que si pedían aumentos salariales pondrían en juego sus puestos de trabajo, lo que hará Trump en el futuro inmediato.
   Tanto los defensores de Obama/Guantánamo como el gobierno Nac&Pop allanaron durante años el camino hacia el infierno y prepararon la victoria de Macri y de Trump.
   Macri (¡nunca un destello de inteligencia!) con la goleada de Brasil, estuvo muy preocupado por el Seleccionado y pidió que cambien al DT, pero Mauricio -que está sentado sobre una espectacular burbuja financiera- tendría que estar más preocupado por su propio trasero que por el de Bauza, ya que “la inflación es un subsidio al sistema financiero, que toma dinero a interés bajo y lo presta por arriba de la inflación” (El País de España 14/11/16).
   La política de endeudamiento desaforado ya la practicó la dictadura y al complicarse la situación internacional los especuladores se rajaron para refugiarse en Wall Street, dejando quebrados a bancos y empresas. Macri y “su equipo de lujo” creen que la tasa de interés internacional será para siempre del 1% y los dólares continuarán fluyendo al BCRA. Chávez con el petróleo hizo lo mismo, el precio luego se desmoronó y vean hoy Venezuela.
    La política de Trump es una tendencia que se morfará las etéreas bases del proceso de endeudamiento y especulación macrista. Vamos a una crisis de fondo. El cambio de una economía global a una de puertas adentro como plantea Trump repercutirá negativamente en la “bicicleta financiera” macrista y existe la posibilidad más temprano que tarde que con la crisis “al palo” estemos eligiendo nuevo presidente y Bauza siga entrenando a la Selección.   
 Trump quiere armar un plan de obra pública de u$s 500 mil millones con financiamiento exterior pero no puede cerrar las fronteras a China y Japón que tienen el 30% de la deuda. Con estas perspectivas en EEUU si las tasas de interés suben: los depredadores que operan en Argentina vuelven a EEUU y la deuda norteamericana cae de valor en 10 o 15%.
    El triunfo de Trump y su brutalidad abrió la puerta a nuevos protagonistas: los explotados de EEUU que con un escenario de movilizaciones de jóvenes estudiantes y trabajadores frente a la Casa Blanca y en 25 ciudades repudiaron, en un hecho inédito en la historia de EEUU, antes que asuma al nuevo Presidente. Éste junto a Obama, Hillary y otros dinosaurios del pentágono no podían entender como habían provocado semejante desborde de miles de movilizados en los Campus universitarios, las secundarias de Berkley, la Universidad de California, la Universidad de Pittsburgh, secundarias en Oakland, escuelas de Phoenix, etc.
   El repudio al programa de Trump tiene su antecedente ya que desde noviembre de 2012, por fuera de los sindicatos, la organización “Fight fot u$s15” que representa a 64 millones de trabajadores de comidas rápidas viene produciendo huelgas, luchas y manifestaciones en 270 ciudades reclamando “u$s 15 por hora” y en abril de este año el Estado de California y NY capitularon firmando el aumento. Fight fot u$s 15 está ligado a los “Ocupas de Wall Street”. (www.diagonalperiodico.net)
   (*) Del Partido Obrero