jueves, 22 de diciembre de 2016

Municipales vs. barrenderos del Fanfi


El martes por la mañana, empleados municipales de planta permanente de la Dirección de Limpieza Urbana no salían de su asombro cuando el jefe de la barrabrava de Lanús, el “Fanfi” Goncebate en persona, fue a pasar lista y a repartirles las bolsas de residuos a los barrenderos “cooperativizados”.
  Al decir de los municipales, este es un paso más en la escalada que enfrenta a ambos grupos: a los empleados de carrera y a los barrenderos subprecarizados, quienes a decir de los primeros, “no hay quien pueda con ellos”.
“Venimos sufriendo -dicen los “plantapermanente”- amenazas, maltrato y hostilidad permanentes, por parte de los trabajadores de los grupos sociales, planes o llamemosle cooperativas de trabajo, que cumplen tareas de corte de césped, mantenimiento y barrido de calles”. Estos hechos se habrían incrementado en los últimos dos meses: Los que los padecen son los empleados de carrera que cumplen funciones de supervisores, capataces y coordinadores, en un área donde escasean elementos de trabajo con un parque automotor destruido. 
  En ese marco, a un supervisor le apedreraon la casa y le rompieron su vehículo particular; a otro lo amenazaron con molerlo a palos; a otro supervisor, que controlaba las inasistencias de la tropa del Fanfi, le pegaron entre cinco, palazo en la espalda incluido; y a otro supervisor lo agarraron a trompadas y le tiraron piedras; mientras a un jefe lo amenazaron con pegarle un
tiro. Todo esto le fue impuesto a la secretaria gremial, Paula Pedelhez, cuando asistió a una asamblea con el personal del barrido, donde se llegó a plantear la necesidad de hacer un paro en el lugar de trabajo, allí en Hipólito Irigoyen 5880, al lado del puente Carretero de Escalada.
  Ahora los municipales piden vehículos en condiciones para recorrer las calles, que efectivicen las recategorizaciones o jefaturas que correspondan, no quieren controlar ni una cooperativa más y que los punteros y la intendencia acuerden y coloquen personal responsable y se controlen ellos mismos, “ya que en el manual descriptivo de funciones no está la figura de controlar a cooperativas de trabajo”, afirman.
 A todo esto el director de Limpieza es Germán Amorín (foto) un exultra K -¿son mayoría en el gabinete grindettista?- de Kolina, que vive en Almirante Brown, y mira para otro lado.