por Lisandro Martínez*
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La Defensa (12/1/17) señala que por la denuncia de que Guillermo Arribas cobró coimas por casi u$s 600.000 es posible la vuelta de Miguel Ángel Toma a la ex–SIDE.
Esto refuerza nuestra conclusión de que los Servicios Secretos (SS) en Argentina funcionan prostituidos por la patronal. Toma es un pejotista, actual miembro del directorio de Techint, colocado allí por el macrismo como antes Kiciloff por los K (La política online 2/8/16).
En países vasallos como Argentina los Servicios Secretos (SS) operan como autómatas de los explotadores, pero como los intereses económicos de éstos están enfrentados, los “servis” se dividen en múltiples fracciones esclavas de los grandes empresarios; por lo tanto denuncias y escándalos como el de José López y el Vaticano están todo el tiempo alimentando a la prensa amarilla pero también recordándonos la necesidad social de acabar con este régimen.
Como no hay prenda que no se parezca al dueño, la clase social gobernante cuando
conforma los SS no puede escaparle a montar su espejo y en lugar de asegurar la independencia económica y la seguridad nacional, debido al mito freudiano de Narciso está condenada por aquella fábula de la creación divina a darle a la criatura su espantosa imagen y semejanza.
Así los SS alfonsinianos del “Coti” Nosiglia antes de dejar el país en llamas armaron la ratonera de La Tablada en enero de 1989 donde fueron torturados, masacrados con fósforo blanco y hechos desaparecer integrantes de Todos por la Patria. Cuatro meses después en el pináculo de la fuga de capitales por la política de la UCR detuvieron al Comité Central del Partido Obrero. Los de Menem “vendieron llave en mano” los dos primeros atentados producidos en la Embajada de Israel y en AMIA y volaron el Arsenal de Río Tercero para tapar el tráfico de armas, negocio con el que se enriqueció el ejecutivo menemista.
En 2001 el gobierno progresista del conservador De La Rúa dio vía libre para que los SS montaran una cacería en varias provincias y en los alrededores de Plaza de Mayo con decenas de muertos por fusilamiento. En 2002 con Duhalde los SS coparon el Puente Pueyrredón y fusilaron a Kotesky y Santillán e hirieron a 150 manifestantes. Con los K cada conflicto gremial de fuste fue operado por los servicios que montaron el Proyecto X, liberaron la zona para asesinar a Mariano Ferreyra y fragotearon con Nisman hasta desecharlo mediante un homi/suicidio.
A Gustavo Arribas y Silvia Majdalani en agosto del año que pasó, el macrismo decidió nombrarlos al primero como jefe de la ex-SIDE y a Majdalani como su segunda, sin importar que Lilita Carrió denunciara en Diputados cuando se revisaba su curriculum “por no contar con la independencia ni con la imparcialidad necesaria y por estar unida al submundo de los espías mediante su vínculo de amistad con Francisco Larcher de la ex-SIDE de Stiuso” (www.bigbangnews.com 1/8/16).
Majdalani cuando se investigaba el tráfico de armas a Croacia respaldó a Menem con movilizaciones a la puerta de la Quinta de Olivos y ahora consecuentemente es portavoz de los intereses cloacales de los SS en la Cámara de Diputados. Esta mujer nunca pudo demostrar en el parlamento que siguió carrera alguna que la habilitara como “espía” y fue denunciada por el CELS por no corroborar su nivel técnico mediante títulos oficiales que comprobaran sus estudios. Majdalani está investigada por el fiscal Delgado debido a maniobras de lavado de dinero y por sus vinculaciones con tres cuentas offshore en Panamá.
Arribas es testaferro de Macri junto con Angelicci en Boca. Fue actor principal en la transferencia triangulada de jugadores al exterior, y en 1999 multado por la FIFA por el pase de Diego Garay de Talleres de Córdoba al futbol francés, ya que se descubrió que al jugador se le suministró un pasaporte falso. En 2005 fue el protagonista de la escandalosa transferencia de Carlos Tevez de Boca a Corinthias.
Arribas desde 2009 es titular de una empresa offshore: La Veneziana Corp. registrada en Nueva York (ver Panamá Papers).
La podredumbre instalada en Brasil abarca de conjunto a la burguesía latinoamericana involucrada en las obras públicas y aunque el mayor escándalo de coimas se ha instalado en el país carioca. Desde esa cabecera de playa la todopoderosa empresa Odebrecht coimeó a dios y maría santísima. Un podrido (Leonardo Meirelles) se acogió a la ley del arrepentido y cantó que Arribas había recibido en su cuenta 373645-5, radicada en la sucursal Zurich del Credit Suisse, cinco giros por u$s 594.518 realizados desde el Standart Chartered Bank Hong Kong por la empresa RYF import & Export Limited. (www.ambito.com 14/1/17)
Los depósitos comenzaron a realizarse en 2013 -bajo los K- luego de la oficialización del contrato de soterramiento del ferrocarril Sarmiento. Odebrecht e IECSA (la empresa de Calcaterra/Macri) ganaron esa licitación. El escándalo por las coimas de Odebrecht en Argentina incluye al PE kirchnerista y a ministros como De Vido, Ricardo Jaime, Randazzo y secretarios de estado, así como a miembros relevantes de la actual gestión macrista e involucra al núcleo central de la burguesía coimera que se beneficia con los negociados de la obra pública provistos por los gobiernos de turno.
Los Macri/Calcaterra fueron los segundos adjudicatarios de los contratos de obra pública durante “la década ganada”. Sólo el pulpo Techint los superó en licitaciones ganadas. Cerca de Macri/Calcaterra se ubica el K Cristóbal López en el ranking de la "patria contratista". Calcaterra es socio de Odebrecht no sólo en el soterramiento del Sarmiento sino que también comparte la construcción de gasoductos en Córdoba.
En diálogo con El Destape en Radio 10, Roberto Digón, ex dirigente de Boca, señaló: "Arribas vive al margen de la ley. El día que salga a la luz quienes son los grupos inversores que lucran con los futbolistas nos llevaremos una sorpresa". Agregó: "Arribas fue el testaferro de Macri. Se quedaban con el 15% de los pases de los jugadores", dijo y denunció: "El 15% de los pases iba a parar a una cuenta suiza de Arribas, testaferro de Macri" (www.noticiasenpositivo.com.ar13/01/2017).
Las medidas anunciadas por el ministro Dujovne son un ataque en regla contra el pueblo trabajador, mediante una escalada antiobrera lanzada por una clase social podrida y acabada.
Tienen el activismo obrero y la izquierda el desafío de poner en pie de guerra a todo el pueblo para derrotar al gobierno y a la oposición cómplice.
(*) Del Partido Obrero
