miércoles, 8 de febrero de 2017

Herbicidas mortales

por Alejandro Chitrangulo 

A través de la Agencia Internacional para la In

vestigación sobre el Cáncer (Iarc), la OMS, declaró a cinco pesticidas como cancerígenos “posibles” o “probables”. El herbicida glifosato (sustancia activa del Roundup, de Monsanto uno de los herbicidas más vendidos) y los insecticidas diazinón, tetraclorvinfos y malatión han sido clasificados como “probablemente cancerígenos para los humanos”. 
En la Argentina se usan unos 300 millones de litros de glifosato en 28 millones de hectáreas especialmente en las que se produce soja
Su uso se ha disparado a partir del desarrollo de cosechas modificadas genéticamente para hacerlas precisamente resistentes al uso de estos agentes.
Muerte en la zona sojera
El glifosato de Monsanto fue desarrollado para la eliminación de hierbas y de arbustos, en especial los perennes. Es un herbicida de amplio espectro, no selectivo y de acción
sistémica, altamente efectivo para matar cualquier tipo de planta. En caso de propagación de Roundup sobre una planta, provoca la contaminación general del organismo, lo que provoca una necrosis de los tejidos vegetales, que la conducen a la muerte. 
Estudios realizados por científicos independientes han demostrado que el glifosato ha sido erróneamente calificado como “toxicológicamente benigno”. Los efectos en humanos, incluyen irritaciones dérmicas y oculares, náuseas y mareos, edema pulmonar, descenso de la presión sanguínea, reacciones alérgicas, dolor abdominal, pérdida masiva de líquido gastrointestinal, vómito, pérdida de conciencia, destrucción de glóbulos rojos, electrocardiogramas anormales y daño o falla renal. 
Un equipo norteamericano de científicos independientes, Northwest Coalition for Alternatives to Pesticides (NCAP) ha realizado una revisión de la toxicología del glifosato e identificando efectos adversos en todas las categorías estándar de estudios toxicológicos (subcrónicos, crónicos, carcinogenéticos, mutagénicos y reproductivos).
Una reciente investigación difundida por el programa italiano Le Iene expone claros casos de envenenamiento con agroquímicos en la región central de Argentina, donde las personas están empezando a morir de la peor manera. 
Malformaciones, cáncer, y al final la peor muerte de todas es la consecuencia del uso cada vez más concentrado de herbicidas, principalmente glifosato, el cual debe aumentar su poder periódicamente debido a la resistencia que desarrollan las “malezas”.
Así lo muestra la televisión italiana en una reciente producción realizada en nuestro país, alertados por la cantidad de personas afectadas en las provincias centrales como Santa Fe, Córdoba, Entre ríos y Buenos Aires, donde se utilizan estos químicos en mayor medida desde hace varios años.
Los casos más evidentes se dan en personas que trabajan con este tipo de sustancias sin tomar ningún tipo de recaudos. Un claro ejemplo de ello es la localidad entrerriana de San Salvador, conocida como “el pueblo del cáncer”, donde se puede respirar una atmósfera espesa con altas concentraciones de veneno y los habitantes de bajos recursos utilizan los bidones de glifosato descartados para llevar agua a sus hogares. 
El informe cuenta con el testimonio de Fabián Tomasi, oriundo de Basavilbaso, Entre Ríos, quien en 2005 comenzó a trabajar en una empresa de aplicación aérea de agroquímicos y hoy padece una grave afección conocida como la “enfermedad del zapatero” tras verse expuesto periódicamente a una lluvia de herbicidas. 
Una excelente producción conducida por Gaetano Pecoraro que muestra como el “granero del mundo” va camino a convertirse en una gigantesca enfermería.