por Marta Santos
Los mensajes que envía el nuevo defensor del pueblo de Lanús, Alejandro Gorrini, dan cuenta que está inmerso en su tarea de reunirse asiduamente con otros defensores, en distintos distritos y provincias… y hasta con gremialistas. En twitter declaró hace pocos días: “Defensor Ale Gorriniþ @defensorgorrini””Hoy los Defensores del Pueblo nos reuniremos con la #CGT para analizar distintas problemáticas que atraviesa el país!!!”
Es harto sabido que los vecinos de Lanús estamos sufriendo cortes de energía que afectan nuestra calidad de vida de manera asidua y prolongada. También
resulta obvio señalar que, frente a estos atropellos de la empresa de energía hacia sus usuarios, el juramentado defensor del pueblo debería estar poniendo todo su esmero en lograr que la empresa hiciese llegar la energía a todos los hogares del distrito. Sin embargo, y pese a reclamos, cortes de calle y denuncias permanentes de vecinos que ya no soportan más las altas temperaturas sin el auxilio de aparatos eléctricos, todo lo que sabemos de su labor se remite a reuniones “para analizar distintas problemáticas que atraviesa el país”.
Su misión principal es la de defender a los vecinos de los abusos u omisiones del Estado y de las empresas concesionadas -siguen perteneciendo al Estado porque fueron entregadas
en concesión, no vendidas a organizaciones privadas, con lo cual su labor se extiende a ellas-.
Impulsado por el concejal Nicolás Russo presidente del FR y con el apoyo de Cambiemos, en agosto del año pasado Gorrini logró los votos necesarios de los ediles para ser elegido Defensor. Poco después y a su sugerencia, con la misma cantidad de votos logró imponer a su adjunto, el radical Daniel Marciano. Ambos juraron su cargo y la práctica política indica que ambos, si juraron, deberían estar cobrando sus sueldos del erario municipal.
Más allá de lo que queda como anécdota, hay una realidad: Los vecinos están sin luz, tienen problemas con el agua potable y no tiene un lugar donde atender a quienes lo requieren. El Ejecutivo no concreta su puesta en funcionamiento y los concejales que dieron el quórum para su elección no reclaman. Entre las funciones de los ediles está la de controlar los actos del Ejecutivo. Pero desde su nombramiento, Alejandro Gorrini no ha realizado ninguna acción concreta en defensa de los vecinos.
La Defensoría del Pueblo es un organismo que nació proclamando independencia de intereses partidarios y que ningún político desea, porque en algún momento puede tocarles ostentar el poder y ser objeto de sus reclamos y/o acciones judiciales. La pregunta entonces, es: ¿Por qué el apresuramiento en nombrarlos (titular y adjunto) si no había posibilidades de que empezaran a trabajar en lo que los vecinos necesitan? Ustedes tienen la respuesta.
