domingo, 30 de abril de 2017

Exclusiva: El precio del pase de la Storni a Cambiemos

“¡Cambiemos!”, dijo Adriana Storni en 2013 y se pasó del ultrakirchnerismo a su mayor opositor de entonces: el massismo. “¡Cambiemos!”, repitió en 2017, y se fue del massismo al macrismo, Storni, convertida en una tránsfuga serial.
   Floja de ideología, la mujer, obedece a su víscera más sensible. Resulta que es amigo entrañable de la edil, Christian Omar Pereyra, el proveedor de comedores escolares de quien La Defensa publicó días pasados una de sus facturas. Y dicen que él fue la causa final de la ruptura de Storni con su mentor anterior, Nicolás Russo.
 Storni en su momento, le había pedido a Russo que intercediera para que a su amigo Pereyra le compraran más mercadería de la que le estaban comprando. —Yo no lo recomiendo porque ese cattering es malo- dijo Russo, convencido de que los víveres que vende Pereyra no son los mejores o porque ya se había cansado de Storni, lo cierto es que no accedió al pedido de esta.
 La mujer habló con Jorge Schiavone, el presidente de los concejales macristas, que habló a su vez con Nestor Grindetti, y el intendente le prometió a Storni que a Pereyra, a pesar de que el precio y la calidad de su mercadería no es de lo mejor, le van a aumentar el cupo si Storni levanta la mano por Cambiemos de acá hasta el final de su mandato en diciembre próximo, “y después te vamos a acomodar en el ejecutivo”, prometió el jefe comunal generoso con bolsillo ajeno. Y así fue que se sacaron la foto Schiavone y Grindetti con la nueva conquista (foto). Las anteriores emigrantes del massismo fueron Noelia Quindimil y Pochy Vedani. Las tres se fueron bajo el sol oficialista.
Y miren lo que puso en twitter la Storni: “El diablo me susurró al oído: Cuidate sos demasiado débil para esta tormenta. Yo soy la tormenta”, le contesté.