viernes, 2 de junio de 2017

Démonos una salida: pongamos a Argentina y a Latinoamérica bajo control obrero*

por Lisandro Martínez**

En Argentina el negocio más exitoso en términos capitalistas desde el siglo XIX es la agro exportación. Desde allí ordenan e imponen sus cláusulas los monopolios internacionales dedicados al negocio de granos y alimentos.
 La última facturación de conjunto de los agroexportadores fue de u$s26.000 millones. A este nivel de ganancia hay que sumarle que desde el inicio del gobierno de Cambiemos la gran patronal del campo recibió alrededor de $200 mil millones con la eliminación de las retenciones y la devaluación. 
   El plan de entrega incluye la medida presidencial de quitar las limitaciones a la adquisición de tierras para empresas extranjeras. Esto encubre un pacto inmobiliario rural para impulsar la inversión foránea en las zonas más ricas y productivas del país servido en bandeja a través del decreto 820/16, el Gobierno arrasó con la Ley N° 29737/11.  Este decreto macrista posibilita que capitales extranjeros tengan más facilidades para comprar, es la entrega de los recursos naturales y la concentración del territorio en pocas manos. Pero atención que la ley 29737 de CFK era otra tranquera abierta que aprobó más del 90% de las ventas del territorio incluso a empresas offshore sin ningún cuestionamiento.
  No existe actividad industrial o de servicios con semejante volumen de ganancias como la de los ruralistas, donde los trabajadores tengan salarios de hambre “el salario neto en el 4º trimestre del 2016 en el sector agrícola y ganadero –según datos publicados esta semana por el Indec- fue de $12.409, mientras los trabajadores de la minería están en $65.297, los bancarios en $47.195 y los de SMATA más de $40.000 (www.nuestroagro.com.ar 26/4/17).
   Macri desde el propio 10/12/15 en comunión con los dueños del país anticipó que siendo
parte del sector, su gobierno restituiría la tasa de ganancia del campo y del complejo agroexportador, con medidas que llevaría adelante.
  Este descarado nivel de entrega tiene como correlato un endeudamiento externo de niveles nunca vistos y de fuga de capitales tipo catástrofe. Entre diciembre de 2015 y abril de 2017 el promedio de salida por izquierda de capitales, mensualmente fue de u$s 1037 millones, se piantaron de Argentina por día laboral bancario la friolera de u$s 51 millones.
   Asistimos al derrumbe de las experiencias nacionalistas burguesas, pintarrajeadas como pueblos originarios, del socialismo del siglo XXI o progres. Todos llegaron al poder enancados en la crisis de los neo liberales quienes en nombre de entrar al primer mundo estafaron al soberano. La responsabilidad política del PJ, su cría el FpV y sus polluelos Scioli y Macri quienes continúan 20 años después jodiendo a quienes trabajan por la via de Odebrecht/Kalcaterra/Baez.
  Los estertores del lulismo quien antes de asumir ya había firmado con el FMI la entrega. El místico verso del socialismo Siglo XXI, que termina en un baño sangriento dictatorial y represivo, sumado a los bochornosos bolsos vía Vaticano/López y los trasvestidos del FpV, desenmascara a fracciones populistas cuya delictiva pretensión fue afanar dándole un baño trucho de justicia social a la impiadosa explotación capitalista. La llegada de experiencias del populismo de derecha como el macrismo, están fuera del cuadro histórico y más, cuando la bancarrota capitalista mundial se ha encaramado al cogote de América latina como consecuencia de la dependencia “al palo” del mercado mundial, que aquellas y estas fracciones de la burguesía “nacionalistas” no han sabido ni han querido gambetear.
   Las quiebras financieras de EEUU y Europa fueron rescatada por los tesoros nacionales esto provocó un gigantesco endeudamiento público y privado cuya factura la están pagando los países dependientes, la recaída en la crisis mundial -2012 en Europa y 2014 en China- hundió el mercado de materias primas y con ellas la soja, el petróleo y todas las reservas naturales que subastan día a día los gobiernos de AL, esto desató una fuga de capitales descomunal en el continente. 
  Es el capitalismo que en todas sus versiones hace agua por los cuatro costados. No sería de extrañar que cualquier noche en Bailando de Tinelli se aparezca “el mejor equipo del mundo de los últimos 50 años” con el salvavidas puesto y Macri a la cabeza gritando “a los botes”.
   Brasil tiene una deuda pública que ronda el 100% del PBI, la crisis política de los cariocas podría desembocar en defol. Puerto Rico sometido a los Yanquis siguió las instrucciones al dedillo y está en defol económico y político. Abrir la economía y sobre endeudarse choca de narices con la tendencia internacional a la guerra comercial que conlleva a muros y fronteras cerradas. Venezuela se debate entre el derrumbe del Socialismo Siglo XXI y la inviabilidad del derechismo. El horizonte es golpe en puerta o sucesivas crisis y desarrollo de situaciones revolucionarias que superen al Chavi/madurismo.
   Brasil y Argentina corren en paralelo con coaliciones políticas que tienen terror reverencial a nuevas crisis políticas, bancarrotas y alzamientos populares. El capital financiero en lugar de amainar la crisis en ambas repúblicas la potencia dando préstamos que a los únicos que le ofrece salida de muy corto plazo es a los capitales ficticios.
  En este cuadro convulsivo con Odebrecht/Kalcaterra pudriendo todo el continente, la gobernabilidad del capital se basa en el apoyo descarado de los desplazados del FpV y de la burocracia sindical que en Argentina oxigenan al macrismo para que haga el trabajo sucio de despidos, ajustes y tarifazos. En la misma sintonía el PT de Brasil apoya una salida consensuada en el Congreso de 300 diputados ladrones con tregua hasta 2018.
 El saldo de las experiencias burguesas en Brasil es de terror: han quebrado a un gigante colosal.
   Esta crisis coloca a la izquierda revolucionaria frente a un desafío, pero una parte de la izquierda busca ir hacia el “populismo radical” conocido en la historia como la defraudación nacionalista a la causa obrera. El frente único es nuestro método para impulsar a las masas a realizar su tarea histórica. La construcción de un partido obrero es el pasaporte a la homogenización política y el paso firme hacia el gobierno de los trabajadores.
 Hay que poner todos los resortes latinoamericanos bajo control obrero.
                                         (*)  Basado en el aporte  del Partido Obrero de Argentina para laConferencia Obrera Euro-Mediterranea en Atenas 24 al 29/5/17 
                                     (**) Del Partido Obrero