Nazábal, Natalia Gradaschi y Paola Rezzano, ex funcionarias de la administración anterior.
Con el tratamiento sobre tablas hubo argumentaciones con abundantes acusaciones por parte de Luciana Agustavicius (FV) respondidas por Adriana Storni (Juntos por Lanús). La primera recibió aplausos, la segunda abucheos, gritos y risas burlonas, apoyados por ex funcionarias locales.
En realidad nada de eso era indispensable, pues los concejales ya habían acordado que
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darían la aprobación unánime a la declaración, lo cual sucedió. Sin embargo, una de las
acusaciones que lanzó la concejala dariísta Agustavicius, es para prestarle atención: Indicó que se habían suspendido programas de capacitación para prevenir la violencia, dirigida a las mujeres, a fin que pudiesen detectar los signos de probables actos de violencia en sus parejas antes que ellos sucediesen y la manera de proceder cuando se concretaran. Si es así, merece al menos una explicación.
Fuera de ésto, fue un ingrediente más en un año teñido por la campaña electoral, pues no era necesario hacer escándalo para sostener un justo reclamo sobre un tema en el que todos los concejales estaban de acuerdo. Ymuchos de los que éramos testigos, también.
Marta Santos
