domingo, 6 de agosto de 2017

Será justicia

por Marcelo Calvente

marcelocalvente@gmail.com

El domingo 30 de julio definían el ascenso al Nacional Bel Deportivo Riestra y Comunicaciones, dos equipos que nunca estuvieron ante una chance similar. En la ida había ganado el “Cartero” por 1 a 0. En la vuelta ganaba el local 2 a 0, el tiempo estaba cumplido. De mantenerse el resultado, el ascenso sería para Riestra. El árbitro Paulo Vigliano adiciona 5 minutos, cuando desde la zona del banco de suplentes del equipo de Villa Soldati ingresó al campo un encapuchado con la indiscutible intención de detener el juego. En la tribuna, parte del público estaba listo para invadir. Fue ver al intruso en acción y proceder de igual modo. Hay empujones e intentos de agresión, el árbitro anuncia la suspensión del partido, el confuso festejo se interrumpe. Todo ocurre en un marco que vale la pena analizar más a fondo.
A los 33’ del primer tiempo el local ganaba 2 a 0 y ascendía. Durante varios minutos más mantuvo el dominio y lo pudo liquidar. En los últimos 30 minutos de juego, Riestra aflojó el ritmo, perdió las marcas y Comunicaciones lo empezó a dominar. Un gol lo llevaba a los
penales. Por lo que se veía, no había que ser un genio para imaginar que ese gol delavisitapodría llegar en los minutos adicionados. Pero entró el encapuchado y todo se desmadró. Y lo peor se supo enseguida: no era un hincha, sino Leandro Freyre, volante de 29 años proveniente de las formativas del club, con una austera carrera de 197 partidos y 10 goles convertidos,siempre en Riestra,en tres divisionales distintas, e integrante del plantel. El árbitro Vigliano no lo identificó en su informe, pero las imágenes son lo suficientemente elocuentes como para probar que se trataba de él, con lo que el castigo correspondiente era darle por ganado el partido a quien le impidieron seguir jugando el tiempo reglamentario, es decir, a Comunicaciones. 
Luego habría que repasar la participación de Freyre: ¿tiene antecedentes de comportamiento como para ser capaz de protagonizar la absurda secuencia cinematográfica que lo condenará de por vida a una página negra de la historia del fútbol argentino? ¿Le agarró un surmenage, un ataque de pánico o un borderline?¿O alguien con autoridad le dijo ‘metete’? Se debería investigar, porque sería mucho más grave si el incidente fue planificado. Y de paso, el club gerenciado por el abogado Víctor Stinfale tendría que responder por haber presentado un terreno de juego en el que las áreas eran dos metros más grandespor lado, como se aprecia a simple vista aérea. De esa manera pretendían lograr que le cometan algún penal a favor. Y se lo dieron enseguida, en una jugada muy dudosa que el equipo “Cartero” no protestó. El arquero de Comunicaciones debe haber tenido que esmerarse mucho para explicarles a sus compañeros como fue que no pudo tapar el remate cruzado que se convirtió en el segundo gol del local. Y el tribunal de disciplina tendría que poner en la lupa la gestión de Stinfale, que en cinco años de gerenciamiento consiguió cuatro ascensos. Tiene dinero, tiene relaciones, tiene poder. ¿Pueden haberse agrandado tan burdamente las áreas sin su consentimiento? ¿Pueden haber invadido sus hinchas sin su visto bueno? ¿Puede haberlo hecho Freyre de puro loco nomás, por emoción violenta o por delirio místico?  ¿O cumplió una orden? Como sea, los simpatizantes del fútbol tendrán que hacer un esfuerzo para comprender la decisión tomada el martes por el tribunal: Se jugarán los cinco minutos divididos en dos tiempos, pero le descontarán 20 puntos durante su próximo torneo, ya sea en el Nacional “B”, lo que sería un boleto de ida y vuelta, tanto como en la “B”, si es que Comunicaciones logra el gol del milagro y luego se impone en los penales. 
Un futbolista profesional desquiciado, un club tramposo o ambos,por actuar en concordancia, deberían ser duramente castigados, y el adversario, al que le impidieron seguir jugando hasta el final, debería ser declarado el ganador. Sería justicia. No lo será, y es una pena, porque en la tarde de hoy, jueves 3 de agosto,y en un contexto totalmente diferente,se completó el encuentro sin modificarse el resultado y de esa manera perdieron los dos. Lo más grave es quese desperdició una gran oportunidad de que no vuelva a suceder. Y por eso,volverá a suceder, ponele la firma.