jueves, 12 de octubre de 2017

Por qué es bueno comer ajo fresco

por Alejandro Chitrangulo 

En el área de la medicina alternativa, el ajo es considerado como uno de los alimentos más eficientes a la hora de desintoxicarse. Los médicos de esta rama de la medicina dicen que el ajo es tan poderoso que limpia el cuerpo de parásitos y bacterias, ayuda a prevenir enfermedades como la diabetes, el tifus, la depresión, e incluso algunos tipos de cáncer. 
El ajo y sus beneficios
Diversos estudios han propuesto que el ajo puede aliviar síntomas de la hipertensión, ya que no sólo regula la circulación sanguínea sino que también nos protege de problemas cardíacos y estimula el correcto funcionamiento del hígado, la digestión y la vejiga. El ajo es muy eficaz también en el tratamiento de problemas estomacales, como la diarrea. Algunas personas dicen incluso que el ajo es un remedio increíble para problemas de nervios o estrés, porque potencia la secreción de serotonina en el cuerpo, un
neurotransmisor responsable de transmitir las señales y regular el humor o ánimo. 
El ajo también es bueno para las vías respiratorias y muy efectivo para prevenir y curar el catarro común, la bronquitis, el catarro bronquial crónico, la congestión pulmonar y la tos. Los mejores resultados se obtienen cuando se ingiere crudo. El ajo también puede ser usado para aplicar externamente: Se usa directamente en una picadura de insecto para calmar el dolor y desinfectar la zona. También algunas personas utilizan pequeñas cantidades de ajo para remover verrugas, las que según comentan caerán al poco tiempo de tratamiento sin producir dolor.
Mejor fresco que seco
El ajo fresco machacado o picado tiene más efectos saludables para el corazón que el seco. Según un estudio realizado en el centro de investigación cardiovascular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut  en EEUU, basado en alimentar con ajo a animales de laboratorio durante 30 días, los investigadores descubrieron que los efectos beneficiosos para el corazón fruto de consumir ajo crudo machacado parecían venir del sulfuro de hidrógeno, una sustancia que se forma cuando el ajo se corta o se machaca y relaja los vasos sanguíneos cuando se come.
Según Dipak K. Das, uno de los investigadores del estudio, “aunque es más conocido por el mal olor, el sulfuro de hidrógeno también actúa como un mensajero químico en el cuerpo, relajando los vasos sanguíneos y permitiendo que pase más sangre, aunque, esta propiedad se pierde una vez se ha procesado y cocinado”. La investigación, que fue publicada en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, se basó en dar ajo procesado y crudo y machacado a dos grupos de ratas de laboratorio. Tanto el ajo crudo como el procesado redujeron el daño de la falta de oxígeno, pero el grupo al que se administró el ajo crudo tuvo un efecto significativamente mayor para restaurar el correcto flujo sanguíneo en la aorta e incrementó la presión en el ventrículo izquierdo del corazón.
Estos resultados han sido muy bien acogidos entre los pacientes de cardiología que usan la medicina natural y complementaria en los Estados Unidos. Un país en el cual uno de cada tres adultos usa alguna forma de medicina alternativa.
La lista de propiedades de salud derivada del consumo de ajo parece no acabar nunca. Así que: ¿qué esperamos para consumir más ajo?
Fuentes: logicaecologica, eladerezo y ACS