martes, 21 de noviembre de 2017

El peronismo ante un desafío apasionante

por Omar Dalponte

Si bien es cierto que varias derrotas consecutivas afectaron al peronismo aquí no hay que hacer ningún duelo, como sugieren algunos, pues nada murió. En lugar de arrinconarnos a llorar y perder el tiempo insultándonos entre nosotros hay que ganarle  tiempo a nuestras vidas para hacer renacer a nuestro noble, grande y necesario movimiento político que, mal que le pese a muchos, y a pesar del difícil momento que atravesamos políticamente, aún conserva fuerzas suficientes para ponerse de pie y evitar el hundimiento de la Patria.
  La división, con todo lo que ella nos afecta, no significa desaparición ni mucho menos. Mediante la verdad sin callarnos nada, diciendo las cosas sin intención de ofender a ningún compañero, es bueno señalar nuestros errores. Lo que no es bueno es quedarnos en la crítica a secas. Hoy son mucho más necesarias las propuestas que los insultos, pues aquellas ayudan a construir mientras estos agudizan los conflictos internos y les hacen el juego  a los enemigos separándonos y enfrentándonos. En nuestro haber tenemos las bases doctrinarias, la líneas de acción política y también, aunque con sus propios sacudones internos, a las organizaciones políticas y sindicales con toda su historia y su potencial con capacidad para reemplazar la tendencia a lo centrífugo por la inclinación a lo centrípeto.
 Equivocaciones de nuestra dirigencia hubo, porque si no hubiesen existido no habríamos
sido derrotados. Pero por esas equivocaciones que sí nos perjudicaron mucho, no es cuestión de querer aniquilar a las compañeras y compañeros que no supieron llevarnos por los caminos de la victoria. Antes bien, entre todos, o por lo menos entre todos los que sea posible, hay que cerrar filas, sin odios hacer notar los desaciertos para no repetir errores y con nuestro capital doctrinario impulsar el renacimiento del Peronismo.
  Este es un momento ideal para que las bases peronistas puedan volver a tener el protagonismo de otras épocas. Siempre que ello ocurrió el Peronismo ganó grandes batallas y obtuvo triunfos resonantes. También es un instante óptimo para la actualización doctrinaria, para construir un cuerpo de ideas acordes con la actualidad y que sirvan para proyectar el futuro argentino. La realidad actual no es, de ninguna manera,  igual a la de tiempos pasados. Por lo tanto no se pueden resolver los problemas de hoy con dispositivos viejos.
  El Peronismo debe ser (es) lo que dicen las 20 Verdades Peronistas. El Justicialismo lo que está dicho en La Comunidad Organizada. Nuestra base como apoyatura para la reconstrucción de la Argentina después del turno neoliberal macrista, la tenemos en el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional presentado por Perón en 1974. Estos son tres pilares fundamentales sobre los que podemos construir la plataforma de lanzamiento del Peronismo del siglo XXI. Claro  que mediante su estudio profundo y su adaptación al presente.
  Todos nosotros debemos reconocer y defender los extraordinarios logros alcanzados durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Gobiernos que hemos apoyado como lo hemos hecho en Lanús con el gobierno de Díaz Pérez poniendo lo mejor de nosotros. Carecen de convicciones – y son débiles moralmente- quienes nieguen lo que alguna vez los contuvo, les dio un lugar y posibilidades de trabajar por nuestra ciudad y por nuestro país.
   Dicho esto no podemos dejar de hacer algunas reflexiones. En Lanús, previamente a las elecciones, no hubo el grado de participación necesaria de las bases peronistas en la discusión de un programa, en la elección de candidatos locales  y en la diagramación de una campaña que sea atractiva con llegada a los vecinos. Por más que se procure sacar argumentos de las mangas, aquí perdimos, ganó Cambiemos y aunque el reparto de concejales haya sido parejo hemos sido derrotados por cuarta vez consecutiva. Pagamos el precio por no tener en cuenta a la militancia en la medida correspondiente.
  En el orden nacional Cristina Fernández y quienes tomaron las principales decisiones se equivocaron.  Cristina se equivocó al ser candidata. Si bien es cierto que llegó a ser senadora nacional lo hizo desde la derrota y no desde el triunfo. No es lo mismo. Al decidir su candidatura perdió la oportunidad, para ser después de los comicios, prenda de unidad y conducción de  TODO el peronismo. Ahora conduce, sin dudas, a un sector del peronismo. No a la totalidad. Repitió su equivocación cuando al aceptar su derrota, lanzó a Unión Ciudadana como algo despegado del Justicialismo tradicional. Algunos, no pocos, como quien escribe esta columna, anclados en el peronismo de siempre que reconoce en Perón a su máxima figura, no estamos dispuestos a abandonar los símbolos y la esencia peronista para sumarnos a nuevas aventuras  que pueden ser tan buenas o malas como cualquiera. Que respetamos, pero no nos contiene. Otro cantar sería si Unidad Ciudadana declarara explícitamente su pertenecía al Movimiento Nacional Peronista y su integración en el Partido Justicialista. En ese caso, como corriente interna, sería una expresión más y cada uno de nosotros sabría donde pararse.
  Otro elemento que se suma a nuestras incomodidades políticas es la convocatoria a elecciones internas del Justicialismo para mediados de diciembre. Una interna a dos meses de la derrota de octubre, sin previa organización bien realizada, sin agotar los debates imprescindibles que debemos darnos para adentro los peronistas, y con los malos humores que abundan en nuestras distintas parcelas, esta disputa cerrada es como echar nafta al fuego. Si no fuese que es obligatorio cumplir con los plazos que fijan las leyes, parecería que las elecciones internas  son un escollo más puesto adrede para agudizar nuestros conflictos.
  Como la suerte está echada y de no prosperar el pedido de intervención hecho por el duhaldismo, las elecciones internas en el Partido Justicialista se llevarán a cabo. Quienes resulten ganadores serán nuestras conducciones que habremos de respetar y acatar sean quienes fueren. A partir de allí, por aquello de que quienes ganan conducen, seguiremos luchando por la unidad del peronismo, el crecimiento y modernización del Partido Justicialista y la revitalización de nuestras organizaciones sindicales como las "62 Organizaciones".

(*) De Iniciativa Socialista