domingo, 12 de noviembre de 2017

Los daños de los conservantes en nuestro cuerpo

por Alejandro Chitrangulo

Un conservante es una sustancia utilizada como aditivo alimentario, que añadida a los alimentos (bien sea de origen natural o de origen artificial) detiene o minimiza el deterioro causado por la presencia de microorganismos como  bacterias, mohos  y levaduras.   
   Conservar un alimento es  atrasar o frenar los procesos naturales de degradación. Sabemos que un alimento procesado requiere e  implica  el uso de conservantes o simplemente la utilización de métodos de conservación como por ejemplo la congelación. 
   Los conservantes se usan desde hace muchos años. Algunos de ellos son la sal, el vinagre, los clavos de olor,  la canela, entre otros, pero los alimentos  preparados con estos conservantes en la edad media no eran consumidos todos los días como  lo vemos actualmente. Hoy las personas en muchas ocasiones y sin saberlo ingieren  conservantes  ya que la mayoría de productos en el mercado son  procesados y tratados con grandes cantidades de conservantes y
aditivos entre otras sustancias. Es imposible tratar de evitar comer estos alimentos, pero es importante saber cuáles pueden ser los efectos que producen en la salud en general de los consumidores. 
Los efectos de los conservantes 
Los dos conservantes más usados son, el benzoato de sodio y el sorbato de potasio. Estos aditivos están siendo estudiados  y el Comité Mixto FAO / OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) ha evaluado el ácido benzoico y sus sales en varias ocasiones y han encontrado que son aceptables para su uso en los alimentos, pero sin embargo las investigaciones siguen. 
  Desde la otra cara de la moneda, el profesor Peter W. Piper, investigador de la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, ha encontrado que el benzoato de sodio, usado como agente conservador en muchos alimentos, destruye el ADN de las mitocondrias celulares, provocando un fuerte proceso de envejecimiento. Se puede desencadenar cirrosis hepáticas y enfermedades degenerativas como mal de Parkinson. Aunque el conservante ha sido aprobado por varias agencias de salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2000 afirmó que era seguro, pero aclaró que la cantidad de evidencia científica para apoyar eso era “limitada”. 
   Un aspecto fundamental a tener en cuenta con el uso de estos y otros conservantes es su efecto nocivo en el proceso digestivo, ya que altera notoriamente, no solo la flora intestinal y estomacal sino también bucal, lo que dificulta la digestión de las comidas y en especial la de los azúcares, pues un colaborador fundamental para la digestión son las levaduras presentes en el organismo humano y que éstos conservantes los inhiben o destruyen.  Es decir podrían estar causando problemas de colon irritable, que va en aumento en la población mundial. Además muchos conservantes están generando alergias en menores de edad.
   Es así como gran parte de los aditivos y colorantes que se agregan a muchos productos alimenticios pueden causar dificultad respiratoria o agravar los síntomas. En pacientes enfermos de asma algunos elementos como el benzoato de sodio, el aspartamo y algunos otros pueden en algún momento provocar graves ataques y además desencadenar reacciones alérgicas de gran importancia.
   En algunos experimentos que se han realizado con ratas, se ha comprobado que los conservantes pueden causar graves daños en el corazón. Otro de los efectos que se pueden padecer a largo plazo es el cáncer.
    Según un estudio de InChem sobre carcinogénesis, conservantes y aditivos, muchos de estos elementos se transforman en sustancias tóxicas al digerirse, ya que los nitritos y nitratos cuando se combinan con los jugos y las enzimas estomacales, se pueden convertir  en agentes que causan el cáncer.
Los conservantes en los niños
En muchas oportunidades algunos medicamentos, alimentos o cualquier otra sustancia puede tener efectos muy diferentes en los niños. Los conservantes por ejemplo pueden provocar un aumento en el trastorno por déficit de atención, aunque también pueden provocar hiperactividad.
  Se sabe de muchos niños que en apariencia sufren de problemas de aprendizaje o de comportamiento, en realidad han sido mal diagnosticados ya que en realidad están sufriendo las consecuencias que los alimentos con conservantes provocan en su desarrollo. En muchos hogares ya sea por la falta de tiempo o por cualquier otra razón, a los adultos les resulta mucho más sencillo permitir que los niños se alimenten con comidas rápidas o chatarra y toda clase de alimentos procesados en lugar de preparar alimentos que verdaderamente los nutran de una manera sana y segura