martes, 9 de enero de 2018

El Pepe ilustrado

por Marcelo Calvente

El goleador de la Copa Libertadores de América, a los 37 años, obtuvo un contrato acorde a sus merecimientos deportivos. Sin medias tintas, viene de un año y medio jugando en un nivel altísimo, confirmando en la red todos sus méritos de jugador de equipo, sabio y determinante en el área rival, la última versión del Pepe Sand fue la de un profesional del gol de primera línea internacional. 
El contrato logrado por el Pepe fue el producto de un armado mediático que vale la pena repasar, ya que estamos hablando de un jugador que tiene vínculo contractual vigente con el club Lanús, y que contaba con una cláusula que le permitía, en caso de tener alguna oferta mejor, rescindir de manera automática.  Terminada la competencia, esa oferta no había llegado.
Para que llegue era necesario ocupar las primeras planas y plantar una discusión pública, que Sand bien lo sabía, se iba a precipitar en el seno de la institución que tanto dice querer, su lugar en el mundo, su casa, etc. Entonces el plan fue pedir una extensión de contrato, y acompañar la cuestión con declaraciones responsabilizando a la conducción del club, que obviamente, en vano trató de mantener el perfil bajo ante lo evidente de la maniobra. Para conseguir el cometido, el Pepe
no dudó en apuntarle a dirigentes a los que le debe y mucho, tanto como no dudó en manipular los sentimientos de aquellos socios e hinchas del club que le brindó tanto, que gritaron sus goles hasta el delirio y que lo adoran más allá de cualquier cuestionamiento.De manual.”Gracias por todo. A mis compañeros que en estos dos años me hicieron crecer en todos los sentidos. Sin ellos no podría haber hecho tantos goles. A la gente por el apoyo incondicional. Volveré”, escribió Sand en sus redes sociales a modo de despedida del actual subcampeón de la Copa Libertadores.
Es probable que ésta historia tenga un capítulo más. Todo depende de que el futbolista logre mantener el nivel de jugador de elite durante otro año. De ser así, sería un problema mayor: puede renovar en Cali, o también puede ser que consiga firmar un contrato mejor. Si eso ocurre, la próxima operación romántico-extorsiva del Pepe contra Lanús podría ocurrir en enero de 2020. 
También puede suceder que, como le pasó en todos los clubes que no fueran Lanús, el Pepe no logre repetir sus últimas actuaciones, que pierda su lugar entre los once y que al finalizar su contrato quede en libertad de acción. Aun así, sabe que con un par de declaraciones de las suyas, sus hinchas van a mover suelo y tierra para que vuelva, y no les va a importar la suma que él pretenda sacarle al club. “Quiero cumplir los 40 en Lanús, y superar el record de Arrieta” dirá con cara de bueno, y volverá. Nada de lo que hace como profesional está mal, y no importa si nada de lo que dice como persona está bien. Para muchas personas, el amor es así.