sábado, 7 de abril de 2018

Comedores SAE: Para Otero las denuncias son falsas

   En medio de declaraciones disímiles de los integrantes de la comunidad docente, el coordinador del Servicio Alimentario Escolar, Osvaldo Otero (foto) expresó que “en SAE Lanús tenemos una vara muy alta”, dejando en evidencia que están muy conformes con su método de administración de ese servicio.
   Acompañado por sus colaboradores Elizabeth Novoa y Marcelo Boffa, Otero rebatió una por una las acusaciones que hicieron -y hacen- representantes gremiales de Suteba, FED y ATE desde el comienzo del año escolar. “Las fotos no son genuinas, son armadas o no son de Lanús. Aparecen peras en mal estado y en nuestro menú no hay peras. Los chicos no reciben milanesas enteras sino trozadas en los platos porque no se les da el cuchillo y en las mesas se ven milanesas enteras y cuchillo y tenedor”, expresó, confirmando lo que había aseverado a este medio la nutricionista. “La planilla con el menú se entrega a todas las escuelas, que son más de doscientas, y especifica el gramaje de cada uno de los alimentos - precisó-. Hacemos reuniones básicamente con los directivos de las escuelas, que son quienes deben controlar la entrega de los alimentos y si algo falta o no llega en condiciones, no deben firmar el remito ni reclamar a los proveedores, sino llamarnos e inmediatamente les reponemos lo que falte. Nosotros después hablamos con los proveedores”. Insistió en que es muy importante que en la escuela hagan un buen control.
  Respecto de los vehículos de entrega que “no están refrigerados”, según se denunció, indicaron los entrevistados que todos tienen sistema de refrigeración, aunque en algunos no
se nota a primera vista. Dice que los proveedores tuvieron que aumentar su flota pues el reemplazo de leche en polvo por la leche líquida y los cantidad de vegetales les exige mayor capacidad de carga. 
  En su declaración Otero reconoció que en los primeros días hubo atrasos en la entrega en algunos establecimientos escolares porque, para que no se produzca un lazo de confianza excesiva entre proveedores y personal de las escuelas, cambian anualmente las zonas que les adjudican y tardan un poco en acomodarse a la nueva, “pero eso ya se está solucionando”, acotó Otero, “aunque es imprescindible que el personal que recibe la mercadería esté en la escuela a las siete, porque si el proveedor llega y no hay nadie, no puede esperar porque tiene que continuar el reparto”. Esa escuela quedará entonces para la última entrega.
Otero se mostró muy seguro de su labor en el SAE, insistiendo en que “tenemos la vara muy alta” y que lo que se hace en Lanús es copiado en otros municipios -inclusive de otras ideas partidarias- aclarando que los cupos en los comedores, al igual que la existencia de los mismos en las escuelas, son dispuestos por las autoridades provinciales y que el municipio sólo se encarga de la distribución de los alimentos. “Tenemos auditorías permanentes pero quien controla la entrega es el directivo de la escuela. Nosotros ni siquiera podemos entrar si no nos dan autorización. Pero son los chicos quienes realizan el mejor control: ellos nos dicen si les gusta la comida o si tienen algún problema. Nosotros vamos muchas veces a compartir los alimentos y a conversar con ellos, el intendente también”, concluyó.
                                                                                         Marta Santos