miércoles, 11 de abril de 2018

Cómo cuidar el hígado

por Alejandro Chitrangulo 

   Todos los alimentos y bebidas requieren que el hígado trabaje, pero cada uno se digiere y metaboliza de manera diferente. Veamos los más adecuados para tu hígado.
La ictericia es una acumulación de bilirrubina en la sangre; demasiada hace que la piel, los ojos y las encías se pongan amarillas. El hígado es el órgano que filtra la bilirrubina de la sangre, por lo que la ictericia suele estar relacionada con una enfermedad o insuficiencia hepática. La dieta juega un papel importantísimo tanto en la recuperación como en la prevención de la ictericia, pues durante la digestión, el hígado produce bilis que ayuda al intestino a descomponer las grasas. También es responsable de procesar o metabolizar la mayoría de los nutrientes, toxinas y medicamentos digeridos.
  Todos los alimentos y bebidas requieren que el hígado trabaje, pero los diferentes
nutrientes y sustancias químicas se digieren y metabolizan de manera distinta, lo que hace que para el hígado, unos alimentos sean más ‘amigables’ que otros. Cuando los alimentos son difíciles de digerir, aumenta su trabajo. Esto ocurre sobre todo con grandes cantidades de azúcares refinados, sal y grasas saturadas.
Qué comer
  Hay ciertos alimentos y bebidas que la mayoría de las personas con ictericia deberían añadir a su dieta.
Mantenerse hidratado es una de las mejores maneras de ayudar al hígado a recuperarse de la ictericia. El agua no solo ayuda a facilitar la digestión, sino que también ayuda al hígado y a los riñones a eliminar las toxinas. Cantidad recomendada: Alrededor de 2 litros de agua al día. 
  Las frutas y verduras frescas contienen poderosos antioxidantes y fibra que pueden ayudar a limitar el daño hepático durante el metabolismo y facilitar la digestión. Todas las frutas y verduras son aptos para el hígado, pero algunas variedades son especialmente beneficiosas: arándanos, uvas, frutas cítricas, especialmente limones, limas y pomelos, melones, calabazas, batatas y aceitunas, tomates, zanahorias, remolachas y nabos, vegetales crucíferos, como el brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas, el jengibre y ajo o las espinacas y la col rizada. Lo ideal es comerlas enteras y evitar los jugos o mezclas de frutas.
  El café y el té de hierbas contienen altas dosis de antioxidantes, además de cafeína, que puede ayudar a estimular la digestión.
Los alimentos de grano entero contienen  altas cantidades de nutrientes que le vienen estupendamente al hígado, incluyendo grasas saludables, fibra, antioxidantes y minerales. La mayoría de las nueces y las legumbres son ricas en antioxidantes, incluida la vitamina E y el ácido fenólico. Las nueces enteras y las legumbres también suelen ser ricas en fibra y grasas saludables. Diversos estudios han demostrado que las nueces son beneficiosas para la función hepática cuando se consumen regularmente. Las proteínas magras, como el tofu, las legumbres y el pescado, ejercen menos presión sobre el hígado que la carne roja.
Comidas que se deben evitar
Entre los alimentos y bebidas que se deben evitar o limitar durante la recuperación de la ictericia se encuentran el alcohol que es tóxico para la mayoría de los tejidos corporales internos, incluido el hígado; los carbohidratos refinados; productos horneados; pan blanco y pasta que contienen altas cantidades de azúcar refinada; alimentos envasados, enlatados y ahumados pues muchos, especialmente las carnes frías y las verduras enlatadas, contienen altos niveles de conservantes; grasas saturadas y trans pues son difíciles de digerir, especialmente aquellas preparadas con aceites vegetales parcialmente hidrogenados. Algunos productos lácteos, incluidos los quesos, la leche entera y los yogures enteros, también contienen altos niveles de grasas saturadas; pescado o marisco crudo o poco cocinado que pueden contener toxinas que pueden dañar el hígado y otros órganos digestivos, y la carne de vaca y cerdo que contienen altos niveles de aminoácidos y grasas animales que pueden ser difíciles de digerir y ejercer presión sobre el hígado dañado.