viernes, 6 de abril de 2018

La activación del voto religioso y la falta de una política de culto

por Walter Pérez*

A 50 años del asesinato del pastor bautista Martin Luther King 

¿Es la élite política capaz de movilizar el voto religioso a través de la inserción de temas como aborto o igualdad religiosa, en el debate político?  La respuesta es sí, los líderes políticos han seguido insertando en la agenda debates relacionados a estos temas.   Estas estrategias invitan a reconsiderar posicionamientos, lo cual está demostrado que a pesar del proceso de secularización, la religiosidad ha sido y sigue siendo un elemento fundamental para entender algún comportamiento electoral de los argentinos.   
  Estos resultados  además confirman la capacidad de la élite política para activar divisiones sociales.  Esto ha sido demostrado, de una parte, por los partidos, tanto de derechas como de izquierdas, al incluir propuestas sobre temas morales y religiosos en sus programas, posicionarse y más tarde movilizarse a favor o en contra de las mismas. De otra, por los medios de comunicación, difundiendo estas posiciones y dándoles relevancia. 
  Cabe destacar que, estos debates también encierran, una estrategia de distracción: no se busca cambiar nada. 
  La despenalización del aborto o el proyecto de la nueva ley de culto, son sólo pantallas que buscan tapar problemas, como la gravísima situación social o la inseguridad o la inflación. No somos tontos...        
   Una auto-referencia: El crecimiento de las iglesias evangélicas en Latinoamérica, en
particular las pentecostales, constituye uno de los tópicos más interesantes e innovadores en lo que respecta al estudio de los fenómenos religiosos.  Su explosión demográfica, que en la mayoría de los países del cono sur sitúa al movimiento evangélico como la primera minoría religiosa y en ascenso, ha reconfigurado las relaciones al interior del campo religioso, en la medida en que ha sido acompañada por un aumento de su visibilidad y capacidad de acción en los diferentes estratos del espacio público latinoamericano. En las últimas tres décadas diversas investigaciones (Cleary, 1997, Oro y Semán, 2000, Freston, 2001, Campos Machado, 2006, Wynarczyk 2006, 2009a, 2010) han constatado la proyección de las comunidades evangélicas en la vida política, social y cultural de los países latinoamericanos, no sólo a partir de la expansión de sus estrategias proselitistas en el espacio público y en los medios masivos de comunicación, sino también por intermedio de pronunciamientos e intervenciones en cuestiones políticas, sea defendiendo sus intereses en tanto comunidad minoritaria o bien participando en diversos proyectos políticos.  
   Ahora bien, en Lanús desde la gestión municipal anterior y la actual, del intendente Nestor Grindetti, no se ha abordado el tema culto con compromiso, seriedad, presupuesto y participación.   ¿Será por desconocimiento, falta de información, segregación religiosa, desde lo institucional? ¿O un apartheid religioso, nacido del ninguneo?  ¿Seremos ciudadanos de segunda, como fenómeno social? ¿O será por falta de igualdad religiosa? No sé,  podría hacerme varias preguntas mas, la realidad es que: el tema culto en el Municipio de Lanús, es un gran interrogante.   Por supuesto, no perdemos las esperanzas, en  ver madurar una gestión política prolífera, en referencia  a la temática de cuulto. 

*Miembro de la Comunidad Cristiana Evangélica