miércoles, 10 de octubre de 2018

¿Cabrero merecía la transgresión de una ordenanza?

por Marta Santos

  El cambio de nombre de la calle General Arias por Ramón Cabrero, establecido por el HCD en la última sesión, ha causado controversias entre quienes consideran que está bien o mal de acuerdo a su forma de ver la historia. Señalando especialmente que no se cambia la historia de un país o región simplemente borrando nombres, se ha producido una excepción a la ordenanza Nº10564, del 6 de noviembre de 2008, que enuncia: “Artículo1º: Establécese que toda calle o sitio público del Distrito de Lanús al que se quiera designar con el nombre de una persona y/o celebridad, por el cual se desee rendir un homenaje, deberán haber transcurrido como mínimo 5 (cinco) años de su fallecimiento, su desaparición forzada o de haber sucedido los hechos históricos que se quieren honrar.”
   Pero en la que se aprobó el viernes 5 de octubre, en el expediente B-445/18, se indica : “Artículo1º: Impónese el nombre de Ramón Cabrero a la actual calle General Arias en toda su extensión, de la Localidad de Lanús Este. Artículo 2º: Visto la trascendencia, exceptúase la aplicación al presente caso de la normativa prevista por la Ordenanza N° 10.564, la que sin embargo continuará vigente.”
  Se desconoce cuál es la “trascendencia” y la ordenanza no la establece. ¿Es más importante en la historia el jugador/entrenador de fútbol que un general que participó en batallas trascendentes en los períodos de afirmación del ser argentino? No pueden juzgarse hechos históricos con la visión de hoy. Con cada época deben ser consideradas necesidades y acciones que tuvieron que ver con una visión del momento, condicionadas
por distintas circunstancias. Difícil aplicar para su juzgamiento las ideologías actuales, que solamente pueden utilizarse en la historia reciente. Y más allá de los méritos que Ramón Cabrero haya tenido, tanto personal como profesionalmente -que al decir de quienes lo conocieron fueron muchos- hay otros medios de homenajearlo y muchos sitios que podrían llevar su nombre sin necesidad de cambiar el de una calle.
   Obviamente, para el club Lanús, su presidente, comisiones e hinchas, era necesario ponerle su nombre a una calle, tarea que en algunos casos se ha tardado muchos meses para lograr, como denominar Raúl Alfonsín a una avenida o Manuel Quindimil a un puente. Tarea que no se pudo lograr cuando se solicitó que se pusiera el de Juan Carlos Marchesi -escritor lanusense- a la esquina de 9 de Julio, enfrente de la plaza Sarmiento, a metros de donde estableció con mucho esfuerzo  el Complejo Cultural Maitén, que fuera transitado por escritores y artistas plásticos, cuando en Lanús no existían centros de estas características. ¿La excusa? “No pasaron cinco años desde su fallecimiento”.
  Ramón Cabrera falleció en un triste día de 2017. No pasaron cinco años. Su nombre fue alcanzado por las excepciones que los bloques políticos del Concejo Deliberante decidieron concederle.
  Juan  Carlos Marchesi no tenía amigos poderosos, mucho dinero ni había sido concejal. Sólo era un escritor. Por eso una esquina de Lanús no lleva su nombre.